En psicología cada X tiempo aparecen nuevas modas y conceptos a los que nos agarramos como un clavo ardiendo. Uno de ellos es la famosa practica del desapego.
En este artículo vamos a ver qué es realmente el desapego emocional y si realmente es la clave de la felicidad.
¿Qué es el desapego emocional?
Si navegas por la red seguro que te vas a encontrar definiciones más exactas sobre qué es el despego emocional, pero a mí me gustaría ir un paso más allá y explicarte cómo lo entiendo yo.
Bajo mi punto de vista, la ley del desapego emocional es una “solución” que nos hemos inventado los psicólogos para tratar los casos de dependencia emocional.
Si al comienzo del artículo te hablaba sobre modas, estas existen tanto de signo positivo cómo de signo negativo, es decir, tendencias que aplaudimos y otras por la que desarrollamos una aversión profunda.
La dependencia es un ejemplo de las que estarían en esta última categoría.
Depender es algo muy humano y completamente necesario. Piensa en un bebe pequeño y la dependencia que tiene hacia sus cuidadores principales, sin ella, seguramente sus opciones de supervivencia serian mínimas.
Desapego sin anestesia
Posiblemente tras leer esto pienses…claro, pero es que estamos hablando de personas adultas ¿no?. Evidentemente, alguien que dependiese siendo adulto cómo un bebe, no podíamos estar hablando de salud mental. Sin embargo, ¿consideras que nada de ti debe depender de los demás?
Madurar no es dejar de depender ni de tener necesidades de los demás, es hacerlo de una manera ajustada a nuestra edad y momento vital. Todos necesitamos ser escuchados, atendidos, valorados, queridos, cuidados… y esto amigo/a, es depender.
No obstante, seguro que tienes mucho que discutir conmigo sobre este punto o te surgen varias dudas al respecto. Cómo el tema del desapego y sobre todo de la dependencia es un tema que da para mucho, lo que he hecho es un vídeo donde voy aclarando cada uno de los puntos sobre este tema:
Desapego Budista
El concepto del desapego emocional realmente no es mérito de la psicología, es algo que hemos “robado” de la religión budista y idea sobre la liberación emocional y el crecimiento espiritual.
Si te pido que imagines a un monde budista, es fácil que tu mente se vaya a un prado verde o una montaña, donde se encuentra un señor con la cabeza rapada en silencio y meditando.
El desapego budista tiene que ver con la desconexión de lo material y en cierta forma, en vivir con lo justo (austeridad). El vehículo para conseguirlo es la meditación.
El mindfulness es una técnica meditativa adaptada al contexto terapéutico pero que proviene de la cultura oriental. Es una forma de poner distancia emocional con las cosas para poder tomar conciencia de lo que sentimos, mediante la práctica de la aceptación.
¿Hay que practicar el desapego?
Este punto puede ser controvertido, pero yo te voy a dar mi opinión personal sobre este tema. Para mí, ese modelo imaginado de monje tibetano en completa calma, no es un ejemplo de salud.
Practicar el desapego es algo que suena muy bien, incluso tiene un punto romántico, pero ¿qué tal te parece la idea de suprimir las emociones?
Ojo, con esto no estoy diciendo que la práctica meditativa sirva para negar las emociones, estoy de acuerdo en que es una habilidad muy positiva para aprender a relacionarnos de una manera diferente con nuestro mal estar interno. Sin embargo, tener más inteligencia emocional no es lo mismo que domar con un látigo nuestras emociones.
Llevo bastante tiempo observando una reacción común en mis pacientes que han pasado durante algún periodo de su vida por una relación de dependencia emocional: piensan que lo que tienen que hacer es no volver a depender.
El desapego emocional en la pareja
Tratan de no vincularse demasiado e incluso construir relaciones donde no comparten lo piensan o sienten (yo me lo guiso, yo me lo como). Un mensaje habitual que reciben las personas que han estado en una relación dependiente “lo que tienes que hacer es aprender a estar sólo/a”.
Sin embargo, ¿por qué no podemos aprender a estar en pareja bien?. Lo contrario a la dependencia no es la independencia, es la identidad. Esto es lo que no debemos perder (o que incluso debemos construir) cuando tenemos pareja, no el afecto.
Equiparar el desarrollo personal con la independencia emocional, es decir que sólo se puede crecer en soledad. Cuando seguramente, estar con otras personas es una de las mejores maneras de nutrirse.
¿Trabajar el desapego es la clave de la felicidad?
Nos han vendido que la clave para alcanzar felicidad pasa por practicar el desapego, pero tras esta idea hay un mensaje muy peligroso: las emociones que te hacen sentir mal hay que intentar no sentirlas.
He oído a psicólogos muy famosos como Rafael Santandreu diciendo que “no tiene sentido sentir rabia porque no hay nada que perdonar”. Si el objetivo es construir un mundo donde nada nos afecte y que todo nos resbale, yo no quiero vivir en él.
Distanciamiento emocional
Si has leído o escuchado alguna vez sobre los diferentes tipos de apego sabrás que los tres más comunes son: apego seguro, ansioso y evitativo.
El distanciamiento emocional es propio de las personas con apego evitativo. El mecanismo de defensa que tienen estas personas es el de tratar de no sentir, para ello, niegan su vulnerabilidad y tratan de no entregarse a los demás para protegerla.
Aparentemente, son personas muy independientes. Sin embargo, esto no es indicativo de salud.
Si quieres saber mas sobre el apego evitativo te recomiendo leer este artículo.
Aprender a soltar… y a reparar
¿Es necesario aprender a soltar? Pues sí, es una habilidad como muchas otras. Se me ocurren multitud de ejemplos donde la única opción sana pasa por soltar. Por ejemplo, una situación de maltrato.
Sin embargo, el problema con este tipo de filosofías cómo la de “aprender a soltar” es que se convierten en religiones. Otra de las modas recientes en psicología es de las relaciones tóxicas. Si juntamos ambas, tenemos una idea clara: todo lo que nos haga mal debemos separarnos de ello.
¿Y qué ocurre con reparar?. No hay que soltar o quedarse por norma, lo que hace falta es sentido común y no adoptar manuales de vida.
¿Trabajar el desapego o el buen apego?
Como conclusión final te lanzo la siguiente pregunta ¿hay que trabajar el desapego emocional o invertir sobre un buen apego?
Seguramente ya sepas lo que pienso al respecto. Si por ejemplo eres una persona que si no tiene pareja se siente vacía o fracasada, evidentemente, tienes algo que trabajar. No obstante, bajo mi punto de vista, el objetivo no sería que no tengas pareja, si no que no busques en una cubrir algo con lo que no se debe cubrir.
Esto es como ir a una peluquería a comprar el pan. Se trata de poder vincularnos bien.