Despersonalización y desrealización: testimonio
Cuando tenía 19 años experimenté un episodio de despersonalización y desrealización. Era mi primer año en la universidad y los exámenes finales se acercaban. Me encontraba sola en la biblioteca estudiando y de repente comencé a notar sensaciones extrañas. Parecía que la sala donde me encontraba giraba en torno a mí. Miré hacia mis manos, siempre tan características, pintarrajeadas con los rotuladores. Parecía que no me pertenecían. Intenté hablar para de este modo pedir ayuda, incluso la voz que salía de mi garganta parecía de otra persona.
Me sentía realmente confusa y sentí miedo, mucho miedo, ya que notaba como si estuviera fuera de mi propio cuerpo. Estaba segura de que me estaba volviendo loca, ¡nunca me había ocurrido algo así! Después comprendí lo que me pasaba.
Trastorno de despersonalización y desrealización
En el párrafo anterior hemos visto el tesimonio de una persona con un trastorno de despersonalización y desrealización, sin embargo, ¿por qué ocurre esto?
Por un lado la despersonalización es la sensación de extrañeza o de irrealidad con respecto a uno mismo. Como refería el testimonio anterior realmente es como encontrarte “fuera de tu propio cuerpo o de tu propia mente”.
Los síntomas disociativos de despersonalización y desrealización son un mecanismo de defensa que surgen de la necesidad de huir. ¿De que se necesita huir? Del dolor, de algo que tiene un impacto emocional tan fuerte que necesitamos desconectarnos.
Alguien que sufre un episodio de despersonalización siente una distorsión en la propia percepción de su cuerpo, de sus pensamientos e incluso de sus sentimientos. Parece que todo ello ha dejado de pertenecerle y se ha convertido en una especie de robot, alguien automático que está atravesando un sueño (o una pesadilla).
Por otro lado, la desrealización comprende la sensación de extrañeza o irrealidad con el mundo exterior que rodea a la persona. Siguiendo con el anterior ejemplo se referiría a cuando la chica expresa “parecía que la sala giraba en torno a mí”.
Al igual que en la despersonalización, la experiencia puede ser similar a estar soñando. El entorno de la persona que lo sufre se desvanece, el tamaño de los objetos varía y las personas cercanas se pueden volver auténticas desconocidas. Los minutos se vuelven horas, o al revés, ya que se puede perder la noción real del tiempo.
Ambas pueden aparecer por separado o bien pueden correlacionarse y aparecer juntas.
Trastornos disociativos
Según el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) podemos agrupar estos episodios en los conocidos trastornos disociativos si cumplen con los siguientes criterios:
- Aparecen episodios persistentes tanto de despersonalización como de desrealización.
- Las personas que lo sufren son conscientes de que lo que perciben es totalmente “irreal”.
- Los síntomas causan un gran malestar llegando a afectar en su día a día.
Los síntomas suelen comenzar en la adolescencia y el principio de la edad adulta y suele afectar de igual manera tanto a hombres como a mujeres.
¿Se trataría de un trastorno psicótico?
En los trastornos psicóticos, las personas creen que lo que están percibiendo es real y verdadero. Están totalmente convencidos de ello. Por ejemplo: imaginemos una persona que tiene alucinaciones de tipo visual que está viendo la televisión y sufre alucinaciones con las personas que ve en las películas. Cuando manifiesta que esas personas no están en la televisión sino que han atravesado la pantalla y se encuentran a su lado en el sillón, están convencidas de que lo que dicen es totalmente cierto.
No ocurre lo mismo en la despersonalización y desrealización. A pesar de en ambas la persona puede creer que está viviendo un sueño, se es consciente de que es una mera ilusión. El sentido de la realidad permanece intacto y se es consciente de que todo es producto de su mente. No se trataría por tanto de un trastorno de tipo psicótico. Lo que más preocupación causa en estos casos es el miedo y pavor que se siente al creer estar volviéndose locos.
Despersonalización y desrealización como síntomas de ansiedad
Sigamos con el ejemplo anterior: una chica en plena época de exámenes cuyos resultados resultan cruciales para su futuro académico. Es consciente de que de esos momentos previos al examen va a depender todo. Sabe lo que se juega en cada una de las preguntas a las que se enfrentará en cada prueba… El estrés al que se ve sometida día a día le produce un episodio de despersonalización y desrealización.
