Aunque en psicología no exista un diagnóstico como tal, en muchos casos acabamos hablando del famoso síndrome de Peter Pan.
En este artículo vamos a ver qué, cuál es su tratamiento y porque sucede.
¡A por ello!
¿Qué es el síndrome de Peter Pan?
Cuando hablamos de síndrome, hablamos de una serie de expresiones y experiencias comunes que se repiten de manera conjunta.
Como te decía antes, en psicología clínica no existe como un diagnóstico de Síndrome de Peter Pan, aunque de manera efectiva, nos sirve para describir una realidad psicológica.
¿Miedo a crecer o falta de madurez?
El síntoma más característico de las personas con síndrome de Peter Pan es el miedo a crecer.
Mejor dicho, eso es lo que solemos pensar. Es cierto que afrontar ciertas cuestiones de la vida adulta nos puede dar vértigo, sin embargo, tiene más sentido hablar de inmadurez que de miedo a crecer.
Por lo general, aunque no siempre es así, hablar de inmadurez es hablar de dependencia en algún grado.
Las personas inmaduras o con síndrome de Peter Pan, va a tener tendencia a estar con otras personas “más fuertes”, que habitualmente van a ser las que tomen las decisiones, afronten los momento difíciles de la vida, étc.
¿Por qué se produce el síndrome de Peter Pan?
Sobre dependencia se dicho escrito y dicho de todo, en este artículo te explico la diferencia entre la personalidad dependiente y la dependencia emocional.
En el caso de hoy hablamos de dependencia instrumental. Aunque la dependencia instrumental también se expresa a través de la dependencia a la pareja, en el foco del problema está como te decía antes, la inmadurez.
Cuando una persona es miedosa y no ha aprendido a resolver por sí misma, es posible que se vaya construyendo una personalidad dependiente.
La falta de responsabilidad
La responsabilidad de la propia vida queda delegada en otra persona, lo que depara en una falta de autonomía personal.
Este tipo de personalidad se construye debido a una educación sobreprotectora o invalidante, que no ha educado en valores ni entrenado a la persona para la vida.
Como en casi todos los problemas psicológicos, existe un beneficio secundario, y es que sin responsabilidad tampoco hay fracaso, ya que ese riesgo, lo asumen otros.
Cómo he comentado en varias ocasiones, la dependencia como tal no es mala. Los adultos también somos seres dependientes, lo que ocurre, es que establecemos dependencias horizontales.
Es decir, de mutuo cuidado.
El síndrome de Wendy
El problema de las personas con síndrome de Peter Pan o personalidad dependiente, es que establecen dependencias verticales. Existe la figura del cuidado (Peter Pan) y el cuidador (Wendy).
El síndrome de Wendy explica la codependencia emocional, donde una persona ejerce de cuidador y guía de la otra. Las personas codependientes, son personas que aman con abnegación, entregando su vida a la causa de su pareja.
Suele ser frecuente en relaciones con personas adictas.
Síntomas del Síndrome de Peter Pan
Entre los síntomas más frecuentes del síndrome de Peter Pan se encuentran:
- Bajo sentido de la responsabilidad.
- Evitación de problemas.
- Dificultad para tomar decisiones.
- Baja autoestima.
- Miedo al abandono.
- Poca autonomía personal.
- Rasgos de inmadurez.
- Poca conciencia de los problemas.
- Otros.
¿Tiene tratamiento el síndrome de Peter Pan?
Cómo ya he comentado antes, el síndrome de Peter Pan no es un trastorno psicológico como tal, sin embargo sí que tiene tratamiento el trastorno de personalidad dependiente.
Uno de los objetivos terapéuticos es enseñarle a la persona los “beneficios de crecer” y conectar con la propia sensación de capacidad y resolución.
En muchas ocasiones, el trabajo previo es enseñar habilidades de afrontamiento, regulación emocional, tomar de decisiones, asertividad u otros.
También suele suceder que el entorno ejerce una presión invalidante que no deja crecer. Es bastante frecuente que la familia se comporte como un tope o límite que no permite a la persona coger autonomía porque de algún modo, le interese que no lo haga.
En estos casos, también hay que reencuadrar con la persona como esto puede cambiar sus relaciones. Por ejemplo, si se encuentra dentro de una relación codependiente, al dejar de ocupar el rol de cuidado, la dinámica de pareja cambiará completamente.
La mayoría de veces suele ser necesario romper la relación para poder empezar a funcionar de manera independiente.