Todos nos relacionamos, sin embargo, a nadie nos han enseñado como hacerlo. Nos vinculamos como buenamente nos sale de manera natural, a veces mejor, a veces peor.
Lejos de ser una ciencia, en este artículo vamos a ver 7 claves para construir relaciones de pareja sanas.¿ Te vienes?
¿Qué es una relación de pareja sana?
Quizás deberíamos empezar por aquí, ¿no? ¿qué es realmente una relación de pareja sana?
Por más que tratemos de llegar a un consenso, seguramente cada uno de nosotros tenga una idea diferente sobre que es tener una relación de pareja saludable, salvo situaciones muy evidentes como puede ser un maltrato psicológico o emocional.
Tampoco hace falta quebrarnos demasiado la cabeza con esto, podemos recurrir al clásico “Aporta o aparte”, o “que sume y que no reste”.
Sin embargo, esto aunque esto como actitud me parece que está bastante bien, en la practica no es tan sencillo. ¿Por qué?
Por que todas las relaciones tiene sus puntos flacos y no todo es soltar, también podemos reparar.
Relaciones tóxicas vs. Parejas saludables
La cultura del desapego en la que vivimos hoy día y que fomenta nuestra independencia emocional, nos invita a “echar lo toxico de nuestras vida”. El dilema esta servido; ¿Cuándo debo alejarme y cuando arreglar mi relación?
Aquí sólo puede tener razón un amigo: el sentido común. Aún así, no siempre es difícil.
El tema de las relaciones tóxicas tiene su parte buena y su parte no tan buena. Lo positivo es que las personas estamos mas concienciados a no aguantar determinadas tipos de situaciones y somos más capaces de identificar el maltrato.
Por el otro lado, podemos cometer el error de catalogar a las personas como tóxicas cuando quizás no sepan como hacerlo mejor.
Yo recuerdo el caso de una paciente que venía a mí consulta para trabajar sobre fuertes ataques de celos que tenía. Ella había vivido anteriormente con otra pareja una experiencia muy dolorosa de traición, y desde entonces, había perdido la confianza cuando se encontraba en una relación.
A ojos de la mayoría los celos son algo tóxico, sin embargo, ella estaba bastante superada por la situación y necesitaba que alguien le ayudase.
Con esto no estoy diciendo que debamos tolerar que una pareja nos controle. El problema es tratar de agrupar las cosas en un categoría cerrada sin mirar más allá.
7 Pilares sobre los que construir una relación de pareja saludable
Bueno, que igual me he ido un poco por los cerros de Úbeda, pero quería contarte como veo todo esta tema de las relaciones sanas, a veces somos poco realistas.
Los puntos que te voy a exponer a continuación son algunos de los vértices fundamentales que solemos trabajar los psicólogos en terapia de pareja:
1. Comunicación
Cómo no podía ser de otro modo, la comunicación es un aspecto fundamental a la hora de poder tener una relación sana de cualquier tipo.
Hay un libro que se llama Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus que sostiene que los hombres cuando tenemos un problema, sólo queremos solucionarlo o distraernos y que las mujeres, desahogarse.
Independientemente de que esto sea así o no, comunicarse consiste en dar a conocer a la otra persona como somos, lo que necesitamos, lo que queremos, lo que nos molesta, étc.
Uno de los errores más frecuentes en las relaciones de pareja es el comportamiento pasivo agresivo y el “adivíname la mente”.
Para solucionar esto, debemos trabajar en desarrollar un estilo de comunicación de tipo asertivo.
2. Resolución de conflictos y respeto
En la línea del punto anterior, encontramos el tema de la resolución de conflictos y el respeto. A ver, no seamos inocentes, en todas las relaciones hay que resolver conflictos.
Y es lo normal. Pensar en una relación perfecta de película es poco menos que realista. De modo, que no hay que sentir ningún complejo por ello.
La cuestión no es tanto dejar de tener conflictos, si no como los tenemos. En terapia de pareja a menudo me encuentro parejas que se dicen palabras sumamente hirientes y sin tan siquiera mirarse.
Y oye, lo de que las “las palabras se las lleva el viento” es una gran mentira. Las palabras cuando duelen, se graban a fuego en la retina.
3. Pasión
No te descubro nada si te digo que la pasión es uno de las patas de una relación de pareja. Según Sternberg y su teoría triangular del amor, existen varios tipos de relaciones:
Como ves en la imagen, Stenrberg le da a la pasión un papel muy importante en la consecución de un amor consumado. Sin embargo, no podemos vivir sólo de ella.
El otro día leí una frase que decía algo así como
El amor es una relación de amistad con momentos eróticos”
Estoy bastante de acuerdo con esta afirmación. Cuando hablamos de pasión no hablamos de tener que innovar constantemente en la cama. El problema no es la rutina, si no la monotonía.
4. Intimidad
La intimidad es otra de las tres patas descritas por nuestro ya querido amigo Sternberg. A mí personalmente, me gusta más hablar de conexión emocional.
Un ejemplo que ilustra muy bien la pérdida de intimidad en una pareja es cuando llega la paternidad/maternidad a sus vidas.
Es bastante común que la crianza se convierta en lo central dentro de la relación y que por esta razón, se acabe descuidando la compenetración de la misma.
La intimidad o conexión emocional es hablar, reírse, comprenderse, contarse las cosas, étc. Cuando te das cuenta que no sabes que hace tu pareja en su día a día, en qué piensa o que desea, se ha perdido la intimidad.
5. Intereses y deseos compartidos
Mi compañera Carmen Soria escribió una vez una reflexión que a mí se me grabó a fuego:
El éxito de una relación depende en gran medida, del grado de coincidencia que tenga la misma en sus deseos, valores e ideas de futuro”.
Es una realidad, con querer no basta. Cuando compartimos ideales de vida y formas de disfrute, todo se vuelve más sencillo. Cuando estamos en polos opuestos toca negociar, y a veces el centro, puede ser la insatisfacción de ambas partes.
Mira, escucha esto:
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6. Cooperar vs. competir
Cuando nos relacionamos en pareja, es bastante normal que se abran paso nuestras inseguridades y miedos de anteriores relaciones.
Por esta razón, no siempre nos vinculamos de la mejor manera: desde la vulnerabilidad y la comunicación. Si que competimos, como si nuestra pareja fuese alguien a quién batir y no alguien con quién cooperar.
7. Poner límites
¿Es necesario poner límites dentro de una pareja? Pues muchas veces sí.
Solemos pensar que poner un límite es una acusación e incluso a una crítica a la otra persona, sin embargo, no tiene nada malo en sentar unas bases y dejar claras las cosas.
No debemos dar por hecho que la otra persona que tiene conocer nuestros límites o las cosas que nos disgustan. Un buen límite a tiempo puede ser una forma ser una forme de ahorrarse muchas discusiones futuras.
Moraleja: La vida en pareja ni se crea ni se destruye, se transforma.