Como gestionar las emociones negativas y que son realmente

El interés por aprender a tener una relación más positiva con nuestras emociones esta en auge y esto, lejos de ser un problema, en ocasiones nos confunde en poco.

En consulta escucho a mis pacientes hablar sobre cosas que han oído hablar a “gurús de la inteligencia emocional” y que sin duda, no están bien orientados.

Por esta razón, he querido hacer este artículo y explicar que son realmente las “emociones negativas” y cómo gestionarlas. ¡Vamos!

No digas emociones negativas, di desagradables

Desde que en el año 1995 Daniel Goleman publicase su libro Inteligencia emocional se ha producido un auténtico boom por todo lo relacionado con gestionar mejor las emociones.

A mí personalmente, es un libro que no me gusta nada. Entre sus muchos patinazos, se encuentra el de dividir el mundo de las emociones en dos: las positivas y las negativas.

Emociones positivas y negativas

Catalogar las emociones en grupos de positivas y negativas, supone afirmar que hay un tipo de emociones que debemos  potenciar (positivas) y otras que debemos evitar (negativas).

Esto también es bastante frecuente en el positivismo mal entendido que propone en ocasiones la psicología positiva.

Sin embargo, hoy día sabemos (o deberíamos saber) que todas las emociones tienen un valor adaptativo, como por ejemplo, sentir empatía. Esto por ejemplo, fue reflejado a través de la maravillosa película de Del revés (Inside out).

Por lo que tiene más sentido hablar de emociones desagradables y no de emociones negativas.

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Lista de las llamadas “emociones negativas”

En este punto es importante aprender a diferenciar entre tipos de emociones y sentimientos. Las emociones son reacciones universales que tenemos todos los humanos. Tanto una persona del Sáhara cómo tu, sentiréis las mismas. La diferencia radica en que os suscita dicha emoción, y con, entenderemos que son los sentimientos.

Con un ejemplo lo veremos más claro:

La rabia es una emoción universal. Sin embargo, no en todas las partes del mundo las personas se enfadan por lo mismo. Por ejemplo, si de repente conoces que tu pareja te engaña, es posible que tengas un gran sentimiento de traición, celos u otro (sentimiento), acompañada de rabia (emoción).

Sin embargo, en muchos pueblos africanos, el concepto de fidelidad y monogamia no existe, de modo que si encuentran a su pareja con otra persona, es muy probable que no sientan ira.

La lista de emociones básicas desagradables y que nos generan mal estar a las personas suelen ser bastantes pocas: rabia, miedo, culpa y tristeza.

Sin embargo, de aquí pueden miles de sentimientos diferentes: incertidumbre ,traición, rencor, arrepentimiento, inseguridad, étc.

Como controlar las emociones negativas

Como decíamos antes, no existen las emociones negativas, pero sí que son desagradables. Por esta razón, no vamos a disfrutar de su estancia en ellas y si nos quedamos mucho tiempo en ellas, sufriremos.

Las emociones consideradas negativas, en realidad son información. El problema de tratarlas como algo negativas en salud mental, es que incorporamos el mensaje de evitarlas y no sentir. Esto se llama negación y el mecanismo para hacerlo es la supresión emocional.

Cuando llevamos a cabo la supresión de las emociones, nos desconectamos de nosotros mismos. El dolor tenemos que poder sentirlo para estar completos, aunque evidentemente nadie quiera quedarse a vivir en él.

Te contaré una historia para que lo entiendas:

En la carrera me contaron el caso de un boxeador que tenía analgesia congénita (por más que he buscado el nombre y la historia, no he conseguido dar con ella). El caso es que este boxeador podía combatir hasta la extenuación, lo cual le daba una ventaja clara respecto a sus rivales.

Sin embargo, un mal día, falleció en un combate. ¿Por qué? como no era capaz de percibir los mensajes que le enviaba su cuerpo, esta desinformación sobre como se encontraba acabó con su vida.

Gestionar mejor que controlar las emociones

De nuevo, puede que sólo sean palabras, pero yo creo que es importante. Cuando hablamos de control de las emociones, parece que nos referimos a ponerle una correa a las emociones y tenerlas atadas en corto.

Sentir es inevitable, de hecho, es una suerte aunque en muchas ocasiones duela. Las personas que tienden a controlar las emociones, tienden a racionalizar. En el otro lado de la moneda, tenemos el descontrol emocional, que es la impulsividad y el caos.

Sin embargo, ¿que tenemos en medio del control/descontrol?.

Se llama regulación emocional y es la habilidad que realmente tenemos que trabajar. Esta consiste en sentir, escucharnos y luego decidir que hacer con lo que sentimos.

el objetivo es poder sentir dentro de lo que en psicología se conoce como ventana de tolerancia, pero no se trata de suprimir la emoción.

Evidentemente, en un post esto no es algo que puedas aprender. Mi intención con este artículo es orientarte y que sepas por donde van los tiros. Además, aprendiendo a regular acabarás sintiendo mayor satisfacción que si simplemente te apagas o estas fuera de cobertura.

Trabajar la regulación emocional es un curro diario, donde debemos hacernos conscientes de nuestros pensamientos, distorsiones, etc. Para ello, entrenar habilidades meditativas o formarnos en mindfulness, puede ser de las mejores ideas.

Y cómo no, si no sabemos hacerlo solos, ir al psicólogo.

Si no sabes como conseguir pacientes a través de Internet, esta guía te dará claridad.