Las autolesiones son la expresión psicológica de un mal estar emocional. Suelen equipararse con el suicidio, sin embargo, ¿guardan relación?
En este artículo vamos a conocer las causas de las autolesiones y como reaccionar ante un caso de este tipo.
¿Qué son las autolesiones?
A nivel superficial, definir las autolesiones es una tarea sencilla: es una forma de ejercer la heteroagresión (agresión hacia uno mismo), generalmente en forma de cortes en los brazos o en otras partes del cuerpo como pueden ser los muslos.
Yendo un poco más allá, las autolesiones son una manera de canalizar el dolor emocional, es decir, son una estrategia de regulación emocional.
Aunque pueda parecer contradictorio, infringirse dolor físico puede ser una forma de calmarnos. La razón es que el dolor físico centra nuestra atención en él, provocando que nos olvidemos del resto de pensamientos. Además, después de un corte y sangrar, suele haber una liberación de endorfinas que contribuyen a alcanzar un cierto estado de relajación.
Contado así, puede parecer algo positivo, sin embargo, las autolesiones son la expresión de un dolor profundo y de una carencia de otro tipo de habilidades de regulación emocional. Son un síntoma que debe tratarse, ya que pueden llegar a convertirse en una estrategia de afrontamiento donde la persona cada vez necesita llegar más lejos para sentir el mismo nivel de placer o tranquilidad.
Igual que ocurre en las adicciones.
¿Guardan relación con el suicidio?
En principio las autolesiones y la ideación autolítica no tienen porque encontrarse emparentadas. Inmediatamente cuando vemos que alguien se autoinflinge daño a sí mismo pensamos que es posible que tenga alguna ideación suicida.
Tanto ideación suicida como las autolesiones comparten un detonante común, el dolor emocional y la desesperación. Sin embargo, una persona que se autolesiona no tiene porque expresar la intención de acabar con su vida y viceversa.
¿Porqué las autolesiones son más frecuentes en adolescentes?
Durante los últimos años, los profesionales de la salud mental hemos experimentado un notable crecimiento del uso de la autolesión entre los adolescente. Esto, bajo mi punto de vista, se debe al acceso demasiado temprano que tienen los más jóvenes a determinadas fuentes de información para las que no se encuentran suficientemente maduros.
Además de esto, es “lógico” que las autolesiones sean en esta dónde más presentes están ya que la adolescencia es una época de cambio, de emociones “raras” y de muchas dudas.
Con esto no estoy diciendo ni mucho qué, que un adolescente se autolesione no sea motivo de alarma ni que “sean cosas de la edad”. Simplemente, que es una edad donde sufrimos una serie de cambios hormonales que alteran nuestra homeostasis interna y que además, aún no se ha madurado.
¿Cómo hay que actuar ante las autolesiones?
Lo primero que debemos tener claro es no culpar a la persona que se autolesiona, ni mirarle con ojos de estar haciendo algo muy grave. Es cierto que es motivo de preocupación, pero más que por la autolesión, por lo que expresa esta.
Es decir, si una persona autolesiona es que está sufriendo por algo y no está encontrando otra manera de darle salida a lo que siente. Esto es lo que realmente nos debe importar.
No tienen porque ser grandes traumas o problemas puntuales muy gordos, como te decía, la adolescencia es una época difícil donde los mas jóvenes es muy posible que no estén sabiendo canalizar todo lo que les sucede.
En el caso de las autolesiones en adultos, el enfoque es el mismo: seguramente existan dificultades para regularse emocionalmente.
En segundo lugar, el paso a dar es solicitar ayuda profesional. Como te decía antes, no debemos correr el riesgo de asumir que “son cosas de la edad”. Proteger a la persona es brindarle los recursos necesarios para reciba ayuda de un psicólogo que le pueda enseñar a relacionarse con su mundo interno de otra manera.
¿Cuáles son las causas de las autolesiones?
Las causas de las autolesiones pueden ser varias, y casi siempre son multifactoriales. A pesar de resultar un poco repetitivo y pesado, las autolesiones son una respuesta a la tensión emocional, por lo que serán más frecuentes en aquellos casos donde la persona tiene dentro de sí una intensidad emocional con la que no puede.
Esto ocurre en la adolescencia, pero también en algunos trastornos psicológicos como son el trastorno límite de personalidad o el trastorno bipolar.
También puede ser un síntoma que aparezca en trastorno como la depresión, donde el dolor y la desesperación por no saber como salir de este estado es muy alta.
¿Cómo evitar las autolesiones?
Por lo general, las personas que se autolesionan no ven el riesgo a largo plazo que tiene mantener esta conducta, o simplemente, se encuentran tan mal que en ese momento no valoran dichas posibles consecuencias.
La forma de evitarlas es recibir ayuda psicológica que nos proporcione herramientas de regulación alternativas, y además nos atienda y ofrezca solución para aquellas otras cosas de carácter personal que nos están haciendo sufrir.
En muchos casos, es necesaria también la intervención farmacológica con el fin de ir reduciendo la sintomatología ansioso y/o anímica, Si bien la medicación no nos va a enseñar a regularnos emocionalmente, puede ser una forma de ponerles diques al mar.