Pérdida de peso por ansiedad, nervios y estrés

Pérdida de peso por ansiedad, nervios y estrés

Últimamente me he encontrado muchos casos en consulta, de personas que se encuentran perdiendo peso por ansiedad y depresión. Esto suele generar muchas dudas y miedos sobre si me estará pasando algo relacionado con la salud.

Adelgazar por ansiedad

A lo largo de la vida atravesamos diferentes momentos en los que nuestro peso se ve alterado. Si cogemos un álbum de fotos antiguo seguro que en algunas nos llamará la atención lo cambiados que estamos. Y no solo por el aspecto físico o la ropa extravagante que llevábamos. Sino por lo gordos o delgados que nos vemos.

Estos cambios se ven influidos por cómo nos encontramos en cada momento. Cuando vivimos un momento de estrés sufrimos variaciones en nuestro peso. Ansiedad y pérdida de peso están íntimamente relacionadas.

Pérdida de peso por estrés emocional

Aunque solemos hablar de ansiedad y estrés indistintamente, realmente no son lo mismo. El estrés tiene que ver con la sensación de capacidad, de saturación o de no llegar. La ansiedad tiene mas que ver con las preocupaciones, la angustia, el miedo y/o el sufrimiento.

Por tanto, cuando hablamos de pérdida de peso por estrés emocional es más probable que nos refiramos a la ansiedad. Sin embargo, a veces tenemos tanto trabajo y estamos tan inmersos en él, que es posible que esto también afecte al apetito y la alimentación.

¿Pérdida de peso sin motivo?

A veces podemos percibir que se produce una pérdida de peso sin motivo aparente. Lo primero que debemos dejar claro es que sí, es muy posible bajar de peso cuando se tiene ansiedad.

La cuestión, es que cuando somos consciente de que se está produciendo esa pérdida de peso y no vemos motivo, comenzamos a preocuparnos y esto hace que a su vez, aumente la ansiedad.

¿Esto quiere decir que no debemos consultarlo con un médico? No, nunca se desaconsejaría tal cosa. Sin embargo, si es importante que recuerdes que si te está ocurriendo esto, no tiene porque significar que haya una enfermedad.

La pérdida de peso sin motivo es una de las razones que más lleva a las personas a hacer cuadros de hipocondría.

¿Cómo vencer la ansiedad?

A continuación voy a explicarte más acerca de la relación entre ansiedad y la pérdida de peso. Seguramente, además de conocer las razones, necesites soluciones.

Indudablemente, la mejor opción es acudir a terapia psicológica. Si llevamos ya un tiempo con algo atascado y que vemos que no mejora, sería mi consejo ´número 1.

Sin embargo, en mis artículos me gusta recomendar lecturas que puedan contribuir a atajar el problema en cuestión que esté tratando. De manera que te voy a recomendar uno de mis libros favoritos para trabajar la ansiedad. Espero que te sea de ayuda.

No es el típico libro con consejos vacíos, si no la experiencia real de alguien que ha vivido durante mucho tiempo con ansiedad y te explica como pudo él dejar de sentirla.

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¿Puede la ansiedad provocar perder peso?

El trastorno de ansiedad generalizada y el estrés son los principales males del siglo XXI.

Que sí, que un poco de estrés no viene mal y puede ser incluso positivo para que seamos capaces de atender a todas las demandas. Pero… ¿qué ocurre cuando la ansiedad se cronifica y se prolonga en el tiempo?

Por un lado la ansiedad puede causar pérdida de peso. Por otro lado la ansiedad puede hacernos engordar alterando la regulación hormonal y los hábitos de vida saludables. Siempre digo que cada persona es un mundo y una misma situación no afecta igual a dos personas. Ante un episodio estresante hay quien se ve en la necesidad de atiborrarse de dulces y comida basura o en el otro extremo quien no es capaz de meterse nada en la boca.

Habrá quien piense “el lado bueno de sufrir ansiedad es que me va a ayudar a quitarme esos kilillos de más que quiero perder”. Mal. Pensamiento totalmente erróneo y desadaptativo.

La pérdida de peso por ansiedad no puede ser considerada como una ventaja en ningún momento. Perder peso de manera incontrolable e involuntaria siempre es motivo de preocupación.

Además es una de las consecuencias más visibles relacionada con este trastorno. Adelgazar por sufrir ansiedad se relaciona con un sistema inmunitario débil y unas bajas defensas. Además, es frecuente que se produzca una pérdida de apetito debido a la ansiedad.

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Causas de la pérdida de peso por ansiedad

La mayoría de nosotros hemos atravesado periodos estresantes como épocas de exámenes, rupturas sentimentales, pérdida de algún ser querido,…

En esos momentos nuestro estómago bloquea el funcionamiento metabólico. O en otras palabras, echa la llave y se cierra haciendo que no tengamos ganas de comer nada. Esto ocurre en el peor momento.

Digamos que nuestro cuerpo es como un coche que necesita combustible (comida) para funcionar. En estos momentos es cuando más combustible necesitamos y justo cuando menos capaces somos de obtenerlo. ¿Qué ocurre?

