¿Has oído hablar sobre el suplemento de arginina? Si es así, pero no te queda claro para qué sirve o si es bueno para la salud, en este artículo te voy a contar para qué sirve la arginina, cuales son sus propiedades y cómo se debe tomar.
¿Qué es la arginina?
La arginina es un aminoácido, clasificado como semi-esencial, también conocido como ácido l-arginina y ácido 2-amino-5-guanidina pentanoeico.
La denominación semi-esencial se debe a que durante los períodos de estrés metabólico o post-trauma (como cuando ocurre en algunas enfermedades graves o después de procedimientos quirúrgicos), la “producción” endógena de arginina, es decir, la producción realizada por el propio cuerpo, es insuficiente para satisfacer las necesidades fisiológicas.
Por lo tanto, el cuerpo se vuelve dependiente de la ingestión de este aminoácido a través de la dieta.
El agotamiento o la insuficiencia de este aminoácido en condiciones de salud graves se asocia con daños en la cicatrización de las heridas, disfunción del sistema inmunológico (especialmente las células T), entre otros.
Ingesta recomendada de L-argniina
La ingesta diaria recomendada de arginina en una dieta equilibrada varía de 3,5 a 5 g por día, y las principales fuentes son las carnes rojas, las aves y el pescado.
Una de las principales funciones de la arginina es su participación en la síntesis (producción) de proteínas y en varios otros procesos asociados con el metabolismo de las mismas, como la desintoxicación del amoníaco (formado durante el catabolismo del nitrógeno en el ciclo de la urea).
Además, el cuerpo también en la utiliza en varias vías metabólicas y, de esta manera, acaba participando en la producción de varios compuestos bioactivos como el óxido nítrico, la creatina, el glutamato, la citrulina, entre otros..
Efecto ergogénico de la arginina
En este sentido, se ha discutido y estudiado mucho sobre los posibles efectos ergogénicos, es decir, los efectos en la mejora del rendimiento deportivo por la ingestión de este aminoácido
Dado que la arginina se asocia con la producción de óxido nítrico y el aumento del flujo sanguíneo, algunos investigadores han propuesto que la ingestión de este aminoácido aumentaría el suministro de nutrientes y estimularía la producción de algunas hormonas (especialmente el crecimiento de GH), lo que tendría un efecto favorable en las adaptaciones del entrenamiento de resistencia o fuerza-resistencia.
Propiedades de la arginina: ¿qué dice la ciencia?
A continuación expondremos lo que los principales organismos competentes e investigadores en el campo de la nutrición y el deporte han informado sistemáticamente sobre los posibles efectos ergogénicos de la arginina.
Recordando que la prescripción y uso de este aminoácido es a discreción de cada profesional y que nuestro objetivo es aportar información y aclaraciones, desde fuentes confiables, sobre temas que a veces se colocan como súper alimento o remedios mágicos.
Para ello, vamos a discutir algunas de las propiedades de la arginina, para ver si son ciertas o no.
Glutamina.
Qué es y para qué sirve el suplemento de glutamina
La arginina y el aumento de la masa muscular (y su asociación con la hormona de crecimiento)
Según una reseña publicada este año en el JISSN (Revista Científica de la Sociedad Internacional del Deporte y la Nutrición), pocos estudios han evaluado el impacto independiente de la arginina en términos de aumento de la masa magra en el entrenamiento de resistencia (entrenamiento con pesas, por ejemplo).
En un estudio en el que se utilizaron dosis orales de 10 g de arginina para evaluar su impacto en la síntesis de proteínas musculares se llegó a la conclusión de que la arginina no era eficaz ni para promover el aumento de la masa ni para aumentar el flujo sanguíneo de los participantes.
Aunque algunos estudios han demostrado que la ingesta aguda de arginina es capaz de aumentar los niveles de la hormona del crecimiento en hombres capacitados, la mayoría no ha logrado correlacionar la ingesta sola con el aumento de los niveles de la hormona del crecimiento y el aumento de la masa muscular.
Según la Sociedad Internacional de Deporte y Nutrición (ISSN), debido al limitado volumen de investigaciones concluyentes, que de hecho asocian la suplementación de arginina con la ganancia de masa magra, no se recomienda el uso de este aminoácido para este fin.
Además del ISSN, también según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., el uso de este aminoácido para mejorar el rendimiento necesita más base científica.
Mejora el flujo sanguíneo, ¿verdad?
Para responder a esta pregunta tendremos que abordar la relación entre los vasos sanguíneos, la arginina y el óxido nítrico.
En primer lugar, el óxido nítrico es un gas que se produce en el cuerpo humano cuando el aminoácido L-arginina se convierte en L-citrulina en una reacción realizada por la acción de enzimas específicas de la L-arginina.
Este gas, a su vez, actúa sobre los vasos sanguíneos (endotelio) provocando su relajación (vasodilatación). Por esta razón, juega un papel fundamental en la regulación de la presión sanguínea, la inhibición de la agregación plaquetaria y la génesis de la aterosclerosis.
