Llevamos un ritmo de vida frenético. Prueba de ello son nuestras agendas repletas de apuntes o esas notitas que nos dejamos para no olvidarnos de las cosas más importantes.
Las prisas constantes, el agobio diario, las preocupaciones relacionadas con el trabajo, el estrés de no sentirnos capaces de llevar todo al día… Todo eso nos provoca ansiedad y nos vuelve menos productivos. Creemos controlar el estrés pero es él quien nos controla a nosotros. En este post hablamos sobre qué hacer para controlar los nervios en el estómago.
Cómo combatir los nervios
Los nervios aparecen debido a nuestras inseguridades y nuestros miedos, pero también a nuestro tipo de apego (apego ansioso ambivalente). Sentirlos es algo normal en numerosas ocasiones. De hecho, todos los hemos sufrido más de una vez. No obstante es importante diferenciar entre dos tipos de nervios.
Por un lado podemos hablar de los nervios que se producen como consecuencia de estímulos específicos. Por ejemplo, nos ponemos nerviosos antes de un examen, una entrevista de trabajo, una primera cita,..
El mero hecho de realizar algo por primera vez nos provoca un estado de nerviosismo. Hasta aquí todo correcto ya que lo podemos interpretar como una respuesta que está dando nuestro cuerpo hacia una situación desconocida.
Por otro lado nos encontramos los nervios que son fruto de estados crónicos de ansiedad y estrés. Se producen cuando vivimos situaciones que se alargan en el tiempo y que acaban interfiriendo en nuestro día a día.
Nos acabamos acostumbrando a convivir con ese estrés como si de algo natural y normal se tratase. Podemos decir que tenemos un problema cuando no somos capaces de dominar los nervios.
Cómo controlar los nervios del estómago
Nuestro cerebro y nuestro estómago están íntimamente relacionados. Imaginemos el caso de Patricia. Su constante estrés y su situación laboral la aturden. Se ve en la obligación de compaginar dos empleos para conseguir satisfacer sus necesidades y sobre todo las de su hijo pequeño. Ademas, sufre cierto nivel de ansiedad social debido a las inseguridades que ha ido acumulando.
De lunes a sábado trabaja y cuando llega el domingo y quiere disfrutar de su pequeño el cansancio acumulado le impide tener energía. Todo en su vida son situaciones estresantes y preocupaciones. No obstante a ella esto no es lo que más le preocupa ya que cree tenerlo bajo control.
Erróneamente, a ella lo que más preocupación le genera son sus problemas estomacales. Sufre ardores, digestiones pesadas y hasta diferentes episodios de diarreas constantes. “¿Y si tengo alguna enfermedad digestiva?”- piensa. Tras realizarse diferentes pruebas, descarta cualquier enfermedad física. El especialista le comenta que su principal problema es el estrés y los nervios contantes que se han hecho visibles a través de su estómago. Solución: Aprender a manejar la ansiedad.
¿Cómo puede ser eso? Muy sencillo. Si pensamos en las neuronas es posible que solo las asociemos con el cerebro. Sin embargo en el intestino también tienen cabida, es por eso que hay quien apoda al estómago como nuestro “segundo cerebro”.
Cuando tenemos preocupaciones o problemas no solo se almacenan en el cerebro sino que pueden descender hacia nuestro estómago. El cerebro no duele, las preocupaciones no duelen,… por lo menos de manera física. Sin embargo a través de la somatización – proceso por el cual todo lo psicológico se convierte en orgánico- se transforman en molestias en el estómago.
Cómo aliviar la ansiedad
Saber cómo aliviar la ansiedad no es siempre una tarea sencilla. Las personas que no la han sufrido es posible que piensen buah, sólo es ansiedad, sin embargo, las personas que la padecen de manera continua conocen lo desagradable e incapacitante que puede llegar a ser.
Tanto si queremos calmar la ansiedad por comer, cómo reducir el estrés laboral, lo primero que debemos hacer es aprender a parar. Sin darnos cuenta, solemos continuar con la maleta cargada de tensiones y aunque sea, tomarnos un ratito para respirar y desconectar, nos puede venir de maravilla.
Imágenes con efecto terapéutico de Jon Foreman
Si eres de las personas a las que respirar no les sirve de nada, quizás puedas aprender a parar simplemente focalizando tu atención sobre algunos tipos de imagen. A algunas personas parece que hacer esto les ayuda.
Estas imágenes que tienen un efecto terapéutico, son esculturas que transmiten un mensaje de paz y que pueden ayudarte a a saber cómo controlar los nervios.
Estas son algunas de las imágenes que te propongo del artista Jon Foreman:
Ansiedad y recuerdos
A veces la ansiedad está directamente relacionada con algún suceso del pasado, algo que ha ocurrido que viene a nuestra mente y nos genera mucha angustia. En estos casos, hablamos de una reacción de estrés postraumático.
Para poder dejar de tener ansiedad, necesitaremos tratar el recuerdo del evento traumático, para así, poder avanzar sin ansiedad ni mal estar.
4 métodos para controlar los nervios y la ansiedad
Para conseguir una vida plena y satisfactoria es necesario algo de información y por supuesto ser capaces de aplicarla. Con estas recomendaciones podemos ver qué hacer para controlar los nervios.
Somos lo que comemos
Ya hemos dicho cómo afectan los nervios al estómago. Ni qué decir tiene que es vital llevar una alimentación equilibrada para evitar daños mayores. Consumir una dieta mediterránea, evitar las bebidas gaseosas y dejar de lado los hábitos poco saludables como el alcohol o el tabaco es fundamental.
Nosotros somos nuestro peor enemigo
En muchas ocasiones inconscientemente nos ponemos barreras y nos anticipamos a los acontecimientos negativos. ¿Qué puede que nos salga mal una entrevista? Sí. Pero también es probable que salga bien. ¿Y si sale mal? Pues ya habrá otras.
Los nervios y el estado de alerta nos provocan pensamientos infundados y hacen que se nos nuble la razón. Es importante aprender a relativizar y actuar desde la objetividad y el realismo.
Liberemos endorfinas
Nuestro cerebro genera endorfinas que sirven para aliviar el dolor y manejar la ansiedad. Es una de las sustancias que hacen que seamos felices. ¿Y cómo hacer que nuestro organismo las genere?
Muy sencillo… Practicando deporte, a través de muestras de cariño, al mantener relaciones sexuales o mediante ejercicios relajantes.
Pedir ayuda es de valientes
Muchas veces nos hacemos los fuertes pensando que solos podemos con todo. “¿Si en otras ocasiones he podido, por qué ahora no?”, “Esto que me ocurre es una tontería, ya se me pasará”, “He vivido cosas peores”… Puede que en parte llevemos razón.
No obstante no podemos dejar que la ansiedad maneje nuestras vidas. Debemos ser capaces de dominar los nervios y para ello hay profesionales dispuestos a brindarnos su ayuda.
Ya sabemos que controlar los nervios no es fácil pero tampoco es imposible. Como dice Mark Black: “A veces lo más productivo que puedes hacer es relajarte”. Dejemos que fluya.
Referencias bibliográficas:
Martínez, J. A., & Solomon, A. (2006). Participación del sistema nervioso y del tracto gastrointestinal en la homeostasis energética. Revista de Medicina de la Universidad de Navarra, 27-37.
Funes, J. A. R. (2010). Remedios caseros contra tensión nerviosa y estrés. Revista Vinculando.