Una de las pandemias que estamos viviendo en el entorno de la salud mental, es sin lugar a dudas la insatisfacción con la imagen corporal.
Son muchos los factores que contribuyen a que esto suceda y encontrar soluciones que vayan más allá del trabajo individual, se torna necesario para que el germen del perfeccionismo, la hiperexigencia y la culpa por con el cuerpo dejen de prosperar.
En este episodio del podcast reflexionamos sobre todo y la evolución histórica de los canones de belleza. Entenderemos la presión que ejerce la cultura sobre nosotrxs y porqué las personas cada vez vivimos más preocupado y sintiéndonos peor en nuestros cuerpos.
Por cierto, si te ha gustado este capítulo o no tienes tiempo para escucharlo ahora, dale a seguir y así estarás al tanto de cada contenido nuevo que publiquemos 😊
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¿Qué es la imagen corporal?
Existen muchas definiciones del concepto imagen corporal. De entre todas ellas, yo me quedaría con esta de Raich:
La Imagen Corporal (IC) es un constructo complejo que incluye tanto la percepción que tenemos de todo el cuerpo y de cada una de sus partes como del movimiento y límites de éste, la experiencia subjetiva de actitudes, pensamientos, emociones y valoraciones que hacemos y sentimos y el modo de comportarnos derivado de las cogniciones y sentimientos que experimentamos (Raich, 2000)
Como podemos apreciar en esta definición, la imagen corporal va más allá de la objetivización de un cuerpo: alto, bajo, delgado, fuerte, étc.
La imagen corporal tiene un gran componente subjetivo y simbólico. Es decir, como nos sentimos con él en función de las atribuciones que hacemos del mismo.
Por ejemplo, un hombre con un cuerpo delgado, puede llegar a sentirse débil, con podo poder y no muy masculino. Algo que le genera mal estar y una insatisfacción corporal.
Sin embargo, una mujer con un cuerpo delgado podría sentir que esto dice sobre ella que es frágil, ligera, femenina, étc.
Estos dos ejemplos contrapuestos, ponen de manifiesto que nuestra relación con el cuerpo y la estética, tiene mucho que ver con la pertenencia y con como nos sentimos que somos parte del mundo.
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Imagen corporal y autoestima
Si la autoestima es la relación afectiva y emocional que tenemos con nosotros mismos, sin lugar a dudas, la imagen corporal tiene un papel fundamental en esto.
El autoconcepto es un constructo cognitivo que tiene que ver con como nos percibimos a nosotros mismos que somos. En este sentido, la imagen corporal tiene que ver con como valoramos que es nuestro cuerpo.
La parte emocional o autoestima tiene que ver con cómo nos hace sentir esto. Dos cosas que no siempre van de la mano.
Te pongo un ejemplo:
Una de mis pacientes puede verbalizarme que ella sabe que está delgada (autoconcepto). Sin embargo, a menudo se siente gorda y odia su cuerpo. Siente que debería hacer un esfuerzo mayor por adelgazar.
Como ves, no siempre razón y emoción caminan de la mano.
Y esto tiene que ver con que la autoestima tiene mucho que ver con el perfeccionismo, la hiperexigencia y la forma en que nos evaluamos.
Cuando tenemos un autodiálogo o un estilo de comunicación con nosotros, fundamentado en el juicio y la evaluación, da igual lo que consigamos que siempre estaremos buscando las fallas y tratando de encontrar esa “mejor versión de ti”.
Si a todo esto, le sumamos que vivimos en una sociedad que refuerza creencias como que “quién no tiene un cuerpo ideal es porque no se esfuerza lo suficiente” o que el sobrepeso es motivo de vergüenza y falta de amor propio, tenemos el caldo de cultivo perfecto para vivir obsesionados y condicionar nuestro amor propio al cuerpo.
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Trastornos relacionados con la imagen corporal
La insatisfacción con la imagen corporal es algo que no ocurre únicamente en personas con problemas de alimentación.
De hecho, te invito a hacer una prueba y que preguntes a tu entorno si tienen algún complejo o si existen partes de su cuerpo que intentar ocultar.
