perdido en la vida

¿Qué hacer cuando te sientes perdido en la vida?

Generalmente cuando pensamos en las razones que pueden llevar a una persona a la consulta de un psicólogo encontramos: ansiedad, depresión, problemas de pareja…

Sin embargo, una de las frases que más he encontrado durante el tiempo que llevo pasando consulta, es Siento que estoy perdido/a en mi vida.

En este artículo vamos a ver qué significa estar perdido y que podemos hacer con ello.

¿Qué es sentirse perdido?

El sentimiento de encontrarse perdido o desubicado, aunque pueda sonar incluso con un ápice de romanticismo, puede llegar a ser algo muy desagradable.

Algunas pueden experimentar ciertas crisis existenciales como parte de un trastorno psicológico mayor, como puede ser un trastorno limite o una depresión endógena.

Sin embargo, en la mayoría de casos hablamos de un trastorno adaptativo. Es decir, una situación en nuestra vida que nos ha dejado en vacío, sin un plan que seguir o simplemente, sin las ganas para continuar haciendo lo que hacíamos hasta el momento.

test depresion

¿Qué hacer cuando se ha perdido el rumbo en la vida?

Lo primero sería hacer una composición de lugar.

Entender las cosas no hace que estas se soluciones, pero sí es un primer para reubicarnos y entender donde nos encontramos.

Según Maslow y su pirámide de las necesidades humanas, en la cúspide de la misma se encuentra la necesidad de autodeterminación.

Esto es, sentirnos útiles, realizados y capaces. Es bastante normal que cuando sentimos que no avanzamos, que estamos estacando o que no tenemos objetivos, esta necesidad se resienta y haga tambalear los cimientos de nuestro estado de ánimo.

Estoy seguro que la mayoría de terapeutas ante esta situación te darían consejos románticos y empoderadores del tipo “tienes que encontrar tus sueños“.

Sin embargo, en mi experiencia, precisamente lo que hace empeorar a las personas que se sienten perdidas, es esa búsqueda constante de objetivos y razones para vivir, que al no encontrarlas, les va deprimiendo más.

A mi modo de ver, el primer paso es tranquilizar la mente y dejar de hacernos daño. No hay ningún problema en que no tengamos claras las cosas. La duda o la incertidumbre son sentimientos completamente normales que podemos y debemos tolerar.

Esto sólo es el comienzo

Si te gusta la psicología, comprender mejor las relaciones personales y darle un poquito al coco, te animo a que te unas a la newsletter más sincera y personal. Recibirás en tu mail, aprendizajes que obtengo en mi día a día trabajando con otras personas. Prometo no ser muy pesado 🙂

Tus datos serán tratados por ALEJANDRO VERA CASAS, con la finalidad de facilitarte la descarga del contenido de tu interés, así como enviarte a posteriori información comercial mediante correo electrónico o telefónico, de aquellos productos o servicios que consideremos que puedan ser de tu interés. La legitimación del tratamiento es tu consentimiento, que podrás retirar en cualquier momento. Tus datos no serán cedidos a terceros. Tienes derecho a acceder, rectificar y suprimir tus datos, así como otros derechos como se explica en nuestra política de privacidad: https://www.adelopd.com/privacidad/alejandro-vera-casas

¿Por qué me siento tan vacío?

No obstante, el sentimiento de encontrarse perdido en la vida no siempre tiene que ver con el desarrollo personal y/o profesional.

A veces es un vacío que arrastramos las personas, y que nos lleva a intentar llenarlo compulsivamente de experiencias, relaciones, logros e incluso sustancias.

En esta parte no puedo darte un consejo mágico. Lo mejor es acudir a psicoterapia y hacer un proceso personal de autoconocimiento.

Quizás el problema es que estamos intentando llenar algo que tiene un agujero enorme. El vacío no se llena, se atraviesa.

¿Qué se debe hacer cuando se está perdido?

Cómo te decía antes, lo primero es poder soportar y tolerar el sentimiento dentro de una ventana de tolerancia.

Esto es, sin estar todos los días culpándonos y fustigándonos por tener las cosas claras o no encontrar la ilusión.

En la mayoría de ocasiones, el “rumbo” aparece sólo y no tenemos que perseguirlo. El sentimiento de encontrarnos perdidos también lo podemos tener cuando nos topamos con muchas puertas cerradas.

Por ejemplo, en el caso de una persona que ha estudiado lo que deseaba, pero que al acabar su formación se da cuenta que las oportunidades laborales son escasas.

Es fácil en ese momento dudar de sí se han tomado buenas decisiones y que el plan tejido se derrumbe.

Sea como fuere, lo único que se necesita es tiempo y paciencia para recalcular ruta.

En muchos otros casos, el problema no se encuentra tanto en que no veamos la solución, si no en el miedo y vértigo que nos provoca tener que tomarla.

Aquí es donde entra en juego la clásica zona de confort y la procastinación ante tener que tomar decisiones difíciles.

Si no sabes como conseguir pacientes a través de Internet, esta guía te dará claridad.