Los problemas de alimentación son problemas cada vez mas frecuentes y no me refiero únicamente a trastornos psicológicos como la anorexia o la bulimia.
En consulta, cada vez veo mas casos de los referidos como “hambre emocional“. Sin embargo; ¿Qué estamos queriendo decir cuando afirmamos que nos comemos nuestras emociones?
En este artículo vamos a conocer algunas pautas para saber cómo dejar de comer compulsivamente y hablaremos del tratamiento cuando el problema no cede.
¿Comemos compulsivamente o impulsivamente?
Sentir que no se puede parar de comer es algo que pueda causar mucha desesperación e incluso llevarnos por el camino hacia la depresión.
Esto ocurre por varios motivos, por un lado podemos ir viendo como poco a poco se deteriora nuestra imagen al subir de peso (incluso desarrollando un problema de obesidad). Por el otro, el sentimiento de que hay algo que nos gobierna y que no podemos controlar de ningún modo, puede llegar a ser algo que desanime a cualquiera y genere mucha tristeza y baja autoestima.
Cuando comemos mas de lo que consideramos que deberíamos decimos que no comemos compulsivamente. Sin embargo, es importante distinguir entre lo que es la impulsividad y lo que es la compulsión.
La impulsividad es un acto descontrolado, mas o menos inconsciente e irreflexivo. Es decir, por ejemplo, tengo mucha ansiedad de repente por un problema que he tenido, y sin pensarlo demasiado, voy a la nevera y devoro lo que haya.
Sin embargo, la mayoría de personas que tienen problemas con la comida en cuanto a exceso se refiere, no suelen presentar esta problemática, o mejor dicho, no suele ser el problema más frecuente.
El problema con el deseo
Los momentos de atracón suelen venir precedidos de un momento problema con el deseo. Hace unos días una paciente me contaba en consulta:
Me pongo a estudiar, me distraigo y me acuerdo de comer. Intento no hacerlo, pero no puedo quitármelo de la cabeza. Al final acabo cediendo y una vez que empiezo no puedo parar.
Esa última frase “no puedo parar“, es lo que convierte el acto en compulsivo. Aunque ella tenía cada vez más ganas de comer, el acto de hacerlo no fue impulsivo, si no que en cierto modo fue una decisión premedita “no quiero aguantar mas, voy a comer”.
Es compulsivo porque la forma en que tiene funcionar la mente es, que hasta que no se acabe todo, no puedo descansar.
Como dejar comer compulsivamente
El problema es precisamente este, tratar de dejar de comer compulsivamente mediante la fuera bruta. Me explico mejor:
Cuando tenemos un problema de este tipo, vemos como poco a poco vamos subiendo de peso. Entonces, intentamos hacer dieta y cuidar lo que comemos. Este tipo de medidas autoimpuestas suelen ser a base de autocontrol y restricción.
Incluso, después de un atracón es posible que llevamos a cabo ciertas compensaciones para compensarlo. En este vídeo te explico porque hacer compensaciones va a acabar jugando en tu contra.
En este vídeo te lo explico mejor:
Existe una teoría que se llama la teoría de la deplección del ego, la cual explica que las personas tenemos un número limitado de veces que podemos negarnos/resistirnos ante algo que deseamos y por tanto, perder la famosa “fuerza de voluntad“.
Esto lo vemos mucho en la adicción. La persona adicta intenta por todo los medios no consumir aguantando de manera estoica, hasta que llega un momento que no puede más y se pega un festín.
Dicho de otro modo, tratar de controlar mucho, nos va a llevar el descontrol. No sé si a ti te habrá pasado alguna, pero en ocasiones algunos de mis pacientes me han confesado que les apetece darse atracones aunque no tengan ganas de comer.
¿Por qué sucede esto? Porque darse un atracón es sinónimo de liberación. Es decir, dejamos de pensar y de tener límites.
¿Ansiedad por comer compulsivamente?
¿A qué nos referimos cuando decimos que comemos por ansiedad?
Digamos que existen dos tipos de de ansiedad o estrés que nos hacen comer. El primero es un aprendizaje, es decir, en algún momento hemos aprendido a regularnos emocionalmente a través de la comida y cuando tenemos un problema, nuestro cerebro nos trae a la cabeza la idea de comer como forma de calmarnos.
También puede haber sido una respuesta aprendida ante estímulos como el aburrimiento. Es decir, no siempre que nos entran ganas de comer es por ansiedad. Simplemente, nuestro cerebro ha aprendido a asociar el actor de comer con determinadas situaciones que, por lo general, si que suelen ser problemas, disgustos, aunque también, premios.
El caso es que en el momento que nos vienen esas ganas de comer, se activa en nosotros una segunda ansiedad: el miedo a descontrolarnos.
Esto sucede porque en el pasado ya nos ha ocurrido. En otras ocasiones, situaciones así han acabado en atracón. Esta segunda ansiedad suele ser más fuerte y es la que provoca que finalmente se lleve a término el atracón.
Como dejar de comer compulsivamente dulces
El azúcar es especialmente complicado a la hora de parar de tomarlo. Mientras con el salado o las grasas, llega un momento en que nos saciamos y no queremos mas, el dulce, cuánto más lo tomamos, mas queremos. ¿Por qué sucede esto?
Nuestro cuerpo está preparado para consumir todo el azúcar que pueda. Esto es algo evolutivo, nuestros antepasados no tenian supermercados, por lo que comer, era una cuestión de que se diese bien la caza y otras circunstancias.
Dicho de otro modo, comer no era algo que estuviese garantizado. Por esta razón, encontrarse un panel con miel era lo mejor que les podía pasar. Lo que hacían cuando daban con uno, era comer por encima de sus posibilidades para tener una buena reserva energética si venían vacas flacas.
¿Cuál es el tratamiento para evitar comer compulsivamente?
La realidad es que un problema de este tipo no te lo va a poder solucionar un artículo, si no que lo más probable es que necesites acudir con un profesional que pueda ayudarte.
Yo puedo darte ahora algunos consejos, pero recuerda, que esto no es un sustituto de un tratamiento psicológico y/o con un nutricionista.
Algunas medidas que suelen funcionar muy bien para frenar un poco los atracones son:
- Evitar realizar el vómito, purgas u otro tipo de compensaciones
- Seguir una dieta normal sin alimentos prohibidos.
- Llevar un autorregistro de emociones: Esto sirve para regular y favorecer la introspección antes del atracón.
- Pedir a los familiares que no compren productos que nos va a generar ansiedad saber que están en la despensa.
- Comer despacio. No se trata de no comer, si no hacerlo de otra manera y dando tiempo a nuestro cerebro para ser informado de que se está comiendo.
- Hacer deporte. Por lo menos , salir a dar algún paseo a la semana.
- Promover el consumo de alimentos saciantes.
- Puede ser recomendable tomar medicación de manera temporal: ansiolíticos y antidepresivos.
Técnicas como el mindfuleating y otras pueden ser muy efectivas. Sin embargo, el objetivo final es aprender a regularnos emocionalmente. Regularse supone abandonar el tándem control (restricción)/descontrol (atracón).