¿En qué consiste el autoconocimiento realmente?

En la exitosa película del siglo XXI, Matrix, hay una escena particularmente reveladora. El protagonista, Neo, visita a la enigmática Oráculo, quien tiene la tarea de guiarlo y revelarle si es ‘El Elegido’.

Al entrar en su hogar, se encuentra con una frase inscrita en la puerta que dice “Temet Nosce“, que se traduce como “conócete a ti mismo”. De acuerdo con el Pew Research Center, los millennials, generación a la que pertenezco, somos los que más invertimos en terapias, coaching personal, entrenamientos, dietas y, en general, todo lo relacionado con el desarrollo personal. De hecho, gastamos el doble que los baby boomers.

En esta cultura de autocuidado y desarrollo personal, un aspecto sobresale por encima de todo: el autoconocimiento. Cada año, se generan miles de millones en ventas de productos y servicios que buscan alcanzar este codiciado objetivo de autoconocimiento, un objetivo que parece nunca llegar a su fin. Existe una creencia generalizada de que cuanto más te conozcas, más probabilidades tendrás de llevar una vida plena de felicidad y significado. Esta es una idea con la que habría estado de acuerdo durante gran parte de mi vida, pero que comienzo a cuestionar a medida que adquiero más conocimiento sobre el tema.

Por lo tanto, en este artículo intentaré responder a la pregunta: ¿En qué consiste realmente el autoconocimiento?

¿Qué es el autoconocimiento?

Antes de responder, vamos a definir qué es el autoconocimiento. Puede ser muy atractivo decir, por ejemplo, en una cita de Tinder, que has realizado un gran trabajo personal, que has trabajado con los mejores terapeutas, coaches o incluso has participado en terapias psicoanalíticas profundas. Sin embargo, ¿cuál es el verdadero valor del autoconocimiento? ¿Qué te aporta a nivel personal? ¿Qué cambia en ti? ¿Qué se logra cuando te conoces más a ti mismo?

Autoconocimiento vs. autoconciencia

Introduciré un nuevo término: la autoconciencia. Los humanos no solo pensamos, sino que también somos conscientes de nuestros pensamientos, a esto se le llama metapensamiento.

Permíteme darte un ejemplo. Imagina que estás teniendo un mal día y mientras caminas por el metro, alguien te choca accidentalmente. Automáticamente, debido a tu estado de ánimo previo, piensas que esa persona lo hizo a propósito para molestarte. Sin embargo, después de unos segundos, te tranquilizas y te das cuenta de que probablemente fue un accidente, pero debido a que estás a la defensiva, lo interpretaste de esa manera. Esta habilidad para distanciarnos de nuestros pensamientos y darnos cuenta de que no todo lo que pensamos es real se llama difusión, y es una habilidad crucial para no creer todo lo que pensamos.

Por lo tanto, la introspección sería esa capacidad que tenemos para identificar nuestros pensamientos o emociones y asociarlos con recuerdos, estados emocionales u otros factores. Básicamente, tener una visión amplia de lo que sucede dentro de nosotros. Sin embargo, la autoconciencia no solo implica la capacidad de pensar sobre nuestros pensamientos, sino también de considerar cómo los demás nos ven, nos perciben y nos consideran.

Libro recomendado para practicar el autoconocimiento

Este libro sobre autoconocimiento es una herramienta esencial para aquellos que buscan entenderse mejor a sí mismos a través de ejercicios prácticos. Consta de 21 ejercicios detallados, cada uno diseñado para explorar distintos aspectos del ser. Estos ejercicios son paso a paso, facilitando a los lectores la implementación en su rutina diaria.

El enfoque del libro es ayudar a los lectores a descubrir sus creencias limitantes, entender mejor sus emociones, y desarrollar una mayor conciencia de sus pensamientos y acciones.

Lo más destacado de este libro es su capacidad para guiar a los lectores en un viaje de autoexploración de una manera estructurada y sistemática. Al finalizar los 21 ejercicios, los lectores no solo habrán adquirido una mayor autoconciencia, sino también herramientas prácticas para continuar su crecimiento personal más allá de las páginas del libro.