La administración oral de arginina se ha relacionado con la mejora del rendimiento físico, probablemente reduciendo la fatiga muscular. Este efecto estaría asociado a la vasodilatación promovida por el óxido nítrico, lo que daría lugar a un aumento de la perfusión muscular, y a una disminución del consumo de glucosa por parte de los músculos esqueléticos activos.
Dado que la administración prolongada de arginina aumenta la producción de óxido nítrico, su suplementación se ha relacionado con la mejora de la función muscular esquelética.
¡Así que la respuesta es sí!
Además, la mayoría de los estudios muestran que los efectos beneficiosos de la suplementación con L-arginina están directamente relacionados con:
- Mayor biodisponibilidad del óxido nítrico para las células, mejorando la disfunción endotelial (que es el inicio de las enfermedades cardiovasculares);
- Reducción del estrés oxidativo;
- Mejora de la dislipidemia (el colesterol y sus fracciones desequilibradas) y;
- Reducción de la resistencia a la insulina (que está asociada con el desarrollo de la diabetes).
Entre los principales efectos adversos de la suplementación oral de L-arginina citados por algunos estudios, se encuentran la aparición de molestias gastrointestinales, hipotensión (caída de la presión sanguínea, probablemente debida al efecto vasodilatador extremo), náuseas y diarrea. Sin embargo, la mayoría de los ensayos clínicos no informan de ningún efecto adverso.
A pesar de la escasez de estudios centrados específicamente en las dosis de los suplementos y su relación con los efectos adversos, la administración de suplementos de L-arginina aguda y crónica parece ser segura y no parece causar efectos secundarios relevantes que puedan comprometer la salud tanto de las personas sanas como de las personas con enfermedades cardiovasculares.
Otros efectos atribuidos a la arginina
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el uso del aminoácido en cuestión también puede ser eficiente en los siguientes casos:
1. Dolor en el pecho (angina)
La toma de L-arginina parece reducir los síntomas y mejorar la tolerancia al ejercicio y la calidad de vida de las personas con angina.
2. La presión arterial alta
Algunos estudios recientes han aportado pruebas de que la ingesta de arginina puede reducir la presión sanguínea en personas sanas, en individuos que tienen la presión sanguínea alta o ligeramente elevada con o sin diabetes.
3. Dolor en la pierna asociado a un flujo periférico insuficiente (enfermedad arterial periférica)
Las investigaciones sugieren que la toma de este aminoácido (por vía oral o intravenosa) durante un período superior a 8 semanas aumenta el flujo sanguíneo en las personas afectadas por el dolor debido a la enfermedad arterial periférica.
4. Mejora de la recuperación posquirúrgica
Tomar L-arginina con ácido ribonucleico y ácido eicosapentanoico antes o después de la cirugía parece ayudar a reducir el tiempo de recuperación.
Además, reduce el número de infecciones y mejora la curación de las heridas después del procedimiento quirúrgico.
5. Preeclampsia (presión arterial alta en el embarazo)
La mayoría de los estudios han demostrado que la ingestión de este aminoácido puede reducir la presión arterial en las mujeres con esa condición. Además, parece que la L-arginina también puede ayudar a prevenir esta condición.
6. Tratamiento para la disfunción eréctil
Trabajos recientes muestran que la arginina es un aminoácido importante para la producción de óxido nítrico endógeno, que es esencial para la erección y el mantenimiento de la misma.
Cómo tomar arginina y dosis recomendada
En general, estos suplementos se administran por vía oral, mediante una píldora o un líquido, y la dosis recomendada varía mucho entre los fabricantes.
En el caso de la L-arginina, la dosis recomendada por las empresas de suplementos varía entre 1500 y 5000 mg/día (normalmente dividida en 3 o 4 comprimidos al día).
Sin embargo, las dosis pueden variar según el sexo, la edad, el peso y las condiciones de salud de cada uno.
Así pues, corresponde al médico o al nutricionista evaluar la necesidad y la cantidad que debe prescribirse individualmente.
Además, no es aconsejable mantener las dosis altas durante mucho tiempo, ya que esto puede provocar estrés en el hígado y algunos daños en los riñones.
¡Siempre consulta a un nutricionista antes de comenzar cualquier suplemento alimenticio!
Si ya lo has hecho y te han recomendado el consumo de este suplemento, aquí te dejo un ejemplo de producto recomendado saludable. Aunque la arginina es buen suplemento, es importante elegir bien y fijarnos en su etiquetado nutricional:
Referencias bibliográficas:
Martínez-Augustín, O., & Sánchez de Medina, F. (2004). Arginina, óxido nítrico y función endotelial.
González, C., Vera PG, C., & Carvajal, J. (2012). Estudio clínico randomizado del efecto de la suplementación alimenticia durante el embarazo con L-arginina y vitaminas antioxidantes en pre-eclampsia en población de alto riesgo. Revista chilena de obstetricia y ginecología, 77(3), 243-245.
