La agorafobia es uno de los trastornos psicológicos que pueden llegar a ser más incapacitantes y que más mal estar generan en las personas que la padecen.
En este artículo te voy a contar qué es, cuáles son sus síntomas y que tratamiento requiere.
¿Qué es la agorafobia?
Cómo te decía anteriormente, la agorafobia es un trastorno psicológico bastante duro y que a veces genera un gran sentimiento de incomprensión en quién lo sufre. ¿Por qué no puedo salir de casa? ¿si todo el mundo? ¿Por qué a mi me bloquea tanto este miedo?
Son algunas de las preguntas que podría hacerse una persona agorafóbica. El trastorno por agorafobia consiste en un miedo irracional a ciertos lugares o espacios abiertos, bajo la anticipación de sufrir fuertes crisis de ansiedad.
Generalmente, la agorafobia es algo que se va construyendo poco a poco, es decir, es poco frecuente que de repente una persona sienta que no puede salir de casa. De hecho, este suele ser el extremo de la enfermedad.
¿Miedo a las multitudes?
El trastorno suele comenzar evitando frecuentar sitios muy concurridos, como puede ser el centro de una ciudad, bares, el transporte público, étc. Según pasa el tiempo, la persona trata de evitar cada vez con más precisión, todos aquellos espacios que le dan miedo.
Esta ansiedad anticipatoria se va generalizando a cada vez más sitios, siendo finalmente el hogar la única zona “segura”.
Es importante diferenciar el miedo a la multitudes de la ansiedad social.
Trastorno de pánico con agorafobia
Lo más común cuando hay un problema de agorafobia, es que anteriormente el diagnóstico haya sido de trastorno de pánico. Si quieres entender bien que es esto, te dejo por aquí el enlace a un artículo donde explico en profundidad porque suceden los ataques de ansiedad.
Voy a tratar de resumirlo y explicarlo de manera superficial: En ocasiones, algunas personas de repente, experimentan un ataque de ansiedad.
Cuando esto ocurre sin que lo veamos venir, es algo que puede asustar mucho. Sin darnos cuenta, esto hace que nos preocupemos por sí algo no está yendo bien en nuestra mente o cuerpo, y que estemos más atentos a si nos vuelve a pasar.
Paradójicamente, esta hipervigilancia es la que hace que los ataques de ansiedad se cronifiquen y cada vez sucedan en situaciones más diversas y con más pensamientos intrusivos.
Generalmente, van a suceder con más frecuencia en aquellos sitios donde percibimos que no hay escapatoria, que son agobiantes, étc.
Cómo te explicaba antes, si el trastorno se va agravando, cada vez se dejarán de hacer e ir a más sitios, lo que puede acabar deparando en un cuadro de agorafobia.
¿Por qué tengo miedo a salir de casa?
El control llama al control y cuanto más intentamos controlar lo que nos sucede, cada vez tenemos más ataques de pánico. Eso hace que seamos incapaces de predecir cuando van a ocurrir, ya que pueden suceder en cualquier sitio.
Es entonces, cuando creemos, mejor dicho, sentimos, que salir de casa es algo muy peligroso. Es un miedo irracional porque la persona sabe que a fuera no tiene porque haber “peligros reales”. Sin embargo, así lo siente.
No obstante, el trastorno por agorafobia no tiene porque suceder siempre de esta manera. A veces puede ocurrir como respuesta a un evento traumático.
Por ejemplo, hay un capítulo de los Simpson que ejemplifica muy bien esto: Marge es atracada en un callejón oscuro y a raíz de este suceso, entra en shock y se siente incapaz de salir a la calle.
Síntomas de la agorafobia
Los síntomas más recurrentes en la agorafobia son:
- Temor a salir de casa o acudir a espacios concurridos o de los que es difícil escapar.
- Temor a estar en lugares públicos
- Miedo a estar sólo sin poder depender de alguien
- Conductas de aseguración o compulsiones. Por ejemplo, asegurarse constantemente de llevar la medicación encima.
- Distanciamiento social y deterioro del estado de ánimo.