Quien lo sufre es totalmente consciente de la disociación que se produce entre sus sensaciones. Sabe que no son reales pero se vuelve inevitable preocuparse por volverse loco. Despersonalización, desrealización y ansiedad son términos que a veces van de la mano.
Despersonalización y ansiedad
“Jamás había sentido algo tan raro. Parecía por un lado verme a mí misma como si fuese otra persona y por otro lado me sentía dentro de mi cuerpo. Una sensación realmente extraña. Mi ansiedad aumentaba por momentos. Además noté que conforme más nerviosa me ponía, con más intensidad notaba las sensaciones”.
De manera frecuente nos enfrentamos a momentos que nos generan ansiedad. Sabemos que entra dentro de la normalidad sentir en ocasiones taquicardias, temblores e incluso sensación de ahogo.
Con lo que no contamos es con que en los casos que revisten mayor intensidad se puede dar este fenómeno. No sabemos que una de las causas de la despersonalización es la ansiedad.
El presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), Antonio Cano, refiere que “la despersonalización es un síntoma que puede aparecer por una crisis de ansiedad”. No obstante no es algo que se produzca con frecuencia.
Desrealización y ansiedad
“Notaba como que no estaba familiarizada con el entorno donde me encontraba. Parecía que una burbuja me envolvía frente a mis libros en la biblioteca. Hasta el tamaño de los objetos de mi alrededor y la distancia a la que se encontraban parecía haber cambiado.”
Al igual que ocurre en la despersonalización, también se producen episodios de desrealización con ansiedad. Las distorsiones visuales y auditivas, la alteración subjetiva del paso del tiempo, el hormigueo y la sensación de desmayo hacen que quien lo sufre llegue a obsesionarse con estos episodios.
Tengo miedo a que me ocurra, ¿me puede pasar a mí?
Este tipo de episodios pueden aparecer al darse unas determinadas circunstancias en la vida de una persona como determinadas características de la personalidad, el haber vivido un trauma, estar atravesando una situación estresante, sufrir ansiedad y/o depresión o incluso el consumo de drogas de abuso.
También es necesario tener en cuenta la influencia de los factores tanto genéticos como ambientales.
El hecho de sufrir estos episodios puede estar influenciados con traumas de la infancia o situaciones que provoquen un gran estrés emocional.
Y si me ocurre, ¿qué hago?
Se ha demostrado que la psicoterapia (concretamente el abordaje cognitivo-conductual) es realmente eficaz en estos casos.
En primer lugar puede ayudar a que la persona comprenda lo que le ocurre y por qué (por ejemplo puede que se trate de un mecanismo de defensa para evitar enfrentarse a una situación traumática). Siempre es positivo ser conscientes de la situación y ponerle nombre a lo que nos pasa. Posteriormente es fundamental que la persona sea capaz de conectar su cuerpo y su mente para desarrollar estrategias de afrontamiento ante situaciones difíciles.
Si tras estos episodios se esconde una ansiedad y/o depresión encubiertas es imprescindible abordarlas para sobrellevar la situación de la mejor manera posible.
Está claro que estos términos pueden resultar aterradores. No obstante con ayuda de un psicólogo especializado y llevando a cabo un plan de tratamiento individualizado se puede revertir esta situación. También es positivo el apoyo familiar/social, la activación conductual y los grupos de iguales donde se pueda sentir comprensión y empatía.
Despersonalización test
Puede que en algún momento de tu vida hayas vivido un episodio de despersonalización. O quizás conozcas a alguien que lo sufra y no sepas cómo ayudarle. Estas son algunas preguntas del test de despersonalización que te pueden ayudar a identificar este fenómeno.
- ¿En algún momento has experimentado una sensación de distanciamiento de ti mismo?
- ¿Has sentido como si te encontraras en una película?
- ¿Te has sentido como un mero observador?
¿Tu sentido de la identidad estaba poco claro?
- ¿Has notado como si hubiera varias personas hablando en tu mente o viviendo en tu cabeza?
- ¿Has tenido la sensación de estar controlado por otra persona que no fueses tú?
- ¿A pesar de todo ello eres consciente de que estas experiencias son irreales?
- ¿A veces sientes que has olvidado lo que ha ocurrido?
- ¿Crees que has perdido el control en ese momento?
- ¿Estos síntomas te generan estrés y malestar de manera significativa?
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¿Se cura la despersonalización?
Ya hemos visto que los episodios de despersonalización y desrealización se producen ante situaciones estresantes y con gran carga ansiosa.
