Las Navidades llegan a su fin y la culpa comienza a abrirse paso en nosotros debido a los “excesos” cometidos durante las celebraciones.
En este contexto, son muchas las dietas que aparecen cómo solución o remedio. Entre ellas, se encuentra la Dieta danesa o dieta de los 13 días.
Como se ha puesto muy de moda, hoy quiero contarte las razones por las que no deberías seguirla.
¿Qué es la dieta de los 13 días?
La dieta Danesa, dieta de Copenhague, o también conocida cómo la dieta del Royal Danish hospital, consiste en un plan de 13 días que persigue el objetivo de lograr una gran pérdida de peso en poco tiempo (¡hasta 22 kg!).
La dieta de los 13 días es lo que podríamos llamar una dieta hipocalórica, muy hipocalórica. Sin embargo, no es que sea un remedio mágico ni que este dieta tenga propiedades milagrosas. Si dejamos de comer también adelgazaremos. Sin embargo, no queremos eso, ¿verdad?
La alimentación en este tipo de propuestas alimentarias es muy restringida, prescindiendo de cualquier tipo de alimento rico en grasas e hidratos de carbono, y abusando por el contrario de los alimentos ricos en proteínas.
Como no podía ser de otra manera, son muchos los alimentos prohibidos que no se permiten tomar, entre ellos, algunos tan saludables y recomendables como el aceite de oliva virgen extra.
Sin tener en cuenta las diferencias individuales, podríamos establecer que el consumo energético diario de una mujer adulta se encuentra entorno a las 2.000 kcal. La dieta danesa propone un plan de alimentación que se encuentra entre las 800 y 1.200 kcal.
Debido a su deficiencia energética y nutricional, suele ir acompañada de suplementos vitamínicos.
¿Tiene efectos secundarios la dieta Danesa?
Efectivamente, algunos de los efectos secundarios que pueden aparecer son: calambres musculares, mareos y confusión.
También puede aumentar el crecimiento de las hormonas del estrés (catecolaminas) y aumentar los niveles de la sangre, lo que provoca gotas de azúcar en la sangre y pérdida de energía
Además, bajo ningún concepto se recomienda repetir el plan es un espacio de tiempo corto (inferior a dos años).
¿Cómo se hace?
Cómo es de esperar, no te voy a indicar cómo lleva a cabo la dieta danesa ya que considero que es peligrosa y atenta contra la salud. Solamente te voy a poner un ejemplo de cómo sería algunos días para que lo veas:
Desayuno
- Café con un solo terrón de azúcar
Almuerzo
- 400 g de espinaca hervida servida con dos huevos duros y tomate
Cena
- 200 g de bistec con lechuga, jugo de limón y aderezo de aceite
Se agrega una tostada al día siguiente y el almuerzo se convierte en 250 g de jamón con una taza de yogur bajo en grasa. La cena consiste en 200 g de ternera frita con el mismo acompañamiento que el primer día.
El plan continúa de manera similar durante los 13 días restantes, aunque las ingestas pueden variar levemente. Una cena diferente, por ejemplo, puede ser un cuenco de con un huevo duro y 250 gramos de zanahoria rallada.
¿Funciona para bajar de peso?
Como te explicaba anteriormente si que te ayudará a bajar de peso, igual que lo hará no comer. Este tipo de propuestas son peligrosas, y a lo sumo, se llevan a cabo en entornos seguros en situaciones límite, por ejemplo, un caso de obesidad mórbida donde la salud se encuentre en juego.
Mis opiniones sobre la dieta Danesa de los 13 días
La dieta de los 13 días no está pensada para que personas como tu y como yo nos la autoimpongamos a la ligera. La propia creadora de la misma Alix Woods, nutricionista de Quest Nutra Pharma, no recomienda seguir la dieta de Copenhague:
Es una dieta poco saludable debido a la muy baja cantidad de calorías y nutrientes. Hay una falta de nutrición, porque hay un desequilibrio en la ingesta dietética de proteínas, carbohidratos y grasas esenciales
Y además añade:
Puede conducir a la desnutrición y ciertamente a problemas de energía, porque la ingesta de calorías está limitada a 600 a 1000 calorías por día, que es menos de la mitad de las calorías recomendadas para hombres y mujeres.
Conclusiones:
Si crees que te has pasado comiendo estas navidades (lo cual también puede ser una sensación subjetiva), no tiene nada de malo que te pongas el objetivo de volver al peso o la figura en que te encontrabas antes.
Sin embargo, la forma de hacerlo no es así. Es teniendo paciencia, recuperando nuestros hábitos de alimentación saludable o si no los teníamos, aprovechando para desarrollar unos nuevos.
La diferencias puede estar en que en vez de 13 días, habrás tardado un mes. No habrás puesto en juego tu salud y además, te estarás ahorrando un precioso efecto rebote.