Existe muchísima literatura sobre psicología de las emociones e inteligencia emocional. Sin embargo, bajo mi punto de vista, un nombre y sus investigaciones destacan por encima del resto: Paul Ekman.
En este artículo vamos a repasar su obra y mejores libros.
Quién es Paul Ekman
Paul Ekman nació en 1934 en Washington, D.C., en una familia judía. Se matriculó en la Universidad de Chicago a los 15 años, sin haber terminado el bachillerato, y allí cursó tres años de estudios universitarios.
En un principio, quería ser psicoterapeuta, pero cuando fue reclutado por el ejército en 1958 descubrió la investigación. Gracias a esto, hoy podemos disfrutar del legado de uno de los psicólogos más influyentes de la historia.
Es considerado uno de los principales expertos en el estudio de las emociones y ha desarrollado la teoría de las emociones universales, que sugiere que hay seis emociones básicas comunes a todas las culturas: alegría, tristeza, enojo, sorpresa, miedo y asco. También ha desarrollado la técnica de la observación de la expresión facial, que se utiliza para detectar las emociones verdaderas en las personas.
Los 3 mejores libros de Paul Ekman
El rostro de las emociones
“El rostro de las emociones” es un libro escrito por Paul Ekman en 1971. En él, Ekman argumenta que hay seis emociones universales que son comunes a todas las culturas: alegría, tristeza, enojo, sorpresa, miedo y desagrado.
En el libro, Ekman presenta investigaciones y estudios sobre la expresión facial y cómo estas emociones se reflejan en el rostro. También discute cómo las expresiones faciales pueden utilizarse para detectar las emociones verdaderas en las personas. En resumen, “El rostro de las emociones” es un libro clásico en el campo de la psicología de las emociones que presenta una teoría de las emociones universales y la técnica de la observación de la expresión facial.
Como detectar mentiras
“Cómo detectar mentiras” es un libro escrito en 2007. En él, el autor comparte sus décadas de experiencia y estudios sobre la detección de la mentira. En el libro, Ekman discute las diferentes formas en que las personas pueden mentir, incluyendo mentir verbalmente y mentir mediante el lenguaje no verbal.
También describe los indicadores clave que se pueden utilizar para detectar mentiras, como cambios en la expresión facial, el tono de voz y la comunicación no verbal. El autor también discute las técnicas y estrategias para mejorar la capacidad de detectar mentiras, incluyendo la observación de la expresión facial y la realización de entrevistas conductuales.
Sabiduría emocional
Escrito en el 1999. Ekman combina su experiencia y estudios en el campo de la psicología de las emociones con enseñanzas de diferentes tradiciones espirituales y filosóficas para ofrecer una guía para entender y manejar las emociones de manera efectiva. En el libro, Ekman discute cómo las emociones influyen en nuestras relaciones, decisiones y bienestar general.
También ofrece estrategias para desarrollar la inteligencia emocional, como la observación de uno mismo, la comprensión de las emociones y la práctica de la meditación. Además, el autor habla sobre las emociones negativas y cómo manejarlas de manera saludable, y también hace una reflexión sobre la importancia de las emociones en el desarrollo espiritual y en la búsqueda de la sabiduría.
Algunas cosas que he aprendido leyendo a Ekman
Saber que no hay nada que temer, no anula el miedo
En su libro “El rostro de las emociones“, explica que las emociones tienen un carácter irracional. Para ello, pone el ejemplo de un paseo por un acantilado. Aunque sepamos que estamos seguros, es normal sentir vértigo y miedo.
Entonces, ¿todas las teorías cognitivas que parten de cambiar el pensamiento para cambiar la emoción, no funcionan?
Eckman explica que la irracionalidad de una emoción como el miedo, va a ser mayor cuanto más cerca de un temor evolutivo se encuentre.
Esto podría explicar porque técnicas como la reestructuración del pensamiento son efectivas en problemas como el TAG o la depresión, pero no sirve de nada debatir en problemas de ansiedad endógena como pueden las crisis de pánico. Aquí los síntomas son más vegetativos.
Preferimos confirmar que cambiar
Cuando somos presa de una emoción inadecuada, interpretamos lo que sucede de forma que encaje con lo que sentimos y hacemos caso de omiso de lo que no encaja.
El cerebro funciona buscando confirmación no cambiar. Por ejemplo, si yo tengo un problema de celos, sin querer, filtraré los los datos que confirmen mi miedo a ser engañado.
Por esta razón, en ocasiones antes de trabajar habilidades de cambio de pensamiento, es necesario previamente incorporar la defusión para poder separarnos de nuestros pensamientos.
Por eso tan importante fase de devolución. A la persona le explicamos como funciona su mente para que pueda empezar a tener una una visión de su propio sistema de funcionamiento. Mejor hacerlo de manera visual para favorecer el recuerdo.
Los traumas no se pueden borrar, pero sí diluir.
Cuando nos exponemos a un evento que tiene un impacto emocional muy intenso (T) o se repite en el tiempo (t), se crean nuevas conexiones entre un determinado grupo de células. Ledoux le llamaba a esto una “Reunión de células“. Hablamos de trauma cuando esa experiencia emocional aprendida o grupo de células, invade el funcionamiento normal de la persona. El cerebro aprende para anticipar.
La base de datos de alerta emocional es continua, es decir, podemos seguir incorporando nuevos aprendizajes. No es posible borrar lo que ha sucedido, pero sí añadir nuevas experiencias emocionales en positivo que diluyan el eprendizaje anterior.
Y ahí es donde entran técnicas como el Emdr, que pueden suponer una experiencia emocional correctiva donde la persona recrear su experiencia traumática desde una emoción distinta (seguridad, rabia, orgullo, perdón, étc).