Es por ello que una de las preguntas que puedes hacerte es como curar la despersonalización.
En primer lugar resulta crucial proporcionar calma a la persona en cuestión. Si no se le saca del círculo vicioso en el que se encuentra inmerso resultará complicado eliminar las sensaciones.
¿Y cómo mantengo yo la calma si me encuentro en ese estado?- te preguntarás.
De manera tranquila y pausada es vital instar a la persona a la calma a través de la información. Una de las cosas que más preocupación produce en estos casos es el miedo a volverse loco y la falta de información. Si se le explica que no se trata de un trastorno mental por muy graves que parezcan los síntomas, sino que está viviendo algo pasajero la persona de manera paulatina se irá tranquilizando hasta que las sensaciones poco a poco remitan.
Es importante saber reconocer y aceptar las sensaciones para poder concentrarse en el entorno más inmediato. Para tomar una conciencia verdadera de la situación se puede interactuar con las personas que nos rodean. Aunque parezca que te estás volviendo loco, NO es así. Combate tus pensamientos negativos con frases como “Me voy a relajar para poder estar bien” o “No me gusta lo que estoy sintiendo pero sé que no es real y que en poco tiempo desaparecerá”.
Tratamiento para la despersonalización
“Cuando acudí a terapia por primera vez mi psicóloga muy amablemente e incluso utilizando gráficos y dibujos me explicó lo que me ocurría y el por qué. Como era tan extraño para mí me permitió hacerle todas las preguntas hasta que me quedó sumamente claro.
El miedo que le había cogido a experimentar otro episodio hizo que me negara a volver a ir a la biblioteca por si me ocurría de nuevo. Asocié el contexto de estudiar en la biblioteca con la probabilidad de que me volviera a ocurrir. A ello se le sumaba la imposibilidad de estudiar en casa y el enfrentamiento en poco tiempo a mis exámenes. Sentía que iba cuesta abajo y la ansiedad aumentaba por momentos.
Aunque me costó mucho y no fue fácil, entendí que no tenía el por qué ocurrir y que no debía de ponerme nerviosa. También me ayudó a saber qué hacer en caso de futuros episodios lo cual me generó muchísima más tranquilidad y confianza en mí misma”.
Tratamiento cognitivo conductual del trastorno de despersonalización
Para saber cómo curar la despersonalización y desrealización es necesario iniciar un abordaje psicológico a manos de un profesional especializado. De manera fundamental a partir de la psicoeducación junto con técnicas como la reestructuración cognitiva, desactivación a través de relajación y respiración y técnicas conductuales.
Las personas que sufren despersonalización y/o desrealización experimentan pavor a sufrir de nuevo los síntomas. Esto se vuelve incapacitante ya que en ocasiones afecta a su día a día llegando a dejar de hacer o ir a determinados lugares por miedo a que les vuelva a ocurrir. Las técnicas de la psicoeducación y la reestructuración cognitiva les ayuda a comprender lo que les ocurre y a poder reinterpretarlo sin que ello les suponga una amenaza. Se busca hacerles ver que no deben estar observando y prestando atención a cómo se sienten en cada momento con el fin de buscar ayuda.
“A pesar de que poco a poco fui dejando de prestar atención a cómo me sentía y ganando algo de seguridad en mí misma, me era inevitable no ponerme nerviosa. Mi psicóloga me decía que tenía que relajarme y para ello me enseñó muchas técnicas. Es cierto que no todas me funcionaron y hasta que encontré la más idónea pasó un largo periodo de tiempo. Pero a día de hoy puedo decir que domino la respiración diafragmática y que junto con la práctica de deporte me encuentro mucho mejor”.
Por otra parte las técnicas de desactivación se vuelven cruciales para el manejo y gestión del estrés. Como explica la chica de nuestro ejemplo existen múltiples técnicas que no tienen el por qué servir a todas las personas. Es vital su entrenamiento, práctica y adaptación de manera individual y personalizada a cada individuo.
Para procesar el trauma resultan útiles técnicas como el EMDR. Las técnicas de respiración diafragmática, relajación progresiva de Jacobson, la práctica de mindfulness y el ejercicio físico suelen resultar positivas para conseguir la recuperación del control.
En los casos de disociación que revistan una gravedad mayor se pueden administrar antidepresivos, ansiolíticos, antipsicóticos o anticonvulsivos junto al tratamiento psicológico.
Referencias bibliográficas: