Esta misma pregunta me la hizo una paciente en consulta esta semana: Alex, ¿Por qué tengo tanta ansiedad por comer siempre?
Como imagino que esta es una pregunta que se hacen muchas personas, en este artículo voy a intentar darte las claves para entender este problema.
¿Por qué tengo tanta ansiedad por comer?
A ver, lo primero que quiero dejar claro es que cada persona es un mundo. Advierto esto para que no te lo tomes con una verdad universal. Si quieres respuestas concretas, estas sólo pueden venir de un profesional con el que trabajes individualmente.
Dicho esto, si sigues buscando por google sobre este tema, te vas a encontrar todo tipo de teorías. Algunas harán referencia a que las personas que comen por ansiedad, cubren sus necesidades afectivas con la comida.
Yo no lo veo exactamente así, pero es cierto que la comida cumple una función ansiolítica. Es decir, la usamos para regularnos.
¿Por qué?
Por qué es una conducta aprendida. En algún momento hemos asociado la comida con mal estar. Por ejemplo, recuerdo el caso de un chico con el que trabajé que quería bajar de peso, y me contaba que su problema era que comía por ansiedad.
El de pequeño era un chico muy tímido e inseguro. Sociabilizar en el colegio o tener que ir a un cumpleaños u otro evento, le generaba mucho mal estar. Su mayor momento de tranquilidad era cuando estaba sólo en su cuarto. Recordaba muchos momentos de placer, en los que no había nadie en su casa y el podía comer lo que le apeteciese.
Como ves, el aprendio una solución para liberarse y sentirse bien a través de la alimentación.
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¿Pueden hacer las hormonas que tenga más ansiedad por comer?
Por supuesto, los desajustes o cambios hormonales influyen sobre nuestro apetito. A veces también es un círculo vicioso: nuestro propio miedo a comer, hace que esto nos de ansiedad y nos concentremos más sobre la comida, lo que hace que finalmente la ansieadad se multiplique y queramos comer aún más.
¿Por qué me da ansiedad por comer azúcar y productos con sal?
Este es otro clásico.
Los alimentos que están ricos y nos dan gustirrinín, tienen la capacidad de activar los circuitos de recompensa cerebrales (dopamina). La industria alimentaria lo sabe y diseña productos alimentarios a los que es muy difícil resistirse y en cierto modo, no desarrollar una adicción a la comida.
Además, de esta liberación de endorfinas, los carbohidratos tras su consumo, producen adenosina. La adenosina es una hormona que tiene un efecto sedante y de relajación en nuestro cuerpo. Es la razón por la que nos entra la morriña después de comer.
Si aunamos las dos cosas que te he contado: utilizar la comida para aliviar el mal estar, sumado al poder de refuerzo tan grande que tienen algunos alimentos, pues ahí lo tienes.
El cerebro tiene memoria y en determinados momentos, despierta la idea de comer (craving).
¿Cómo me puedo quitar la ansiedad de comer por la noche?
A muchas personas, esa gula por comer les da por la noche. Tiene sentido por dos cosas:
La primera es que la noche es el momento del “descanso del guerrero“. El lugar de descanso, desconexión y entregarse a actividades placenteras. La segunda es que muchas personas han fortalecito el hábito del resopón, o también conocida como recena.
Un consejo que te puedo dar aquí y que casi siempre observo en mis pacientes, es que pasan largas horas sin hacer ingestar. Entonces llegan a la cena voraces.
Se trata de rapartir mejor las ingestas a lo largo del día y de ir poco a poco, reduciendo la ingesta nocturna.
¿Hay pastillas para la ansiedad por comer?
Como tal no, hay algunas opciones que pueden ser útiles. Por ejemplo, algunos antidepresivos como la fluoxetina actúan también reduciendo el apetito, por eso se emplean sobre trastornos de atracón.
Otra opción serían los ansiolíticos, pero yo no recomiendo su consumo (benzodiacepinas). Bajo mi punto de vista, son peligrosos y no es bueno acostumbrarse a su uso. Antes que esto, te recomendaría algunos productos naturales, que además de cumplir una función ansiolítica, actuan como inhibidores del apetito. Un producto del que tengo bastantes buenas referencias, es inocuo y hay evidencia científica de su poder sobre el estrés, es la Ashwagandha:
No obstante, ninguna pastilla tiene efectos mágicos o determinantes por sí solos. Puede suponer una ayuda, pero mi recomendación es que busques ayuda profesional si este problema te preocupa.