Estás durmiendo, sufres una pesadilla (o eso crees). Estás viendo algo monstruoso que realmente te asusta. Quieres moverte, quieres huir de lo que estás viendo. Notas que tienes los ojos abiertos y te invade la confusión. ¿Estás despiertx? ¿Estás dormidx? Intentas levantarte y para colmo, ¡no puedes! ¿Pero qué te está pasando? Sientes verdadero terror. Intentas pedir ayuda, abres la boca para gritar pero tienes la sensación de que hay algo que te está apretando la garganta.
Si te has visto reflejado/a en estas líneas quizás hayas vivido un episodio de parálisis del sueño. No hay de qué preocuparse ya que es un fenómeno común que ha sufrido hasta un 60% de la población general alguna vez en su vida. En este artículo vamos a descubrir cómo evitar la parálisis del sueño.
¿Qué es la parálisis del sueño?
Cuando hablamos de parálisis del sueño nos referimos a un fenómeno que según la Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño se encuentra dentro del grupo de las parasomnias.
Se produce durante la transición entre el sueño y la vigilia. O lo que es lo mismo, se puede ocasionar justo momentos antes de quedarnos dormidos o instantes antes de despertarnos.
Síntomas de la parálisis del sueño
Entre los principales síntomas se destaca el terror y miedo extremo y la incapacidad para moverse o hablar. Quien lo sufre puede incluso tener alucinaciones, sensaciones de hormigueo y ansiedad e inquietud.
Es decir, es un trastorno que guarda relación con la percepción.Es importante diferenciarlo de las alucinaciones hipnagógicas y las alucionaciones hipnopómpicas, las cuales son experiencias completamente normales para cualquier persona.
Aunque pueden ser los minutos más largos de tu vida, por suerte la parálisis del sueño no suele durar un largo periodo de tiempo. Su duración general oscila entre 1 y 3 minutos.
¿Es lo mismo que las pesadillas?
Rotundamente no. Lo que ambas tienen en común es que tanto las pesadillas como las parálisis del sueño ocurren durante la fase REM. Sin embargo en las primeras se es consciente en todo momento de que todo ha sido un sueño y por supuesto el cuerpo no permanece bloqueado.
¿Y qué la narcolepsia?
Algunas personas confunden la narcolepsia con parálisis del sueño. Aunque ambos son trastornos neurológicos que afectan al sueño, no tiene nada que ver.
En la narcolepsia se sufren episodios de sueño repentinos y sin previo aviso, cómo si nuestro cerebro se desenchufase.
¿Cuándo y por qué ocurre la parálisis del sueño?
Cuando nos quedamos dormidos nuestro cerebro atraviesa las siguientes fases del sueño según sabemos por la medicina:
- Fase I: Se trata del adormecimiento y suelen ser los primeros minutos del sueño.
- Fase II: Tras el adormecimiento pasamos al sueño ligero, momento en el que poco a poco nuestro cuerpo se va “desconectando”. Nuestro corazón y nuestra respiración se ralentizan pero por el contrario nuestro cerebro atraviesa etapas de diferentes intensidades. Resume el 50% del tiempo que permanecemos dormidos.
- Fase III: En esta fase estamos casi rozando el sueño más profundo y nos encontramos totalmente relajados. Esta fase consta de apenas 2-3 minutos de duración.
- Fase IV: Constituye el 20% del tiempo de sueño y se trataría del sueño más profundo.
- Fase REM: También conocida porque se produce el movimiento repetido de los ojos. En esta última fase hay una gran actividad cerebral, similar a los momentos previos a la fase I.
Justo en esta última fase nuestro cuerpo se encuentra como bloqueado para impedir llevar a cabo determinados actos que vivimos en nuestros sueños. Por ejemplo: si tenemos una pesadilla con esa compañera de trabajo tan fastidiosa y en nuestro sueño queremos descargar nuestra rabia con ella nuestro cerebro nos lo impediría inmovilizando nuestros músculos. Con esta parálisis nos ayuda a que no nos lesionemos de forma involuntaria.