 

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Beneficios del autoconocimiento

Siguiendo con el ejemplo del metro, si alguien me choca y yo reacciono de manera violenta o abrupta, entonces quien no me conozca y vea cómo reaccioné, podría pensar que soy una persona de mal humor, conflictiva o intolerante.

Sin embargo, si estoy con un amigo y reacciono de esa manera, y sé que él sabe que no soy una persona violenta ni suelo tener ese tipo de respuestas, pensaré que simplemente lo atribuirá a que estoy teniendo un mal día. Esta capacidad para diferenciar la percepción que un extraño puede tener de mí en comparación con la de un amigo, también es proporcionada por la autoconciencia.

Por ejemplo, las personas con síndrome de Asperger tienen esta capacidad muy reducida, lo cual explica por qué presentan comportamientos socialmente inadaptados.

Es como si no se dieran cuenta de que les cuesta pensar sobre sus estados internos, pero también considerar cómo los demás los perciben. Que la mayoría de las personas puedan hacer esto más o menos bien se debe a un fenómeno mental llamado mentalización. La mentalización es la capacidad para interpretar comportamientos propios o de otras personas gracias a la atribución de estados mentales.

Como en el ejemplo que acabo de dar, mi amigo puede atribuir que estoy enfadado y por eso reacciono de esa manera. Sin embargo, esta capacidad de mentalizar no es innata, se aprende. ¿Y cómo se aprende? A través de las relaciones de apego, algo a lo que los psicólogos le damos mucha importancia.

Cuando de pequeños hemos tenido cuidadores o referentes que nos consideran y nos cuidan, desarrollamos la capacidad de pensar y considerar a los demás también. Por esta razón, algunos trastornos psicológicos más o menos graves, como el trastorno límite de personalidad, carecen de estabilidad de mentalización y se relacionan con problemas de apego. Como no han podido desarrollar esta capacidad, la terapia se convierte en el espacio donde, con tu terapeuta, puedes comenzar a desarrollarla.

Es posible que en este punto de artículo estés pensando que estoy dando muchas vueltas al tema, pero creo que es importante que si vamos a hablar sobre si el autoconocimiento es bueno o malo o es necesario, primero entendamos a qué nos referimos. Y de alguna manera, estamos viendo que sí, que un cierto nivel de autoconocimiento y capacidad de introspección tiene beneficios para la salud mental.

¿El autoconocimiento también puede ser peligroso?

Pero ahora vamos a ver el otro lado de la moneda. Hay una científica muy famosa llamada Tasha Eurich que ha escrito uno de los libros más influyentes sobre el tema de la autoconciencia, titulado Insight. El libro es increíblemente complejo y, aunque está en inglés, plantea cuestiones muy complejas. Para no alargar demasiado este artículo, voy a centrarme en una de las principales cuestiones que se plantean: ¿por qué las personas tenemos un deseo tan fuerte de autoconciencia o autoconocimiento?

Es decir, ¿por qué, en lugar de ver Netflix y convertirnos en una ameba, vemos videos en YouTube de gurús de crecimiento personal para conocernos más a nosotros mismos? Bueno, quien lo haga, porque evidentemente esto no atrae a todo el mundo y ahí está la cuestión.

Por cierto, a mí me encanta entrar en modo ameba después de un largo día de consultas.

Creo que tanto tú como yo sabemos que el ser humano tiene un deseo innato de comprender las cosas, de cuestionarse y buscar respuestas. Sin embargo, ¿qué sucede cuando quieres entender todo lo que ocurre dentro de ti y cada aspecto oculto de tu personalidad?

Tener explicaciones de las cosas que suceden a nuestro alrededor es muy placentero porque nos proporciona una sensación de orden y confort. ¿Y qué deseo es mayor que el de sentir orden y confort dentro de nosotros mismos? El problema es que satisfacer este deseo no siempre es algo positivo, ni siquiera posible en muchas ocasiones. De hecho, puede convertirse en un comportamiento compulsivo, especialmente para aquellas personas que tienen una personalidad más obsesiva y una necesidad extrema de control.

