La dieta pescetariana, cada día va ganando más seguidores. Hacer un seguimiento a las decenas de tipos de dietas que existen en la actualidad, es sin duda un motivo para volverse loco.
Ovo-lácteo-veganos, lácteo-veganos, veganos puristas, vegetarianos, cetogénicos, etc, etc, etc. Es prácticamente imposible seguir cada tendencia de dieta, pues, algunas sólo son modas pasajeras de un par de meses.
Muchas dietas son mono-consumidoras de un tipo de alimento, con supresión de otros o con una saturación de consumo de un solo grupo alimenticio.
Las dietas de uni-consumo ¿Son útiles y eficientes? ¿La privación de otros grupos alimenticios, no podrá ser perjudicial para la salud?
No lo sabemos. Pero en el mundo hay cientos de expertos que sí conocen muy bien sobre los beneficios y perjuicios de este tipo de dietas. Hemos consultado su opinión, en la búsqueda de una respuesta imparcial, científica y con apoyo en bases empíricas.
Dieta pescetariana: ¿Qué es?
Una dieta pescetariana, es mucho más simple de lo que creemos y resulta que es una de las dietas más comunes en el mundo entero. Obviamente, sin un nombre tan sonoro o siquiera, con una clasificación.
La dieta pescetariana, está basada en el consumo exclusivo de vegetales y derivados de los vegetales. Asimismo, usa al pescado, mariscos, crustáceos y moluscos como fuente proteica.
Existen variaciones del pescetarianismo. Por ejemplo, existen personas que sólo consumen pescado y no consumen marisco u otros frutos del mar.
Otros consumen sólo determinado tipo de pescado y otros son veganos estrictos, que permiten el consumo de una porción de pescado como fuente proteica.
Algunos pescetarianos, no consumen huevos, leche o quesos. Otros tampoco consumen miel u otro derivado del animal.
Muchas personas se hacen pescetarianos por convicción filosófica y ética ambiental. Sus convicciones político-sociales les hacen rechazar cualquier explotación animal.
Otros lo hacen desde el punto de vista de la salud. El consumo de carnes rojas, aves de corral y productos cárnicos están considerados por estos, como altamente perjudiciales.
Ejemplos de dieta pescetariana
Este tipo de dieta ha sido consumida por muchos pueblos costeros del mundo entero por siglos.
En muchos lugares de la tierra, no hay posibilidades de una ganadería y el consumo de aves no está difundido. Por lo que las dietas de muchos pueblos, se basan exclusivamente en pescado y mariscos.
Otras poblaciones, por motivos religiosos, no consumen carnes rojas, cerdos, aves de corral u otras carnes.
Los hindúes, no comen carnes rojas pues la vaca es un animal sagrado, no consumen huevos porque es una vida en potencia. Un animal puede ser la reencarnación de un antepasado, por ello no los consumen.
El cerdo es un animal prohibido en muchas religiones como el islamismo, judaísmo y algunos cristianos ortodoxos.
Los pescados con aletas y escamas, son permitidos en casi todas las religiones, no sucede así con los mariscos y crustáceos.
¿Es buena idea seguir este tipo de dieta para adelgazar?
En términos generales, la dieta pescetariana, tiene todos los elementos nutricionales necesarios para ser balanceada.
Es decir, el consumo de proteínas, carbohidratos, grasas, minerales y otros nutrientes, está garantizado con este tipo de dietas.
El pescado, es una de las fuentes de proteínas más saludables de la naturaleza. La proteína que aporta el pescado, es de fácil digestión y las cadenas moleculares son de metabolismo lento.
Por lo tanto, el pescado, puede funcionar como un soporte nutricional adecuado. Con una ración de 100 gr de pescado, podemos saciar el hambre por un buen tiempo.
Sin embargo, no podemos decir lo mismo de los mariscos, moluscos, crustáceos y demás frutos del mar.
Aunque tienen un sabor exquisito, y su carne tiene un gran contenido proteico, el contenido de triglicéridos y LDL, de algunos mariscos es muy elevado.
Aunado a ello, los mariscos acumulan gran cantidad de metales pesados, contaminantes, organofosforados y otros elementos perjudiciales a la salud.
Por ello, aunque son una excelente fuente de proteínas, el alto consumo de mariscos y frutos del mar, no es tan recomendable.
En términos generales, la dieta pescetariana, es una excelente forma de adelgazar, consumiendo una dieta equilibrada y de alto valor nutricional.
¿Qué alimentos están prohibidos?
Como hemos dicho, la alimentación pescetariana, tiene uno de los valores nutricionales más elevados de la actualidad.
El pescado, es una proteína de gran valor alimenticio, especialmente los pescados de carnes blancas como la merluza, pargo, lubina y otros.
Los pescados de carnes azules como el atún, sardina o salmón, son altas fuentes de proteínas y contienen uno de los niveles de omega 3 más elevados.
Sin embargo, existen ciertos pescados y frutos del mar que deben evitarse al máximo durante el consumo de una dieta pescetariana.
Los mariscos como la gamba y el langostino, contienen más o menos 200 mg de LDL por cada 100 gr de carne. Los crustáceos como el cangrejo o el bogavante, están llenos de triglicéridos y cadenas de ácidos grasos saturados.
Los pescados como tiburones y pez espada, conviven en zonas que se conocen por su alta concentración de mercurio, cadmio y otros contaminantes.
Los mejillones, ostras y almejas, son muy susceptibles a la contaminación y a elementos nocivos para la salud.
Menú pescetariano
La confección de un menú pescetariano, es bastante sencillo. Consiste en buscar el perfecto equilibrio entre los vegetales, verduras, pescados, mariscos y frutas.
La búsqueda de fuentes de proteínas vegetales de alta calidad, debe estar combinada con un correcto balance de hidratos de carbono.
Es muy común que en la sustitución de carnes rojas o de aves, se tienda a un mayor consumo de tubérculos y cereales. Algunos tubérculos como la papa, yuca o batata, tienen alto contenido de carbohidratos y almidón.
El arroz, cuscús, sémola, pastas, panes y otros productos del trigo, tienen elevados niveles de almidones, glúcidos e hidratos de carbono.
Un elemento que debe estar presente en el desarrollo de una dieta pescetariana, es el cuidado de las cadenas frías de conservación del pescado y marisco. La opción de conservas, ahumados y congelados, son bastante eficientes.