grasa parda

Diferencias entre grasa parda (marrón) y grasa blanca

Cuando se suele hacer referencia a la grasa o el tejido adiposo presente en el cuerpo, es usual que se tenga la creencia de que esta deba ser eliminada. En el cuerpo existen dos tipos de grasas, la grasa blanca y la grasa parda o marrón. La primera es habitualmente asociada con algo negativo, mientras que la segunda es vista de mejor modo.

Si desconoces  que es la grasa parda y en qué se diferencia con la grasa blanca, a continuación te contaremos todos los detalles relacionados con el tema.

¿Qué es la grasa parda?

La grasa parda se conoce también como grasa marrón, beige, grasa primaria, multilocular o grasa inmadura. Se trata de un tipo de tejido adiposo presente en la mayoría de las especies de mamíferos, incluidos los humanos.

Este tipo de grasa predomina durante la infancia, perdiéndose en el transcurso hacia la adultez, aunque no en su totalidad, pues todo adulto conserva una pequeña cantidad de este tejido adiposo. Frente a la grasa blanca, la grasa parda o marrón cumple distintas funciones, es más vascularizada y tiene otras diferencias que se presentarán más adelante.

Una de las principales funciones de la grasa marrón es la de proporcionar calor ante un ambiente o entorno con temperaturas bajas; a esto se le conoce como termogénesis. Gracias a la grasa parda, los animales que realizan el proceso de hibernación durante el invierno pueden mantener su temperatura corporal caliente.

En los seres humanos, durante los primeros meses de vida, los bebés no cuentan con una buena regulación de temperatura corporal, en cambio, tienen tejido adiposo marrón. Esta grasa es esencial para los recién nacidos, pues les ayuda a mantenerse calientes.

¿Dónde se encuentra la grasa parda?

Los recién nacidos cuentan con reservas de grasa marrón especialmente en la zona del torso y el cuello, ya que desde allí pueden conservar mejor el calor. Como ya se mencionó con anterioridad, a medida que crecemos y nos dirigimos a la etapa adulta, la cantidad de grasa parda en el cuerpo comienza a disminuir de forma considerable.

Este tipo de tejido adiposo se encuentra localizado en el área de las arterias renales, las axilas, en el área entre los omóplatos y alrededor de la tiroides y las arterias carótidas, es decir, en la zona del cuello. La grasa parda también se halla almacenada en el área de la médula espinal.

Anteriormente, se creía que este tejido adiposo marrón solo se encontraba en los recién nacidos. Al observar que los adultos también almacenaban pequeñas cantidades de grasa marrón y que esta participaba en la termogénesis, comenzó a considerársele como un órgano de calor.

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Diferencias entre grasa marrón y blanca

Los dos tipos de tejido adiposo que conforman el cuerpo cuentan con características y funciones distintas. Por un lado, la grasa parda, tal como ya se señaló anteriormente, cumple una función termorreguladora, ya que proporciona calor al cuerpo cuando se está expuesto a bajas temperaturas. En el caso de la grasa blanca, que es la grasa normal, esta tiene la función de almacenar energía para que el cuerpo pueda usarla cuando la necesite.

Otra diferencia entre ambos tipos de grasa es que, mientras que el tejido adiposo marrón se encuentra presente en muy pocas cantidades, la grasa blanca representa aproximadamente un 20% del peso corporal en los hombres y un 25% en las mujeres.

A simple vista, también hay una gran diferencia entre ambos tejidos adiposos, y es su color. La grasa parda posee una coloración marrón rojiza, mientras que la de la grasa blanca es blanquecina o amarilla.

Asimismo, la grasa parda cuenta con adipocitos de menor tamaño que la grasa blanca y estos poseen un mayor número de mitocondrias, cuyo citoplasma cuenta con numerosas vacuolas de tamaños variados, de allí a que el tejido adiposo marrón se conozca también como multilocular.

¿Es posible activar el metabolismo para quemar grasa parda?

Como ya se ha mencionado en reiteradas ocasiones, la cantidad de grasa parda o marrón es mínima en comparación a la grasa blanca y, a diferencia de esta, la grasa marrón es considerada como beneficiosa y eficaz para acelerar el metabolismo.

La acumulación de tejido adiposo blanco puede derivar en problemas de salud, como la obesidad. Esto sucede por el aporte excesivo de calorías al organismo, las cuales se almacenan en el cuerpo en forma de grasa blanca que, al no ser quemada, se va acumulando.

Por su parte, se ha comprobado que la activación de tejido adiposo marrón puede ayudar a la pérdida de peso y la reducción de colesterol y triglicéridos, pudiendo ser beneficiosa para personas con diabetes u obesidad. Cabe destacar que la grasa blanca en cantidades normales no es perjudicial y también cumple una función importante en el organismo.

Para activar la grasa marrón se recomienda exponerse a bajas temperaturas de un modo regular. Algunos estudios también sugieren que la grasa parda podría activarse al someterse a un estrés leve y agudo. Otras recomendaciones para activar este tipo de tejido adiposo son la actividad física regular, el consumo de peras y manzanas con su piel (por su ácido ursólico), llevar una buena alimentación y comer a la hora.

El fenómeno de la termogénesis

Se denomina termogénesis a la capacidad que posee el organismo para producir calor por su cuenta gracias a las reacciones metabólicas. La termogénesis puede darse por el ejercicio físico, por la alimentación, como una respuesta adaptativa (en presencia de temperaturas frías) o por procesos naturales del organismo (respiración, metabolismo y demás).

Este fenómeno puede ser muy beneficioso para quienes buscan bajar de peso, ya que durante el proceso se queman calorías. La termogénesis favorece el balance energético, lo cual es importante para mantener un peso saludable.

Cuando se ingieren más calorías de las que el cuerpo necesita, estas son acumuladas en forma de tejido adiposo blanco, siendo necesario que se produzca un gasto de energía similar al aporte de calorías para mantener el balance energético.

Debido a que termogénesis produce calor y los procesos involucrados en esta implican un gasto energético, ayuda a quemar calorías, de hecho, la termogénesis adaptativa se realiza en el tejido adiposo marrón. Por ello, la activación de la grasa parda es favorable para la pérdida de peso, lo cual puede conseguirse con la práctica de ejercicio y una buena alimentación.

Referencias bibliográficas:

Zaninovich, A. A. (2001). Hormonas tiroideas, obesidad y termogénesis en grasa parda. Medicina61, 597-602.

Otero Felpete, Á. (2019). Revisión bibliográfica: características de la grasa parda y su relación con la obesidad.

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