Hace unos días en consulta un paciente me dijo en consulta literalmente, la frase “No tengo ganas de hacer nada y sólo quiero dormir“.
Estoy seguro que muchas personas pueden sentirse identificadas con ella. Por esa razón, he decidido hacer este artículo.
¿Por qué no tengo ganas de hacer nada?
Lo primero que me gustaría explicarte antes de nada, es que esto no deja de ser un artículo generalista. Es decir, yo no te conozco, no estoy en tu mente para saber que te pasa.
Voy a hablarte de la desmotivación y porqué sucede, pero no todo lo que cuente aquí tiene por que ser tu caso.
Bueno, con la advertencia hecha, prosigamos:
Cómo mencionaba antes, no tener ganas de nada es un síntoma de falta de motivación. La motivación es un sentimiento que viene motivado por neurotransmisor llamado dopamina.
Dicho de una manera más sencilla, la motivación es el motor que guía nuestra conducta y que además, se ve implicada en muchos otros procesos mentales como la memoria o la atención.
El otro día hablando con otro paciente en terapia, me decía que consideraba que necesitaba que le enseñase técnicas de estudio porque no era capaz de concentrarse.
Tras evaluar la situación, vimos que él era capaz de leer libros sin problema. Es decir, no tenía un problema de atención, si no de motivación con lo que estaba estudiando.
¿Por qué se pierde la motivación?
Las razones pueden muchísimas. Por lo general, la desmotivación tiene mucho que ver con la indefensión. Dicho de otro modo, si pensamos que podemos lograr algo o no.
La indefension aprendida es un fenómeno que explica como las personas nos rendimos y dejamos de luchar por las cosas que queremos.
Su autor es Seligman y demostró dicho fenómeno mediante el siguiente experimento:
Ato un caballo a un poste del que no podía escapar. El caballo intentaba 1,2,3,…y en varias ocasiones. Finalmente, tras varios intentos sin conseguirlo, desistía.
En un segundo acto, los investigadores soltaban la cuerda que le ataba al poster para que pudiera escapar. Lo curioso, es que el caballo ya se había rendido y lo dejó de intentar.
¿No tener ganas de hacer es síntoma de depresión?
Precisamente, la indefensión aprendida es uno de los mejores sustentos teóricos que tenemos para comprender porqué sucede la depresión.
En la depresión, el cerebro deja de producir principalmente dos neurotransmisores: dopamina y serotonina. Ambos, implicado en el estado de ánimo y cómo veíamos antes, la motivación.
La depresión se caracterizan por un estado rendición donde sentimos apatía, desgana, desilusión, anhedonia, étc.
Generalmente, cuando pensamos en alguien deprimido, nos lo imaginamos llorando. Sin embargo, aunque el llanto es uno de los síntomas habituales en esta, la depresión se caracteriza más por un estado de embotamiento.
Cuando estamos deprimidos, nos vamos apagando y metiendo para dentro. Es una sensación de desconexión y desanimo generalizado hacia todas las cosas.
¿Es normal que no tenga ganas de hacer nada y sólo quiera dormir?
Las preguntas que comienzan por si algo es normal o no, suelen ser difíciles de responder. Lo primero, es que quién mejor se conoce eres tú.
Hay personas que tienen un ánimo más oscilante, y pueden desmotivarse durante cortos periodos de tiempo y luego salir a flote. Por otro lado, tampoco pasa nada por tener algunos días malos.
Ahora, si ha habido un cambio en tu ánimo y el problema persiste, sin dudar a algunas te recomendaría pedir ayuda.
Es muy posible en este caso, que lo que te estés notando sean síntomas depresivos. Es muy importante que entiendas que la depresión es un problema externo a ti.
Me explico mejor, no se debe a falta de voluntad, es que tu cerebro ha decidido cambiar por el momento su configuración.
La tristeza es la emoción que media en los estados de ánimo bajo, y aunque nos cueste verlo, tiene una valor adaptativo.
Nos viene a decir lo mismo que al caballo en el ensayo de Seligman: “Si no puedes, deja de gastar de energías a lo tonto”.
El problema es que muchas veces asumimos que hay cosas que no podemos o consideramos que no están saliendo bien por lo que en psicología clínica se llaman “distorsiones cognitivas”.
A veces la tristeza y la depresión no aparecen por una situación de impotencia o de decepción con nosotros mismos, si no por una pérdida.
En estos casos, sí que suele haber más llanto y lo que reina es el dolor.
¿Qué puedo hacer para cambiarlo?
Lo primero primerísimo, es dejar de frustrarte por no poder. Si estas deprimido/a como te decía antes, ahora mismo lo normal es que no encuentres esta motivación o ilusión.
Cuando más te fustigues por no ser capaz de encontrarla, más reinará el desánimo.
A partir de ahí, la pauta no puede ser otra que acudir a un especialista. A un psicólogo, y también, a un psiquiatra.
En muchos casos, el tratamiento farmacológico es esencial para poder contener un poco la sintomatología y empezar a trabajar.
Sobre todo, en aquellos casos donde la depresión es de tipo endógena.