Seguramente la respuesta sea afirmativa y es que como te decía, la sociedad que estamos construyendo tiende a ejercer una presión excesiva con cuidar nuestro físico. Le estamos otorgando un papel primordial a nuestra apariencia, a la hora de poder ser considerados personas de éxito, suficientes, válidas, étc.
Además, la cultura de dieta ha contribuido notablemente a que las personas vivamos en una persecución infinita del canon de belleza.
Relación entre la imagen corporal y el peso corporal
Brunch fue primera autora que hace referencia a una alteración de la IC en la Anorexia Nerviosa (1962).
En los problemas de alimentación como la anorexia, es habitual encontrar problemas de distorsión corporal.
La insatisfacción corporal tiene que ver con la evaluación que yo hago de mi cuerpo y el distanciamiento con el modelo de cuerpo ideal que yo persigo o tengo representado en mi imaginario.
En la distorsión sucede que esa evaluación se encuentra alterada, y por tanto, ese distanciamiento tiene una base interpretativa alejada de la realidad. La dismorfia corporal se considera un trastorno perceptivo.
Por esta razón, por mucho que intentemos decirle a la persona que se equivoca en la valoración de su cuerpo y ofrezcamos argumentos, la relación con el cuerpo no cambia. Insisto, se trata de un problema de percepción.
Esta no sólo sucede asociada a la extrema delgadez, también se da en problemas con la imagen de signo contrario como pueden ser la dismorfia muscular o vigorexia.
¿Cómo tener una imagen corporal positiva?
Lamentablemente no existe un truco mágico para desarrollar una imagen corporal positiva. Hay muchos aspectos a trabajar como la deconstrucción de cantidad de valores tóxicos en los que hemos sido educados.
En muchas otras ocasiones, la mejoría no llega porque precisamente estamos llevando a cabo una serie de conductas que mantienen la insatisfacción corporal. El ejemplo más claro sería hacer dietas restrictivas.
En cualquier de los casos, vivir con insatisfacción corporal no es algo que debamos normalizar, ya que podemos recibir ayuda psicológica para desarrollar una mejor relación con nuestro cuerpo.
Actividades y dinámicas para el trabajo de la imagen corporal
YO REAL – YO IDEAL
Un ejercicio que yo trabajo mucho en consulta es la dinámica del yo real / yo ideal. En este ejercicio podemos dibujar o imaginar la representación que tenemos de nuestro cuerpo real y la imagen que tenemos de nuestro cuerpo ideal.
Podemos ver si estas representaciones son fieles a la realidad o de alguna manera se encuentran distorsionadas.
También con el yo ideal es útil para comenzar a cuestionarnos si realmente son objetivos realistas o inalcanzables. También plantearnos porque no podemos ser felices en nuestro yo real hasta que no nos parezcamos a ese yo ideal.
Forzar la exposición
Un hábito bastante habitual de las personas con insatisfacción corporal es taparse las partes del cuerpo que les generan ansiedad. Para ello suele emplearse la propia ropa , complementos o incluso los propios brazos o piernas, controlar la postura, étc.
También es frecuente evitar mirar fotos, vídeos, étc.
Este ejercicio lo que busca es la mera exposición como en una fobia. La persona intentar negar o evitar aquello que le produce ansiedad tratando de hacer como que no existe. La aceptación reduce la ansiedad.
Humor
El humor es sumamente terapéutico y más, cuando se trata de trabajar la imagen corporal. Aprender a reírse de uno mismo, reconocer los defectos y hacer comedia de lo que nos avergüenza es genial.
Bibliografía consultada:
Raich, R. M. (2004). Una perspectiva desde la psicología de la salud de la imagen corporal. Avances en psicología Latinoamericana, 22(1), 15-27.
Salaberria, K., Rodríguez, S., & Cruz, S. (2007). Percepción de la imagen corporal. Osasunaz, 8(2), 171-183.
Villalba Burbano, M. E. (2014). Teoría del apego, insatisfacción con la imagen corporal y anorexia nerviosa (Bachelor’s thesis, Quito: USFQ, 2014).