“Esto se va a descontrolar”
Esto se va a descontrolar, esta es una frase que empleaba una de mis pacientes para describirme lo que sentía cada vez que se encontraba en una situación que sentía que no tenía bajo control.
Me explicaba que era una sensación parecida a cuando montas en una montaña rusa y eres consciente de que no tienes el control de la situación.
Por tanto, hablar sobre agorafobia y ansiedad, será hablar en gran parte sobre cómo ejercemos el control.
¿Y el miedo al hogar?
Hay una respuesta padójica o inversa, que consiste en que a algunas personas les sucede al revés, a lo que tienen miedo es a estar en casa.
Generalmente son casos de personas que viven sólos/as y que tienen miedo a descontrolarse y que no haya nadie cerca. También suele ocurrir que le cogen miedo a estar en casa porque allí fue donde ocurrieron las primeras crisis.
Síntomas físicos y psicológicos de la agorafobia
A veces se entremezclan en la agorafobia los síntomas físicos y los síntomas psicológicos. Los síntomas psicológicos o emocionales ya los hemos descrito anteriormente, sin embargo, esto puede traducirse también problemas psicosomáticos.
Cualquier persona que lleve mucho tiempo expuesta a condiciones de estrés, mal estar o sufrimiento, es candidata a que su cuerpo lo exprese de alguna manera. Si quieres saber más sobre esto, te recomiendo leer este artículo sobre las enfermedades psicosomáticas.
Síntomas de agorafobia leve
Cuando el trastorno está comenzando o no se ha desarrollado del todo, las personas son capaces de salir a la calle, sin embargo, pueden intentar estar cerca siempre de casa o de algún otro sitio que les dé seguridad, cómo un hospital.
Otra de las conductas que suele llevarse a cabo y qué es un síntoma de agorafobia leve, es la de hacer planes que duren poco tiempo para volver pronto a casa.
Tratamiento de la agorafobia
El tratamiento de la agorafobia no puede ser otro que la psicoterapia y en la mayoría de casos, la intervención farmacológica. Sin embargo, hay que tener cuidado con esta, ya que puede ser utilizada como elemento de compulsión.
El tratamiento más efectivo para la agorafobia es la terapia cognitivo conductual. Para ello se parte de la psicoeducación, es decir, entender bien lo que nos sucede.
Una vez que dominamos esta parte, debemos poco a poco ir desarrollando estrategias para regularnos y poder ir dando pasos hacia fuera.
Cómo te decía anteriormente, gran parte del tratamiento de la agorafobia gira entorno a la relación con el control.
La ayuda que no ayuda
Algo que suele ocurrir en este tipo de casos es que suele darse la dependencia. Cómo la persona agorafóbica se encuentra muy asustada, el entorno (familiares, pareja, amistades…) intentar ayudar haciendo las cosas por ellos, consiguiendo con esto, empeorar el pronóstico de la situación.
También es muy frecuente utilizar a otras personas como elemento de seguridad o co-regulación. Esto lo que hace es cimentar la creencia de la persona agorafóbica: “yo sola no puedo con esto”.
Si yo no puedo…me tengo que resguardar, ¿no?
Cómo superar la agorafobia
La manera de superar la agorafobia no es otra que ir a psicoterapia. Es importante “coger el toro por lo cuernos”, ya que cuanto más se complica la enfermedad, más difícil es luego recorrer el camino a la inversa.
Esto no quiere decir que sea intratable llegada a cierto punto, ni mucho menos. Simplemente, que cuanto antes mejor.
Referencias bibliográficas:
- López, A. B. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para la agorafobia. Psicothema, 13(3), 453-464.
- Sandín, B., Rodero Fernández, B., Santed Germán, M. A., & García Campayo, J. (2006). Sucesos vitales estresantes y trastornos de pánico: relación con el inicio del trastorno, la gravedad clínica y la agorafobia.
- López, F. J. C. (1999). Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) en el Trastorno de Angustia con Agorafobia: un estudio de caso. Psicothema, 11(1), 1-12.