Solo hace falta ver la portada y leer la reseña de Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, para saber que este libro marca un antes y un después en los pensamientos y en la manera de enfrentarse a la vida de quien lo lee.
La reseña de Desmond Tutu es la siguiente: “Este libro es un regalo para la humanidad. Una de esas historias que nunca quieres terminar de leer y que te cambian la vida para siempre”.
¡No me digáis que no es una invitación en toda regla a empaparse de sus páginas!
Acerca de la autora del libro: Edith Eger
La autora de “La bailarina de Auschwitz” es Edith Eger, superviviente del Holocausto nazi y doctora en Psicología.
Pertenece a una familia judía que vivía en Kosice (actualmente Eslovaquia). Era la menor de tres hermanas y desde pequeña su sueño era ser bailarina. Tanto es así que si no hubiese sido judía, le hubieran permitido pertenecer al equipo olímpico.
En 1944 los nazis arrestaron a ella y a su familia aniquilando todos sus sueños. De esta manera pasaron por varios campos de concentración donde desgraciadamente perdió a amigos y familiares entre ellos sus padres.
Años más tardes se convirtió en una superviviente y decidió escapar e iniciar una nueva vida en Estados Unidos. Una vez allí tomó la decisión de ayudar a los demás como mejor sabía, a través de su espíritu de fuerza, lucha y superación. Estudió Psicología y se especializó en Trastornos del Estrés Postraumático (TEPT).
Actualmente tiene 92 años y entre sus experiencias laborales destacan su asesoramiento y ayuda a las fuerzas armadas estadounidenses, a los veteranos de guerra y su lucha hacia las mujeres víctimas de violencia de género.
Resumen la bailarina de Auschwitz
“La bailarina de Auschwitz” cuyo título original es “The choice” es un libro de reciente publicación, año 2017. En sus 416 páginas narra la historia de vida de Edith Eger, su propia autora.
El libro se estructura en 4 partes bien diferenciadas: prisión, huida, libertad y curación. En el principio comienza narrando la historia desde que era pequeña. Edith llevaba una vida aparentemente normal, como cualquier chica de su edad. Vivía con sus padres y hermanas mayores y su sueño era ser bailarina.
Ese sueño se ve truncado cuando a los 16 años los nazis invaden su pueblo húngaro y se llevan a todos sus habitantes prisioneros a diferentes campos de concentración entre ellos el de Auschwitz.
Una vez allí sabe que su vida ha cambiado para siempre. Sus padres son enviados directamente a las cámaras de gas y ella permanece junto a una de sus hermanas siendo consciente de que en cualquier momento puede ser la siguiente en morir. Su lucha por la supervivencia comienza al verse obligada a bailar “El Danubio Azul” para Mengele, uno de los médicos torturadores de Auschwitz.
Cada día es una nueva lucha por sobrevivir enfrentándose a situaciones extremas. Lo que más fuerza le da para seguir adelante es la frase que su madre le repetía hasta la saciedad: “Nadie te puede quitar lo que pongas en tu mente”. De esta manera consigue escapar de los campos de exterminio, de la Checoslovaquia tomada por los comunistas hasta iniciar una nueva vida en Estados Unidos.
Es aquí donde se convierte en discípula de Víktor Frankl y decide renacer de sus cenizas. Comienza a darse cuenta de que el camino a la sanación se basa en poder curar sus heridas y ser capaz de perdonar a los que tanto daño le habían hecho. Para ello convierte la ayuda a las personas que al igual que ella han atravesado un momento complicado en una de sus máximas en la vida.
Reseña del libro
Siempre me han llamado la atención las historias sobre el Holocausto y los campos de concentración. Jamás he podido imaginar cómo el ser humano podría haber sido capaz de llegar a esos límites tan violentos y de tan máxima crueldad.
Decidí viajar a Auschwitz. Tenía que ir a ese lugar para poder creérmelo. Justo antes de mi viaje me empapé de documentales, artículos, películas y todo tipo de información relacionada para que nada de lo que viera me dejase indiferente.
Un día navegando por las redes descubrí un libro: “La bailarina de Auschwitz”. Si ya de por sí me llamó la atención el título, cuando descubrí que era la autobiografía de una chica que no solo estuvo allí sino que sobrevivió para contarlo tuve la certeza de que tendría un hueco especial en mi colección de libros.
La vida de Edith se ve truncada literalmente en el mejor momento de su vida. Justo antes de estallar la guerra ve como su vida se rompe en mil pedazos. Los duros golpes a los que se enfrenta la obligan a utilizar los pocos recursos que tiene para sobrevivir un día más. Ella elegía ser libre por lo menos en su mente con independencia de las circunstancias a las que se enfrentase.
Una de las principales frases que Edith se repite a lo largo de su estancia en los campos de concentración es la siguiente: “Si sobrevivo hoy, mañana seré libre”. Efectivamente, de manera casi milagrosa, sobrevive un día y otro y otro.
Pero, ¿de qué manera? Cada herida, cada cicatriz, cada sufrimiento forman un trauma tanto en la protagonista como en todos los supervivientes de esa barbarie. De manera similar las historias del resto de personajes de la trama reflejan personas valientes y luchadoras, que dieron su vida por defender en todo momento su dignidad.
Mi crítica personal
De manera personal he de decir que me encantan los libros narrados en primera persona. Me hacen sentir protagonista de la trama. Me transportan al lugar y al momento que acontece en cada página.
Además haría especial hincapié en la impecable narración tanto de sus experiencias como de sus sentimientos. Está escrito desde la crudeza y al mismo tiempo desde la realidad de los acontecimientos de manera cercana y directa.
Tanto es así que lo calificaría como un libro duro de leer. Recomendaría su lectura encarecidamente a todo el mundo salvo a aquellas personas que estén atravesando un momento complicado.
Me quedaría con el mensaje de lucha y esperanza de Edith. Cómo en lugar de sobrevivir con el rencor y la rabia, canaliza sus emociones y las transforma en una manera de ayudar a quien más la necesita.
El desgarrador relato de esas historias tan duras te emociona, te conmueve y te remueve por dentro. Te hace sentir rabia, tristeza, pena, compasión, impotencia, frustración e incluso incredulidad al no ser capaz de concebir ciertas atrocidades. Sobre todo al ser consciente de que todo lo plasmado en el libro es fruto de una realidad ocurrida no hace mucho y no muy lejos.
“La bailarina de Auschwitz” no solo hace que aprendas sino que te ayuda a ver la vida con otros ojos. Con los ojos de Edith Eger.
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Frases célebres La bailarina de Auschwitz
“Había perdido mi infancia en la guerra, mi adolescencia en campos de exterminio y mi primera juventud en la obsesión por no mirar atrás. Me había convertido en madre antes de haber pasado el duelo por la muerte de la mía. Había intentado recuperarme demasiado rápido y demasiado pronto”.
“Siempre hay un infierno peor. Esa es nuestra recompensa por vivir”.
“El tiempo no cura. Lo que cura es lo que haces con el tiempo”.
“El sufrimiento es universal. Sin embargo, el victimismo es opcional”.
“Si no puedes entrar por una puerta, entra por una ventana”.
“Lo sucedido no puede cambiarse jamás. Pero, con el tiempo, he aprendido que puedo decidir cómo reaccionar ante el pasado. Puedo sentirme desgraciada o esperanzada. Puedo sentirme deprimida o feliz. Siempre tenemos la posibilidad de elegir, la posibilidad de tener control”.
“Cuando dejas de hacer lo mejor para ti y empiezas a hacer lo que crees que alguien necesita, estás tomando una decisión que tiene consecuencias para ti”.
