La ludopatía es una de las enfermedades mentales que más dolor causan tanto a la propia persona que la padece cómo al entorno que le rodea.
Por esta razón, en este artículo voy a tratar de proporcionar una guía sobre cómo ayudar a un ludópata, si eres familiar, pareja u otro tipo de allegado.
¿Qué significa “ser” un ludópata?
El primer apunte que me gustaría hacer es aclarar que no existe el ludópata, sino la persona con ludopatía. La ludopatía o adicción al juego es un trastorno mental que entra dentro de la categoría diagnóstica de los trastornos adictivos sin sustancias.
Esto es, no hace falta que haya por medio una sustancia cómo el alcohol, la marihuana, la cocaína u otros para desarrollarse una adicción. De hecho, una adicción puede ser a cualquier cosa.
Como todo problema psicológico, la adicción tiene un parte genética/biológica y una parte aprendida o personal/emocional. En los casos de ludopatía, también es frecuente que coincida con la adicción al alcohol.
Si bien es cierto que numerosos estudios apuntan a que las personas adictas podrían tener algunos rasgos biológicos generales y que son heredados, lo cierto es que la adicción (independientemente del tipo que sea) surge cómo un intento de solución para el mal estar interno.
Las adicciones son una forma de evadirse de la realidad y conectar con una alternativa que se encuentra mediatizada por un refuerzo contextual (ganar dinero) y fisiológico (subidón de dopamina)
¿Tiene cura la ludopatía?
La adicción al juego es uno de los trastornos mentales más incapacitantes, ya que sus efectos pueden ser devastadores, ya que la persona adicta puede haber comprometido gran parte de su capital instaurándose en la ruina e incluso asumiendo dudas que no podrá resolver.
Además, es un problema psicológico con un gran estigma y que suele costar mucho reconocer (cómo veremos más adelante), lo cual hace que el problema se cronifique en silencio.
Cuando hablamos de trastornos adictivos y en general en psicopatología, no tiene mucho sentido hablar de cura, ya que las personas somos siempre susceptibles de tener una recaida. Sin embargo, la ludopatía tiene tratamiento psicológico y es posible volver a tener una vida completamente funcional.
Una de las dificultades de este problema psicológico es la disponibilidad. Cómo ocurre en el caso del alcohol, las oportunidades de “consumo” son muchas. Cada vez son más frecuentes los salones de juego y los locales de apuestas en las grandes ciudades. Esto desde luego que no facilita la salid del trastorno.
¿Qué podemos hacer para ayudar a una persona con adicción al juego?
Para poder determinar el tipo de ayuda que debemos prestar y sobre todo, cómo enfocarlo, es necesario conocer en qué punto y condiciones se encuentra la persona con ludopatía. Vamos a ver tres posibilidades.
1. Cómo ayudar a una persona con ludopatía que no lo reconoce
La negación es una de las reacciones más habituales en este tipo de trastornos. Cuando el problema parece solamente un afición y la persona aún no ve que ya no controla el juego, si no que el juego le controla a él.
En este punto la persona puede reconocer que se está “pasando” y que en algún momento debería parar, pero no se encuentra con la intención inmediata de hacerlo. Esto se llama la fase de precontemplación.
Este seguramente sea el escenario que más impotencia genera en el entorno ya que ven cómo la persona no entra en razón y tampoco pueden abandonar a la persona a su suerte. Estos serían algunos consejos prácticos que podemos llevar a cabo:
- No culpabilizar: genera mucha frustración ver cómo la persona que queremos destruye su vida, sin embargo, tenemos que entender que la ludopatía es un problema psicológico.
- Ponernos serios: En el otro lado, en muchas ocasiones se genera una conspiración del silencio entorno a los problemas relacionados con la adicción. Lo mejor es destapar la liebre y darle la importancia que se merece al problema.
- En la fase de precontemplación lo importante es llegar a despertar la conciencia de problema, no de solucionarlo. Para ello, aunque podamos sentirnos pesados y abrumadores, es importante repetir el mensaje de qué “es necesario pedir ayuda para este problema”.
- Mostrar preocupación por la persona, no por su dinero: Uno de los problemas frecuentes es que la persona con adicción al juego defiende la idea de “puedo hacer con mi dinero lo que me plazca, que para eso me lo he ganado”. Es importante dar a entender que la preocupación es la persona, no por controlarle ni juzgar sus decisiones.
2. Cómo ayudar a una persona ludopatía que es consciente del problema
Aunque reconocer el problema es el primer paso cómo suele decirse, esto no quiere decir que el trabajo ya esté todo hecho. Una vez que la persona es consciente de la gravedad el trastorno y ha decidido ponerle remedio (de verdad), la tarea no es sencilla ya fenómenos como el craving van a aparecer.
Estos son algunos consejos prácticos que podemos llevar a cabo si la persona se encuentra en un momento donde no puede controlarse por sí sólo:
- Si la persona vive en un barrio con muchos locales de juego, quizás sería conveniente mudarse, al menos durante una temporada. No podemos vivir con los ojos vendados, pero sí al menos evitar al máximo posible la exposición al estímulo discriminativo.
- Que un tercero o tercera ejerza como fuente de administración. Esto es algo que suele dará vergüenza tanto proponerlo cómo solicitarlo, pero es una de las medidas más efectivas.
- Hoy día uno de los mayores riesgos son los teléfonos móviles. En ellos encontramos una posibilidad constante para jugar. Una solución puede ser anular las tarjetas temporalmente.
- Otra opción es pedir a los locales cercanos que no dejen pasar a la persona con adicción al juego al interior de los mismos si lo intenta, explicando que tiene un problema de adicción. Esto por supuesto, se hace de manera colaborativa con la persona adicta. Es posible por ejemplo dejar una fotocopia del DNI.
¿Y si es mi hijo quién tiene ludopatía?
Si tu hijo es menor, mi consejo es que no te andes con medias tintas. Entiendo que si estas leyendo esto es porque estas desesperado o desesperada y ya no sabes que hacer o que es mejor, si dejarle o ponerte serio/a.
A lo menores tenemos que protegerles y aunque se enfaden con nosotros, tenemos que ser una autoridad con cariño. En la medida de lo posible explicarles porque hacemos las cosas y hacerles llegar el mensaje de que lo hacemos por protegerles.
¿Y si es mi pareja?
Uno de los casos más frecuentes en estos casos es de la una pareja codependiente con una persona adicta. Muchas veces es la relación codependiente la que refuerza la adicción, ya que es quién mantiene económicamente a la persona adicta.
Es importante entender que ayudar no significa necesariamente dar a la otra persona lo que pide. En estos casos, lo más aconsejable en muchos casos es la separación.
Referencias bibliográficas:
Echeburua E, de Corral P. Juego responsable: ¿una alternativa para la prevencion y el tratamiento de la ludopatia? [Responsible gambling: is it an alternative for prevention and treatment of pathological gambling?]. Adicciones. 2008;20(4):321-5. Spanish. PMID: 19115019.
de Pablo J, Pollán M, Varo JR. Análisis de comorbilidad entre síndrome de dependencia del alcohol y ludopatía en pacientes en tratamiento en centros de salud mental [Analysis of comorbidity between alcohol dependence syndrome and pathological gambling in patients receiving treatment in mental health centres]. An Sist Sanit Navar. 2002 Jan-Apr;25(1):31-6. Spanish. doi: 10.23938/ASSN.0789. PMID: 12861301.