Una persona que ha estado en terapia durante 10 años, y sí, existen casos así, que cada semana se sienta junto a otra persona para analizar cada evento que ocurre en su vida, cada pensamiento, cada palabra, y no solo analiza, sino que también interpreta, es factible. De hecho, he visto casos de personas que entran en un ciclo de sobre-análisis constante.

Analizan cada cosa que dicen, cada cosa que hacen, cada pensamiento que tienen. Aunque es cierto que tener un buen nivel de introspección es positivo y que desarrollar esa capacidad de autoconciencia para entender nuestros estados emocionales también lo es, sucede de la misma manera que ir al extremo opuesto puede ser muy perjudicial.

Porque seamos sinceros, el ser humano no es completamente racional, goza de una gran irracionalidad. Y si quiero entender cada cosa que me sucede, si por ejemplo un día me duele el estómago y tengo que analizar si esto se debe a que he discutido, o a que tengo un trauma de no sé dónde, es agotador.

Lo que descubrió la Dra. Tasha Eurich

La doctora Eurich, en su investigación, encontró algo muy interesante: las personas que pasan más tiempo reflexionando sobre sus sentimientos y pensamientos no necesariamente son más conscientes de sí mismas. Hay muchas personas que están tan inmersas en el crecimiento personal que tienden a interpretar las cosas que les suceden en lugar de entenderlas.

Por ejemplo, buscar una lógica o una razón para todo lo que nos sucede puede llevarnos a construir narrativas que en realidad no son verdaderas, son solo eso, narrativas. Puedo ver a un gurú de crecimiento personal un día, a otro al día siguiente, y recibir tal cantidad de información que mi cabeza, precisamente, se desordena y trato de entender constantemente lo que me sucede, lo que en realidad me confunde aún más.

He visto esto en terapia con personas que venían de terapias psicoanalíticas muy largas y muy interpretativas, donde las personas me contaban una historia de su vida que estaba totalmente desconectada de sí mismas. Era una construcción, una historia, un cuento, una narrativa que habían creado junto a su terapeuta durante esos años de terapia.

Es natural querer darle sentido a nuestra experiencia, de hecho, es algo que en muchos casos es saludable y que queremos tener una coherencia interna. Sin embargo, a veces caemos en la invención y esto nos desconecta y nos genera más incoherencia que coherencia. Así que ten cuidado con tanta luz, podrías cegarte.

Lo que sucede es que estos discursos son muy atractivos y es muy fácil enganchar a las personas que, como mencioné, tienen esa necesidad de control o de sentido interno, o que se sienten vacías y necesitan darle un significado a las cosas que les han sucedido o les están sucediendo. Además, la mayoría de los mensajes que promueven este tipo de gurús carecen de sentido y lo que nos proporcionan es una especie de significado en la nube.

Eso significa que realmente nos desconecta más de nuestra experiencia y lo que nos proporciona, como mencioné antes, es una narrativa que nos confunde aún más.

Comentarios finales

Lamento decirte que la terapia, la verdadera terapia, no es esto y que el autoconocimiento, una de las cosas que lo hacen tan rentable, es que nunca termina. Siempre tendrás más cosas que descubrir y más aspectos en los que conocerte a ti mismo.

Cada uno puede hacer lo que quiera, pero me interesaba hacer este video para que conozcas el otro lado de la moneda y entiendas por qué el autoconocimiento puede llegar a ser autodestructivo.

Se trata de arrojar luz sobre tu lado oscuro, necesitas ser capaz de ver el bosque, pero no cada árbol que lo compone. Y muchas veces, desde ciertos tipos de terapias o libros de crecimiento personal o gurús o lo que sea, todo lo que hemos visto en este post, lo que te venden precisamente es esta idea de que serás capaz de ver cada árbol que compone tu bosque. Y esto simplemente no es cierto.

Bueno, no te aburro más, creo que el mensaje ha quedado claro.”