La parálisis del sueño se produce cuando recuperamos la consciencia antes que la movilidad del cuerpo. Es decir, aparece justo cuando mientras nos encontramos en fase REM con todo el cuerpo totalmente relajado nuestra conciencia se despierta.
De ahí el estado de nervios y confusión al ser conscientes de la situación pero no poder mover ninguna parte del cuerpo. ¡Nuestro cuerpo y nuestro cerebro parece que están descoordinados! A pesar de que parte de tu cerebro sigue sumido en un profundo sueño, tú realmente estás despiertx.
Causas de la parálisis del sueño
Actualmente no se conoce la causa exacta por la que se sufren estos episodios, aunque en algunas investigaciones se ha establecido como posible factor a tener en cuenta el componente genético. Antiguamente se atribuía a una “cosa de espíritus”, sin embargo, hoy día sabemos que es una alteración meramente neurológica.
Es necesario realzar la privación de sueño o insomnio, el estrés, el jet-lag y los patrones de sueño irregulares (por ejemplo, personas que trabajan en turnos de noche) como algunos factores de riesgo.
¿Cómo evitar la parálisis del sueño?
Cuando se sufre parálisis del sueño de manera esporádica la sintomatología desaparece por sí sola, sin mayor importancia. A pesar de lo terrible de la situación no existe ningún riesgo real ni tampoco efectos físicos y/o cognitivos a largo plazo. Pero claro, tras el pánico experimentado… ¿cómo no tener miedo a sufrir otro nuevo episodio? ¿Es posible evitar la parálisis del sueño? ¿qué dice la medicina?
Es totalmente comprensible que tras una experiencia desagradable no queramos bajo ningún concepto revivir la misma situación. Para ello es de vital importancia mantener una higiene del sueño y dormir entre 6 y 8 horas diarias siempre que sea posible. La práctica regular de ejercicio físico junto con la evitación de bebidas o sustancias estimulantes es totalmente recomendable.
La información es poder. Conocer las causas, familiarizarse con las sensaciones y aprender a mantener la calma es fundamental. Es bueno entrenarse en técnicas de relajación o incluso intentar mover pequeñas partes de tu cuerpo.,
¡Y recuerda que solo dura unos minutos!
¿Qué hacer durante la parálisis del sueño?
Sé que es muy complicado, pero el objetivo es tratar de no entrar en pánico. Es normal asustarse, sobre todo las primeras veces que ocurre. El objetivo es poder identificar rápidamente que nos está sucediendo y aguardar a que pase.
Este tipo de trastornos que de alguna manera están relacionados con la ansiedad, también lo están con el control. Cuanto más intentamos controlarlos y quitarnos el síntoma de encima, paradójicamente este aumenta.
La razón es que tratar de controlarlos hacen que sintamos más descontrol y qúé por tanto, la situación empeore.
¿Cómo no tener páralisis del sueño?
Hoy día no se conoce una causa única y definitoria para este trastorno. Las evidencias apuntan hacia razones genéticas y neurológicas. Sin embargo, sabemos que las enfermedades en cierto grado se expresan de forma psicosomatica.
De modo qué acudir a terapia para estar bien como personas, seguramente tenga una influencia positiva sobre el la parálisis del sueño.
Referencias bibliográficas:
- Huamaní, C., Reyes, A., Mayta-Tristán, P., Timana, R., Salazar, A., Sánchez, D., & Pérez, H. (2006, October). Calidad y parálisis del sueño en estudiantes de medicina. In Anales de la Facultad de Medicina (Vol. 67, No. 4, pp. 339-344). UNMSM. Facultad de Medicina.
- Núñez, J. E. C. (2011). Parálisis del Sueño. Synapsis, 3(2), 14-18.