Los mensajes yo cuestan poco y valen mucho, te ayudarán a mejorar la comunicación y poder expresar lo que te molesta sin ofender a nadie. Sigue leyendo y aprende cómo usarlos.
¿Qué son los mensajes yo?
Los mensajes yo son una habilidad de comunicación que nos brinda la posibilidad de compartir nuestros sentimientos y pensamientos teniendo presente la asertividad y empatía, por lo que la otra persona no se sentirá atacada.
Hacer uso de este tipo de mensajes evita que corramos el riesgo de culpar a la otra persona, sin intención; y que ésta al sentirse atacada, quiera responder de manera agresiva o preferir cortar la relación. Por el contrario, podemos lograr que esta persona nos entienda y quiera explicar el porqué de sus comportamientos.
Pues no se trata de qué error haya cometido el otro, sino en cómo me puede llegar a afectar. Eso es lo que se debe decir, teniendo como base el respeto y la sinceridad.
Es algo muy sencillo de poner en práctica; lo más importante es hablar en primera persona. Es decir, usar el “yo” como reemplazo del “tú”. Luego, hacer énfasis en el problema, hecho o acción del que queremos hablar; no de quién es el culpable. Y por último, explicar que sentimientos genera esa problemática.
Diferencias entre los mensajes yo y los mensajes tú
¿Cómo te sentirías si alguien te dijera: “Nunca eres puntual, ¿no puedes hacer nada a tiempo”? Es probable que muchos opten por gritar y resaltar los defectos de la otra persona. En ese cruce de palabras la reunión se arruinó.
Por otro lado, ¿Cómo reaccionarías ante: te pido por favor que, si por alguna razón te vas a retrasar, me avises para ajustar mis actividades y nos encontremos a una misma hora, ya que me molesta desaprovechar tiempo”? En esa frase no se está criticando, juzgando, ofendiendo. Al contrario, se ofrece una alternativa de solución al problema. Y por seguro, que la respuesta no será de mala forma, sino dispuesto a mejorar.
Imaginando estas conversaciones puedes notar las diferencias que hay entre los dos tipos de mensajes. Salta la vista que los mensajes tú acusan, y los mensajes yo expresan la idea respetuosamente. Esta idea expresada tiende a ser un sentimiento, hay que centrarse en los pensamientos que provocan las acciones del otro.
Suelen cometerse errores con los mensajes tú, porque se asume que es suficiente con que parezcan amables y no suenen agresivos. Por ejemplo, para el caso expuesto anteriormente, la persona que tuvo que esperar podría decir: “creo que deberías llamarme para avisarme que te demoras”. Y ese es un mensaje tú, ya que hace énfasis en la persona, en lo que hizo o no.
¿Para qué sirven los mensajes yo?
Como ya se mencionó, estos mensajes son una herramienta para comunicarse y pueden ser utilizados en muchas situaciones. Si la usas frecuentemente conseguirás que tus opiniones, deseos y sentimientos sean tenidos en cuenta, al ser expresados de forma efectiva y sin dañar la relación social. Pueden aplicarse en diversos contextos como:
Expresar críticas
Esta situación se presenta más en el ambiente académico o laboral, donde muchos optan por callar para no ganar enemigos o porque piensan que los mensajes yo son un signo de debilidad y no es así, es ser asertivo. Además, si aplicas esta técnica los demás te verán como alguien más accesible.
- “Según mi experiencia opino que sería mejor si…”
También sucede que se cree que al utilizar el “yo opino”, “yo creo” cumple con ser mensaje yo. Puede llegar a serlo, todo depende del resto de la frase. Por ejemplo: “yo opino que no sabes hacer nada” es muy insultante a pesar de tener un inicio amable. Las opiniones y creencias son fáciles de refutar, por lo que es mejor hablar sobre lo que sientes.
Pedir cambios de conducta
Todos somos conscientes de que tenemos defectos y es normal. Sin embargo, hay conductas que son muy difíciles de tolerar, o tan superficiales que podrían cambiarse fácilmente. Esto se debe manejar con mucho cuidado porque no se busca que la persona sienta que su forma de ser es pésima o imposible de aceptar.
Inicia utilizando expresiones como:
- “Cuando hiciste… sentí que…podrías por favor…”
- “Ayer en la tarde que dijiste…me hiciste sentir…por favor intenta…”
Decir lo que sentimos
Es muy común en las relaciones de pareja que alguno de los dos se siente mal por algo sucedido, y prefiere no decirlo para evitar problemas. Esta es una costumbre no saludable, lo correcto es hablar y hacer saber al otro qué siente. Si lo dice de manera correcta, es posible que lleguen a un acuerdo y no se repita el escenario En este caso se utilizan frases similares a:
- “Me incomoda o molesta mucho que…”
- “Me siento muy triste cuando…”
- “Yo soy muy nervioso y desespero cuando…”
Todos involucran decir realmente lo que se siente, sin miedo a sentirse vulnerable.
¿Cómo usar los mensajes yo?
Presta atención a como reaccionas ante los conflictos y determina qué tipo de mensajes usas. Si son los mensajes yo, vas por buen camino; si no, te aconsejo que desde ya empieces a practicarlo. Es difícil de creer que intercambiar las palabras yo y tu pueda ser útil, pero inténtalo y notarás la diferencia.
Pero no olvides que es tan solo una herramienta, no una fórmula mágica. Que utilices los mensajes yo, no garantiza que la otra persona acceda y se comporte como le has solicitado, pero podrás quedar tranquilo porque fuiste capaz de expresar el problema correctamente.
- Ser directo al hablar del problema o situación que está causando incomodidades. “Cuando dices…”.
- Describe cuáles son los efectos o qué es lo que causa esa situación, en lo posible que sean tangibles y concretos. “Sucede que…”.
- Expresa los sentimientos, deseos u opiniones que te genera; habla por ti mismo y sé sincero. “Yo siento que…”.
- No tengas miedo de decir qué es lo que necesitas, que es eso que te puede hacer sentir mejor o más cómodo, de manera clara. “Sería bueno que…”.
- Como sabes qué es lo que quieres, puedes proponer una solución. El problema causa menos conflicto si la solución está a la vista. “Considero…”.