El embotamiento afectivo emocional consiste es la dificultad para expresar emociones y sentimientos.
La pérdida global de emociones puede ocurrir después de eventos que causen mucho dolor al individuo, haciendo que simplemente no reaccione a las cosas que le suceden..
Según los psicólogos, las consecuencias pueden ser muy graves, y pueden llevar a la depresión e incluso al suicidio.
Principales causas del embotamiento afectivo
El embotamiento afectivo es un problema, a menudo relacionado con trastornos psicológicos existentes como la psicosis y la esquizofrenia.
Sin embargo, también afecta a las personas que han sufrido situaciones traumáticas o extremas, como catástrofes, agresiones, violencia física y psicológica o la experiencia de una muerte inminente.
El embotamiento afectivo también puede ocurrir cuando se está bajo una presión intensa, es decir, el individuo que está sobrecargado u oprimido por las obligaciones, la culpa y los contratiempos.
De la misma manera, los niños que han experimentado el rechazo de sus padres pueden volverse difusos y superficiales.
El trauma causa la internalización de la desafección y la falta de afecto en la relación con los padres. Así, pueden perderse en un mundo de fantasía e individual, evitando los intercambios afectivos y reproduciendo la distancia emocional con otras personas.
El embotamiento afectivo tiene efectos graduales, causando el entumecimiento progresivo de las emociones. Puede o no estar asociado con otros trastornos psicológicos. Se recomienda hacer un seguimiento psicológico para el tratamiento, ya que puede estar relacionado tanto con un episodio de depresión, como con un trastorno esquizoide de la personalidad.
También es un síntoma recurrente cuando hay consumo de sustancias psicoactivas.
Los principales síntomas relacionados con la ceguera afectiva
Hay muchos síntomas que evidencia que se sufre embotamiento afectivo, si bien, el diagnostico definitivo siempre debe ser llevado a cabo por un profesional.
Estos son algunos de los comportamientos principales de una persona con embotamiento afectivo:
1) Expresión no verbal -como la postura y la expresión facial- no coherente con la interacción social, a menudo no apropiada al momento o circunstancia, con oscilación o ausencia de expresión.
2) La indiferencia y la anestesia afectiva, que llevan a la persona no sólo a no expresar sentimientos, sino también a ser incapaz de sentir o ser sacudida por cualquier circunstancia, ya sea buena o mala.
3) Depresión grave, que va más allá de la apatía, debido a la indeseable coexistencia con otras personas, causando un aislamiento extremo. Puede llevar a una pérdida total de interés en la vida, incapacitando la desmotivación y consecuentemente al suicidio.
4) Síntomas físicos, como temblores, respiración sibilante, sudoración intensa, palpitaciones, muy relacionados con la ansiedad.
¿Qué es el aplanamiento afectivo?
El aplanamiento afectivo es un síntoma similar al embotamiento emocional, sin embargo, este suele ser un síntoma más rasgo. Dicho de otro, es síntoma relacionado con la personalidad.
Por ejemplo, el aplanamiento afectivo es bastante habitual en el trastorno de personalidad esquizoide, aunque de nuevo, también puede dar en problemas relacionados con el estado de ánimo.
Se caracteriza por una baja receptividad y respuesta emocional, tanto con las emociones positivas cómo con las emociones negativas. La persona que se encuentra “plana” a nivel afectivo-emocional, suele expresar que no tiene muchas emociones ni siente demasiado por las cosas que le rodean.
Cabeza embotada: causas
Tener la cabeza embotada es un síntoma diferente al embotamiento emocional. El embotamiento mental puede deberse a muchas razones: cansanción, enfermedad o incluso cómo síntoma secundario a otras trastornos psicológicos como la ansiedad o la depresión.
El la sensación persiste, ponte en contacto con un profesional para descartar un diagnóstico orgánico o psicológico.
Tratamiento para el embotamiento afectivo emocional
El embotamiento emocional debe tratarse con psicoterapia tan pronto como se perciba, ayudando al individuo a desarrollar e internalizar la importancia de las relaciones afectivas.
No está directamente relacionado con conductas reservadas o incluso antisociales, siendo el aislamiento una consecuencia del deseo de “no relacionarse” o interactuar con otras personas.
Lo más importante es identificar este problema, ayudando a tratar las causas del embotamiento, que es muy doloroso para el paciente y la familia. Si crees que tienes más de uno de los síntomas indicados, busca la ayuda de un profesional.
¿Es posible superar este trastorno?
El embotamiento afectivo es un síntoma común a muchos diagnósticos: desde aquellos que ocupan los trastornos psicóticos, a las depresiones graves. En otras ocasiones, es un rasgo parte de la personalidad. Es decir, no todas las personas tenemos la misma resonancia y reactividad emocional.
En estos casos, el embotamiento es un mecanismo de defensa mediante el cual la persona consigue aislarse del dolor.
Tanto en un caso como en otro, la mejoría es posible. Cuando es un síntoma que acompaña a un trastorno como es la depresión, cuando esta se cura, el síntoma remite. En los casos que no referimos a una cualidad más intrínseca de la persona, entonces el trabajo debe ser más profundo para poder conectar con el sentir y el dolor.
Referencias bibliográficas:
Pascual, S., Solé, B., Castillón, J. J., Abadía, M. J., & Tejedor, M. C. (2005). Prosodia afectiva y reconocimiento facial y verbal de la emoción en la esquizofrenia. Revista de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de Barcelona, 32, 179-183.
Echeburúa, E., & Corral, P. D. (2007). Intervención en crisis en víctimas de sucesos traumáticos:¿ Cuándo, cómo y para qué. Psicología conductual, 15(3), 373-387.
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