El enganche emocional es una reacción más o menos conocidas por todas las personas. Sin embargo, ¿por qué sucede?, y lo que es más importante; ¿Cómo se puede salir de él?
En este artículo te voy a contar qué es y como superar el enganche emocional. ¿Te vienes?
¿Qué es el enganche emocional?
De manera más o menos popular, todas las personas sabemos definir qué es el enganche emocional. Ahora, ¿por qué ocurre y que implicaciones tiene?
Emocional quiere decir que una parte de nuestro sentir (emociones), se ha quedando atrapada (enganchada) en algo externo a nosotros, en este caso, una persona.
Esa parte emocional que se ha quedado en nosotros puede ser nuestra autoestima, nuestro sentimiento de autoeficacia, nuestro percepción de valor personal e incluso el aspecto físico.
Las personas que experimentan el enganche hacia su pareja o alguien que están conociendo, lo que suelen sentir es que no pueden parar de pensar en esa persona: que estará haciendo, si habrá conocido a otra persona, porque no contesta…
Sin embargo, lo que realmente está en juego no suele ser la otra persona, si no uno mismo/a.
¿Tiene que ver con la baja autoestima?
Sí y no. En realidad, más bien hablamos de una autoestima frágil.
La persona dependiente no tiene porque ser alguien con un mal concepto de sí mismo o que no se quiera. Lo que le sucede es que su autoestima depende de la valoración externa. Por esta razón, cuando no se siente elegido/a, se le activan todos los fantasmas sobre sí mismo/a.
Esto es lo que terapéuticamente se conoce como activación del sistema de alarma de apego. Es decir, al entrar en contacto con la creencia de no tener valor personal, nuestro sistema de apego entra en crisis tratando de restaurar el vínculo con la otra persona para así recuperar la homeóstasis.
Dicho de otro modo, volver a sentir que somos una persona perfectamente válida y valiosa para los demás.
Sin embargo, hay algo que nuestro sistema de apego desconoce, y es que no se trata de cuán valiosos somos o lo que merecemos, si no lo que la otra persona tiene para dar (sabe, puede o debe).
¿Adictos al amor?
La adicción al amor o limerencia, es un fenómeno bastante común que se da en aquellas personas con dependencia emocional.
Si yo le otorgo todo el valor de quién soy a ser amado/a (yo en relación), en el momento que eso me sea retirado entraré en una crisis de identidad conmigo mismo/a.
Esto causará una respuesta de ansiedad y angustia, muy parecida a un síndrome de abstinencia donde se necesita volver a recuperar el contacto con la persona (sustancia).
Sin embargo, si yo no solamente me defino por como me quieren, si no por mis valores, por mis logros e incluso por defectos, es más posible que un desengaño amoroso no me destruya.
Esto se aprecia muy bien en la novela “Apegos Feroces” de Vivian Gornick. La protagonista nos cuenta a lo largo de todo el libro el vínculo tenso que tiene con su madre, y los mensajes que esta le manda sobre la relación con los hombres:
Ser mujer significa tener un hombre al que cuidar
Por lo que si el hombre desaparece, yo desparezco. A no ser que encuentre otro, claro.
¿El enganche siempre es a una pareja?
No tiene porqué. A veces el enganche emocional puede darse con una amistad o un familiar. Tampoco tiene que venir siempre en dado en nombre del amor, en ocasiones lo que sostiene el enganche es el conflicto.
En terapia de pareja yo he aprendido a detectar lo que llamo “la pareja incendiaria“. Son relaciones de parejas que viven del confrontamiento: se pelean y se reconcilian. En ambos casos con una intensidad insufrible para el resto de mortales.
En cuanto el conflicto desaparece, la relación se queda en vacío.
¿Cómo salir de un enganche emocional?
Por lo general, las personas a las que les cuesta desengancharse son personas que tienen un apego ansioso. Es decir, que han vivido durante su infancia, relaciones son cuidadores principales donde no recibían seguridad.
Imagina unos padres ambivalentes que de repente te prestan mucha atención, pero al momento, pasan de ti. Esto genera una inseguridad respecto a saber cuando podrás con ellos y cuánto de importante eres en realidad.
¿Me quiere o no me quiere?, cómo si deshojásemos una margarita.
Para saber cómo superar el enganche emocional, primero debemos conocer que es todo del sistema de apego y como se activa en nosotros. Identificar nuestros miedos e inseguridades y reconocer, por qué realmente estamos pensando obsesivamente en esa otra persona. Algunas preguntas que pueden ayudar hacerse son:
- ¿Le necesito a él/ella o necesito estar bien conmigo?
- ¿Me gusta realmente?
- ¿Cuándo pienso en él o ella, me duele su ausencia o como me siento yo conmigo?
- ¿Necesito su atención para poder sentirme bien conmigo?
Uno de los principales problemas que mantienen el enganche es la obsesión. Cuando alguien nos deja, pierde el interés o incluso nos hace ghosting, es frecuente comenzar a darle vueltas y a buscar todas las posibles justificaciones que le hayan llevado a hacerlo.
También se lo contamos a todo el mundo. Con esto, lo que estamos haciendo, es ponernos el tema delante constantemente e impedir a nuestro cerebro poder cicatrizar la experiencia. Hay cosas que no podemos controlar (incertidumbre), y por nuestro propio bienestar, lo mejor que podemos hacer es llevar a cabo el esfuerzo de asumir que no vamos a poder comprenderlo todo.
¿Y ante una situación de maltrato?
Por otro lado, cuando el enganche es una situación de maltrato psicológico o emocional, no hace falta que sea un maltrato físico, es completamente necesario abandonar esa relación.
En estos casos, el enganche tiene que ver con el que maltratador se ha ocupado de generar un nivel de inseguridad e incapacitación suficiente como para que la persona no sea capaz de abandonar la relación por sí sola.
En este punto es muy importante la fuerza el entorno social, ya que son el sostén para que la persona no acabe recluyéndose dentro de la relación de maltrato.
Es importante que los seres queridos que rodean a la persona víctima de maltrato se mantengan cerca aunque la persona aún no pueda abandonar la relación.
¿Cómo sé si alguien es dependiente emocional?
Es posible que este leyendo esto, bien porque estés preocupado por ti mismo/a, o bien porque pienses que tu pareja u otra persona tiene una relación de dependencia.
En cualquiera de los casos, aquí te dejo el enlace a un test sobre dependencia emocional que he elaborado yo mismo:
No obstante, si te pediría que no te diagnostiques ni diagnostiques a otras personas por algo que puedas leer o por hacer ningún test online. Si crees que puede haber un problema, lo mejor que puedes/podéis hacer, es consultar a un profesional.
¿Cómo ayudar a una persona con dependencia emocional?
Es importante dejar claro que la dependencia emocional no es ningún pecado capital. Durante los últimos años, han sido muchos los autores que han esgrimido sus armas contra ella, tratándola como un germen a erradica.
En este vídeo por ejemplo, hago una reflexión crítica sobre la famosa practica del desapego emocional propuesta por Walter Riso:
La dependencia afectiva no es un pecado capital, de hecho, es una reacción bastante humana. Ahora, es cierto que puede generar mucho mal estar.
Si eres amigo, pareja, familia u otro de una persona con dependencia emocional, es importante que no te conviertas en su terapeuta. Su terapeuta tiene que ser su terapeuta.
Y con esto quiero decir, que la mejor forma de ayudar es recomendarle ir al psicólogo y no asumir la responsabilidad uno mismo/a de ser quién soluciones los problemas.