Cada vez son más personas las que deciden cambiar el formato tradicional de relación por otros modelos de pareja.
Entre ellos, uno de los más escogidos son las relaciones abiertas. ¿Son sanas? ¿Cómo le sientan a la mente?
En este artículo reflexionamos sobre ello.
¿Qué son las relaciones abiertas?
Las relaciones abiertas no son más que un matiz dentro de la clásica relación de pareja. Sin embargo, este es un matiz que rompe los esquemas y las creencias de muchísimas personas: la fidelidad.
En las relaciones abiertas se ha negociado un mutuo consentimiento para tener relaciones con terceras personas.
Los limites y la forma de llevar esto a cabo, lo define cada pareja.
Es importante diferencias las relaciones abiertas de:
- Swinger: En las relaciones swinger las parejas mantienen relaciones sexuales con terceras personas pero siempre en presencia del otro. Es habitual frecuentar locales liberales y de intercambio de parejas.
- Poliamor: En el poliamor se construyen diferentes relaciones de pareja o afectivas.
¿Es posible tener una relación abierta?
Lo primero que me gustaría dejar claro clarinete es que yo no tengo la respuesta definitiva sobre esto y que mi análisis va a ser totalmente alejado de la moral o ética.
La idea de este artículo ha aparecido gracias a una pareja que llegó para hacer terapia de pareja. Ambos se han puesto de acuerdo en abrir su relación, lo cual ha provocado algunos turbulencias dentro de la relación: celos, inseguridades, étc.
Esto es comprensible, ya que la educación que la mayoría de personas hemos recibido se fundamenta en que si nuestra pareja siente deseo por otras personas, es que no lo siente por mí.
En concreto, los hombres a menudo solemos fundamentar nuestra masculinidad en el desempeño sexual.
Si te fijas, en realidad hablamos de un problema de ego. Nos han enseñado qué, si no somos todo, no somos nada. Cuando lo cierto, es que todxs sabemos que nuestras parejas desean a otras personas.
Además de los celos, también es normal que aparezca la inseguridad. El miedo a la pérdida de la relación y que nuestra pareja se vincule emocionalmente con otra persona, es un temor bastante habitual.
¿Entonces…?
Entonces la respuesta es comunicación y conocer tus propios límites.
Algo impepinable es no aceptar algo que no queremos. Algunas personas aceptan por sus parejas tener una relación abierta cuando no es lo que desean. Esto está condenado al fracaso.
Cuando ambas partes quieren probar o se encuentran alineados con este modelo de relación, el ingrediente fundamental es la comunicación.
En la medida en que la pareja sea capaz de transmitirse seguridad, la relación abierta será más posible. No obstante, hay personas que pueden querer tener una relación de este tipo porque se encuentra alineada con su forma de entender la vida, pero qué, sin embargo, no son capaces de sostener la tensión que eso les provoca.
Y no pasa nada si no se puede.
El objetivo es encontrar un punto de equilibrio donde las personas podamos sentir que estamos viviendo acorde a nuestras necesidades y sin sufrir.
No existe una relación abierta igual que otra, cada una define sus propias reglas y limitaciones.
¿Es la monogamia un error?
Ni sí ni no.
Cada pareja debe ser libre de escoger como vivir su vida. Sin criticar o juzgar un modelo u otro. Esto es en lo que realmente se fundamenta el sex positive.
Bajo mi punto de vista, sería algo positivo que como sociedad pudiéramos romper con la creencia que debemos ser la persona que se lo dé todo a nuestra pareja.
Esta una presión innecesaria tanto para el que da como el para que recibe. Es una visión romántica y fusional, que a la postre, genera frustración, celos e impotencia.
Con esto no estoy diciendo que haya que romper con ella, como decía antes, cada pareja debe entender sus límites y el punto en el que se encuentra cómodo.
Sin embargo, acepar que no somos seres omnipotentes capacitados para cubrir todas las necesidades de otras personas, considero es soltar un lastre necesario.
También es una forma de dejar de condicionar nuestra autoestima o valor personal al comportamiento o la atención de terceras personas.
¿Tiene que haber reglas dentro de una relación abierta?
Insisto, esto lo determina la pareja.
Solemos asociar relación abierta con libertad. Muchas personas tienen en mente un modelo idealizado de relación sin límites, como si, tener que decir que no a algo que deseas es fallarte a ti mismo.
En toda relación hay límites, la diferencia es desde donde vienen puestos: desde la negociación y comunicación, o desde la imposición social.
Puede que existan parejas que no necesiten reglas. Sin embargo, la mayoría sí. La libertad es simplemente tener la posibilidad de renegociar esas reglas y poder comunicar a nuestra pareja los deseos que tenemos sin miedo a ser juzgados.
¿Las relaciones abiertas suceden porque no hay amor?
Algo que me contaban mis pacientes en terapia, es que cuando habían compartido con su entorno la idea de abrir la relación habían recibido un cuestionamiento del amor que se procesan:
Esto es porque ya no os queréis.
No sois las personas definitivas.
Si estuvierais bien esto no haría falta
Etc.
Sigue habiendo un fuerte estigma sobre las relaciones liberales o diferentes al modelo tradicional, donde las asociamos con falta de amor.
Evidenciando de nuevo el esquema emocional de que una persona debería dártelo todo y atraparte como su maravillosa aura de amor.
¿Abrir la relación puede ser una solución a la pareja?
Una relación de pareja es mucho más que el sexo.
Bajo mi punto de vista, cuando una relación ha perdido la conexión y el espacio compartido, abrirla no va a sanar nada.
Seguramente sea un paso previo a la separación definitiva.