El Kéfir es un alimento simbiótico que combina los beneficios de los probióticos y prebióticos, produciendo una bebida refrescante a partir de la fermentación de bacterias y levaduras en la leche (conocida como “Kéfir real” o “Kéfir de leche”) o en el agua, a través del azúcar moreno, conocido como “Kéfir de agua”.
Ambos tipos de Kéfir, cuando se consumen con frecuencia, confieren muchos beneficios para la salud, cómo por ejemplo:
- Da control y equilibrio de la microbiota intestinal;
- Estabiliza la microbiota después de usar antibióticos;
- Ofrece resistencia gastrointestinal a las bacterias que causan enfermedades;
- Cuenta con una acción antimicrobiana, protegiendo el cuerpo contra las infecciones;
- Mejora la digestión de la lactosa;
- Favorece la estimulación del sistema inmunológico;
- Contribuye al alivio del estreñimiento intestinal (intestino atrapado);
- Mejora la absorción de vitaminas y minerales;
- Ayuda en la prevención del cáncer;
- Favorece la modulación de las reacciones alérgicas;
- Mejora la salud urinaria y genital de las mujeres;
- Fomenta el control de los niveles de lípidos y de la presión sanguínea.
Y lo mejor de todo, es que además de consumir Kefir en su forma natural, puedes preparar varias recetas muy ricas a la par que saludables.
En este artículo te voy a enseñar cómo hacer Kéfir casero de leche:
¿Cómo se hace la leche de Kefir en casa?
Para poder hacer el Kéfir de leche necesitarás:
- Un cultivo de granos de leche de Kefir.
- Un recipiente de vidrio para fermentar los granos;
- Un paño limpio de estilo voal (furadinho) o gasa;
- Elástico para sostener la tela en el contenedor de vidrio y evitar la entrada de insectos;
- Un tamiz de plástico (el contacto con el metal puede dañar a los microorganismos);
- Un recipiente de vidrio con tapa para almacenar la leche de Kefir ya fermentada.
Modo de preparación:
Pon la leche, preferiblemente entera, en un recipiente de vidrio bien limpio. Añade los granos de kéfir (unas 2 a 4 cucharadas por cada litro de leche). Cubre con un paño o gas y asegurarñp con una banda de goma y deja que fermente durante 24 a 48 horas a temperatura ambiente. Es importante que se mantenga en lugar alejado de la luz (una esquina del armario es ideal).
Cuanto más alta sea la temperatura, más rápido fermentará la leche, y cuanto más tiempo dure la fermentación, más ácida se volverá la leche de Kefir. Por lo tanto, puedes probar con varias combinaciones de cantidad de grano, temperatura y fermentación para producir una bebida que se adapte mejor a tu gusto. Puede ser que en lugares calientes la leche ya esté fermentada en tan sólo 12 horas.
Después de la fermentación, toca colar los granos de Kéfir y almacenar el líquido fermentado en un recipiente con tapa. Devuelva los granos a un recipiente limpio con leche para reiniciar el proceso.
Una vez lista, la leche de Kéfir se puede guardar en la nevera hasta 3 días y a partir de ella se puede hacer un yogur más cremoso como el yogur griego, un queso crema o incluso un queso más firme.
Receta de crema de queso Kefir
Cómo ya hemos aprendido a hacer Kéfir de leche casero, ahora vamos a utilizar dicha leche de Kéfir para hacer una rica y saludable receta de crema de “queso”.
Ingredientes:
- 1 litro de leche.
- 1 cucharada de granos de Kéfir.
- Aceite de oliva.
Sugerencias de especias:
- Ajo
- Pimienta de Calabresa
- Hoja de laurel
- Orégano
- Chimichurri
Modo de preparación
Pon la leche y los frijoles de Kefir en una jarra para que fermenten durante 48 horas. Quita las judías de Kefir con un colador de plástico y ponlas a fermentar de nuevo. Toma la leche de kéfir tamizada y colócala a en un tamiz de tela para escurrir el suero. Mantén el producto en el refrigerador durante este proceso por 2 días. Si quieres que la crema quede muy suave, con 12 horas es suficiente, cuanto más tiempo escurra más duro se pondrá el queso.
En un frasco de vidrio pon aceite de oliva, los dientes de ajo cortados por la mitad, sal y las especias que quieras. Con dos cucharas de plástico quita las porciones de queso Kefir y dales forma. Colócalo en aceite de oliva y déjelo marinar durante 1 o 2 días para que el queso pueda absorber los sabores.
Así, tu queso crema Kefir estará listo para hacer otras recetas ligeras, tostadas, panes integrales y deliciosos aperitivos! ¡A disfrutar!