Melancolía y nostalgia

La melancolía en psicología: ¿Cuál es su diferencia con la nostalgia?

Domingo por la tarde. Estás en casa, tienes puesta una película de fondo y un café caliente entre tus manos. Escuchas como fuera está lloviendo. El sonido de las gotas cayendo en tu tejado, el cielo nublado, el humo que sale de la taza… Te transportas a un pasado que te hace sentir feliz y triste a la vez. De repente te invade la melancolía.

¿Qué es la melancolía?

La vida se compone de momentos. A veces buenos, otras no tanto. De vez en cuando nos da por remover entre nuestros pensamientos y recordar tanto unos como otros. En lo más profundo de nuestro interior algo se activa al recordar tiempos pasados.

Para saber qué es la melancolía según la psicología debemos ligarla a la memoria, a los recuerdos. El escritor Víctor Hugo definía lo que es melancolía como “la felicidad de estar triste”. De manera general este término se ha asociado a la tristeza aunque realmente sería como estar feliz y triste a la vez.

Esto es así debido al recuerdo que se evoca al pensar que hay algo que teníamos y ya no tenemos, algo que nos falta y que lamentablemente no podemos recuperar. Se ha relacionado este estado de ánimo con el grado de satisfacción con el presente y con el futuro. No es casualidad que alguien añore un amor del pasado cuando su vida sentimental está hecha añicos.

Muchos cantautores de reconocida fama y prestigio han utilizado este estado de ánimo para componer sus obras más famosas. El gran Joaquín Sabina ya lo manifestó en una de sus canciones bajo la letra: “Vivo en el número siete, calle melancolía, quiero mudarme hace años al barrio de la alegría”.

Sin embargo la melancolía también puede resultar atractiva. En momentos de agobio y estrés, recordar momentos felices del pasado sin que genere ansiedad puede resultar una vía de escape. Evocar situaciones en las que se ha sido feliz y triste a la vez puede ser una manera de cargar las pilas para enfrentarse al presente.

Fruto de ello aparecen numerosas campañas de Marketing que juegan con nuestras emociones y sentimientos. ¿Por qué están tan de moda las series ambientadas en el pasado? ¿Por qué hay determinadas redes sociales que hacen aniversarios de amistad o incluso de recuerdos?

Esto sólo es el comienzo

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Melancolía y psicología

A continuación, vamos a ver una explicación de la melancolía en psicología:

Siempre que nos sentimos melancólicos de alguna manera idealizamos el pasado. Como si nuestro presente y futuro próximo no tuviesen cosas buenas por las que sentirnos felices. Parece que cualquier tiempo vivido en el pasado fue mejor. De uno u otro modo nos engañamos ya que tendemos a recordarlo mejor de lo que realmente fue. Los recuerdos negativos parecen pasar desapercibidos.

Recordamos las vacaciones en el pueblo y evocamos ese olor del césped recién cortado que invitaba a un chapuzón. Pero no nos viene a la cabeza las veces que nos quedábamos en casa aburridos.

Visualizamos cómo fue nuestro primer beso y los nervios tras el primer contacto. Nos olvidamos de lo mal que nos lo hizo pasar nuestra primera pareja.

Asociamos el sonido del tren al llegar a la estación a los tan esperados reencuentros. Por el contrario, nos olvidamos de las tristes despedidas.

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Sentir melancolía según la psicología en momentos puntuales no es malo. De hecho según algunos estudios se ha demostrado que puede ayudarnos a tomar decisiones y que mejora nuestra memoria. Además también se la ha relacionado con la creatividad.

Lo que es melancolía se convierte en un problema cuando se extiende durante un período excesivo de tiempo. Cuando comienza a interferir en las actividades del día a día e impedir que todo fluya con normalidad y naturalidad. En los casos más extremos puede incluso desembocar en una depresión si no se trata a tiempo.

Es importante aceptar que la vida es un constante cambio, un ciclo vital con diferentes fases.  Debemos aceptar cada una de ellas y centrarnos en el momento presente.

Diferencia entre nostalgia y melancolía

Pero, ¿qué es la nostalgia y la melancolía? ¿Son sinónimos? A pesar de que comparten muchas similitudes se logran diferenciar por pequeños matices.

Por un lado cuando hablamos de melancolía, no necesariamente tenemos que haber perdido algo. Se trata de un estado de ánimo negativo caracterizado por la pena y tristeza.

Por otro lado sentimos nostalgia ante eventos o circunstancias que anhelamos y que forman parte del pasado. Es una especie de anhelo pasajero ante algo que sabemos que no va a volver. Por ejemplo: recuerdos familiares de la infancia. Al contrario que ocurre con la melancolía, sentir nostalgia no implica necesariamente encontrarse ante algo negativo.

Sentirse melancólico bajo otras definiciones

Si ahondamos más en estos términos podríamos encontrarnos ante una acepción muy reconocida por los gallegos, la “morriña”. En este caso se siente morriña cuando se anhela el lugar del que se procede. Se utiliza sobre todo cuando se echa de menos todo lo relacionado con la tierra natal de cada persona.

Por su parte la cultura portuguesa bajo sus populares fados llevan muy interiorizado el término “saudade”. Parece no tener una definición exacta ya que los más arraigados afirman que “la saudade no se explica, se siente”.

Manuel Melo, escritor portugués intenta darle nombre refiriéndose a ella como “bien que se padece y mal que se disfruta”. Se la ha identificado como una mezcla entre melancolía y nostalgia.

Una toma de conciencia al ser consciente de que nada será igual justo un instante después. El ser feliz ante un recuerdo alegre pero al mismo tiempo sentir tristeza por no volver a vivirlo. Lo agridulce de cada recuerdo y el intentar conseguir un equilibrio entre ambos extremos de la balanza.

Referencias bibliográficas:

Burton, R., & Manguel, A. (2002). Anatomía de la melancolía (Vol. 3). Asociación Española de Neuropsiquiatría.

Tellenbach, H. (1976). La melancolía: visión histórica del problema. Endogenidad. Tipología. Patogenia. Clínica. Ediciones Morata.

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