Antes de comenzar a leer, te invito a que reflexiones. Me gustaría que profundizases en tus pensamientos y buscases una situación en la que hayas sentido rabia. Tómate tu tiempo.
¿La tienes? Fenomenal. Ahora retrocede en el tiempo y piensa qué te ocurrió, cómo te sentiste, qué se te pasó por la cabeza y sobre todo qué hiciste para revertir dicha situación. ¿Cómo canalizaste tus emociones en ese instante? ¿Crees que tu reacción fue la adecuada? ¿Si pudieras volver hacia atrás consideras que hubiese sido oportuno o necesario haber actuado de una manera diferente?
¿Qué es la ira según la psicología?
Allá por el año 1970, el psicólogo Paul Ekman (considerado como uno de los psicólogos más destacados del siglo XX) identificó lo que hasta hoy se han considerado las 6 emociones básicas: alegría, tristeza, miedo, asco, sorpresa y enfado o rabia.
Cuando hablamos de las emociones básicas, podemos observar que las podemos calificar tanto en emociones positivas como emociones negativas. Todas y cada una de ellas son absolutamente necesarias para nuestro desarrollo evolutivo a pesar de que algunas como la rabia se hayan considerado casi como un tabú.
Por tanto, ante la cuestión ¿qué es la ira en psicología? , sabemos que la rabia es una emoción necesaria, primaria, activa, adaptativa, que nos invita a pasar a la acción. Si necesitamos defendernos o nos sentimos atacados, la rabia será aquella emoción que nos motive a luchar con uñas y dientes por nuestros intereses.
¿Es malo sentir emociones como la rabia?
En muchas ocasiones se ha considerado la ira como una emoción negativa debido a que por lo general suele provocar molestia y malestar ya sea en nosotros mismos o en nuestro entorno. Nada más lejos de la realidad.
La rabia que en ocasiones sentimos puede ayudarnos a defendernos en caso de necesidad o puede indicarnos que algo debe cambiar.
Sentir rabia no solo NO es malo, sino que además puede resultarnos útil. Eso sí, es necesario saber gestionarla y actuar en consecuencia para no hacer algo de lo que después podamos arrepentirnos.
¿Cuándo sentimos rabia?
Desde nuestra infancia vivimos situaciones en las que la rabia aflora en los momentos de enfado. Solo hay que imaginarse a dos niños pequeños peleándose por querer utilizar el mismo juguete.
Y cuando somos adultos… ¡Qué levante la mano quien no haya sentido un momento de rabia en los últimos meses!
Podemos sentir rabia hacia nuestra propia persona o hacia algo ajeno a nosotros. En muchas ocasiones la rabia viene motivada por la frustración o por la creencia de que ha ocurrido una injusticia. También se puede producir cuando se daña nuestro sistema de valores, cuando algo o alguien obstaculiza nuestro camino, cuando algo afecta a nuestra autoestima,…
¡Me hierve la sangre!
¡Ya me lo ha vuelto a hacer! ¡Es que no soporto a este hombre! ¡Dios mío, me saca de quicio! Noto mi respiración acelerada y una cierta tensión en los músculos de mi espalda y en mis brazos y manos. Con el frío que tenía hace un rato y ahora… ¡Si incluso tengo calor! Ya verás, le voy a demostrar a este tipo quién soy yo…
Este podría ser el testimonio de alguien que siente una intensa rabia hacia otra persona. La rabia desencadena aún más rabia. Puede provocar momentos de tensión que generan situaciones hostiles y vengativas. La rabia puede generar odio, es entonces cuando deja de ser útil.
LA rabia interior
La ira no siempre se saca para fuera, a veces lo que sentimos es rabia interior. La rabia interior puede ser dirigida hacia otra persona, incluso hacia nosotros mismos.
Tener rabia interior es muy desagradable y es una de las cosas más perjudiciales para la salud a nivel emocional y psicológico.
Un ejemplo de sentir rabia interior sería lo que sucede tras una ruptura de pareja, o cuando no podemos olvidar una traición.
Arranques de ira y psicología
En el polo opuesto a lo descrito en el párrafo anterior, a veces lo que experimentamos son arranques de ira. La psicología entiende estos arranques de ira como un acto de impulsividad y como una incapacidad para regularnos emocionalmente.
Los arranques de ira también pueden darse en situaciones límite o en momentos donde hemos tensado tanta la cuerda que estamos al límite de nuestras posibilidades. Por ejemplo, una pareja que no es capaz de salir del bucle de discusiones, reproches y conflictos.
¿Cómo controlar la rabia?
La rabia puede convertirse en nuestra peor enemiga si no sabemos cómo controlarla.
Daniel Goleman, psicólogo conocido a nivel mundial por su teoría de la Inteligencia Emocional, afirma que “sentir emociones es lo que hace a nuestra vida más rica”. Y qué gran verdad. Debemos permitirnos expresar todas nuestras emociones. Igual que nos sentimos libres al reír o al llorar también es importante liberarnos al enfadarnos.
Cuando sentimos rabia pasamos por un ciclo de subidas y bajadas. Una vez que experimentamos el punto más alto, lo único que nos queda es regularnos. Podemos sentir rabia por celos, impotencia, frustración u otros sentimientos.
Es de vital importancia relajarnos para poder ver la situación desde otro prisma. El autocontrol es imprescindible para no actuar de manera impulsiva. Un buen método para conseguirlo es lo que en Psicología se conoce como “tiempo fuera”. Alejarnos del lugar durante unos instantes para rebajar la intensidad de la emoción ayuda a mantener la calma.
Una vez vuelta a la calma es fundamental reconocer la emoción y ponerle nombre, es decir saber cómo nos sentimos y por qué nos sentimos de esa manera. Ante un momento de rabia podemos preguntarnos: ¿Qué ha pasado?, ¿Por qué creo que me he enfadado tanto?, ¿Me he enfadado antes por lo mismo o es la primera vez que me ocurre?
No obstante es necesario recalcar que no hay que reprimir la rabia. Si la guardamos en nuestro interior puede provocar un sentimiento de negatividad que nos hará más vulnerables y que de una u otra manera al final hará que explotemos. Si sientes rabia por un determinado suceso te recomiendo que llores, grites y te enfades con el mundo durante un tiempo si así lo consideras. Recuerda que contar con la ayuda de un profesional especializado siempre será de gran utilidad a la hora de aprender técnicas y estrategias que te ayuden a atravesar de la mejor manera posible la situación que estés viviendo.
Como dijo Mark Twain en una de sus frases célebres: “La ira es un ácido que puede hacer más daño al recipiente en el que se almacena que a cualquier cosa en la que se vierte”.
¿Cómo controlar la rabia en niños?
Los infantes no tienen la capacidad de entender sus emociones de forma desarrollada, son muchos más impulsivos. Siente algo, y lo expresa.
Tendremos que ser los adultos los que les ayudemos mediante la coregulación. Habitualmente acudimos al castigo o a la severidad como método para contrarestar las pataletas, cuando un abrazo seguramente lo más efectivo para mansar a cualquier fiera.