Que tiraremos de las reservas, es decir, de las grasas. Al no echarle gasolina al coche para que siga andando nos vemos obligados a coger lo que teníamos guardado para cuando hiciera falta. Es aquí cuando se produce la pérdida de peso.

Pérdida de peso por ansiedad y depresión

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A veces la perdido de peso no sólo la provoca la ansiedad, si no que también la depresión. Si bien es cierto que normalmente asociamos la ansiedad a justo lo contrario (comer de manera descontrolada y engordar), en el caso de la depresión es muy normal bajar de peso.

La razón principal se debe a que cuando estamos pasando por una depresión solemos de dejar de hacer muchas de nuestras tareas de autocuidado habituales, como por ejemplo es comer. Además, en estado de anhedonia y abulia suele ocurrir también que se pierde la sensación de placer al comer.

Cómo evitar la perdida de peso por ansiedad

La pérdida de peso por ansiedad es una consecuencia, de manera qué lo que debemos hacer es trabajar en nuestra ansiedad. Existen multitud de ejercicios para calmar los nervios que podemos aprender como las técnicas de relajación o incluso podemos probar con algún ansiolítico natural.

Si la ansiedad no cesa, deberíamos valorar la posibilidad de hacer terapia psicológica. Insisto en que la pérdida de peso es una consecuencia, y la manera de no continuar adelgazando es poder hacer algo con esto que nos sucede y que nos lleva a no comer, a estar inquietos, a dormir menos, étc.

Para saber como evitar la pérdida de peso por ansiedad, primero debemos ser capaces de identificar que nos está sucediendo, que nos tiene en estado y que necesitamos para dejar de sentirnos de esta manera.

Esto sólo es el comienzo

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Síntomas de ansiedad que provocan pérdida de peso “sin motivo”

El ritmo de vida frenético que llevamos, las largas jornadas de trabajo, las mil y una ocupaciones y labores a las que tenemos que hacer frente a diario… ¿Quién no daría lo que fuera por multiplicar las 24 horas del día? Todo ello se traduce en estrés y en lo que se conoce como trastorno de ansiedad generalizada.

Cuando la ansiedad se instala en nuestra vida se manifiesta en forma de preocupaciones constantes, irritabilidad, náuseas, mareos, palpitaciones… Y por supuesto como ya hemos visto puede influir en las alteraciones en el peso.

Insomnio

Sari Chait, psicóloga clínica de Massachusetts (EEUU), afirma que “la ansiedad puede causar interrupciones en el sueño y, a su vez, un aumento de la fatiga”.

A esto se le suma que cuando estamos estresados tenemos más necesidad de estar en constante movimiento. Cuánto más nos movemos, más energía consumimos. Esto afecta de manera negativa al descanso y al sueño. Cuando el sueño se interrumpe hace que se genere más cortisol (hormona del estrés). Al final se vuelve un círculo vicioso que  se relaciona con la pérdida de peso por ansiedad.

Pérdida de apetito por ansiedad

Cuando el ritmo de vida frenético que llevamos hace que quememos más calorías de las que ingerimos se produce pérdida de peso. Esto se relaciona con la falta de apetito.

Imaginaos a alguien que acaba de lanzar su propia empresa. Al mismo tiempo trabaja en otro lugar para poder costear todos los gastos necesarios para llevar a cabo su propio proyecto. Las preocupaciones lejos de disiparse se multiplican a cada momento. ¿Rutinas para comer? Impensable. Ya come cuando se acuerda, se salta comidas y a veces incluso directamente no come.

Cuando vivimos esos momentos de estrés y ansiedad nos centramos tanto en resolver lo que consideramos problemas que nos olvidamos de que nosotros mismos somos el problema principal. Por tanto, es muy normal que se produzca una pérdida de apetito por ansiedad.

Náuseas

Todo va relacionado. No tenemos una higiene en el sueño, no ingerimos los alimentos adecuados en el momento oportuno,… ¿Cómo vamos a pretender que lo poco que comemos nos siente de maravilla? Nuestro cuerpo es una máquina perfecta pero… no deja de ser una especie de máquina.

Cuando nos acordamos de comer algo, comemos lo primero que pillamos porque por supuesto creemos no tener tiempo de llevar una dieta mediterránea y acorde a nuestras necesidades. Es ahí cuando se producen las náuseas, ardores y molestias estomacales varias.

La ansiedad y pérdida de peso van unidas ya que los nervios afectan al estómago. Para atajar el problema resulta vital no obsesionarse y centrarse en tomar medidas. Debemos tomarlo como una señal de alarma que nos envía nuestro cuerpo y que nos obliga a frenar el ritmo.

Referencias bibliográficas:

Vargas Murga, H. (2014). Tipo de familia y ansiedad y depresión. Revista Médica Herediana25(2), 57-59.

Calderón, C., Forns, M., & Varea, V. (2010). Implicación de la ansiedad y la depresión en los trastornos de alimentación de jóvenes con obesidad. Nutrición hospitalaria25(4), 641-647.

Si no sabes como conseguir pacientes a través de Internet, esta guía te dará claridad.