Vive y se feliz…aunque no te apetezca. La felicidad se ha convertido en una presión por estar siempre bien, o del o contrario, estaremos fracasando en la vida.
En este artículo vamos a reflexionar sobre esto.
Sé feliz…aunque no te apetezca
Las doce… diez…siete…seis…cinco… claves para ser feliz. Existen en mayores o menores pasos, pero todas coinciden en asegurarnos alcanzar el éxtasis, pero ¿qué ocurre cuando la felicidad viene con receta y se convierte en una obligación?
Como si de una utopía se tratase, nos han contado que la felicidad se vende en cápsulas, y qué si te las tomas religiosamente, la vida será un camino de rosas. Seguro que a varios de vosotrxs os suena haber leído, aunque sea de pasada, algún título que rezase Las X claves para…
Esto es cuanto menos peligroso, ya que nos promete de forma totalmente impersonal (¡cómo si todxs necesitásemos lo mismo!), soluciones definitivas, para algo que es cíclico y cuanto menos no es sencillo. Y digo peligroso, porque nos coloca a las personas en el deber de ser felices, y si no lo consigues, es que has fallado.
Vive tu vida y sé feliz…cómo si fuese tan sencillo
Convertir la “felicidad” en un objetivo vital, es como mantener relaciones sexuales pensando en tener un orgasmo. En rasgos generales, todo lo que proviene de la naturalidad, en tanto o en cuanto lo piensas y procuras controlarlo, se desvanece. Imaginémonos manteniendo relaciones sexuales con alguien, pensando en la ejecución de nuestros movimientos e incluso en los del otrx, todo con el fin de disfrutar de una experiencia placentera.
¿A qué suena de todo menos placentera?, igual ocurre con la felicidad. Si estamos obligados a sentir algo en concreto, dad por supuesto que eso no ocurrirá, ya que la emoción es un proceso natural y espontáneo. Si eres feliz, no te enteras. De modo que el secreto de la felicidad resulta ser que el cofre del tesoro se encuentra vacío.
El cerebro tiene por norma rebotarse contra las imposiciones, el quiero ser feliz y no puedo, parte del deber de ser felices. Esto es algo que ocurre muy frecuentemente en la depresión, la persona piensa que debería sentirse igual que antes, porque “tampoco le pasa algo tan grave”, “no tiene motivos para estar así”, o “aquello que ocurrió fue hace ya mucho tiempo”. Sin éxito, aumenta la sensación de impotencia y por tanto, la depresión se alimenta.
¿Qué es la felicidad?
Pues sinceramente, no lo sé. Dudo incluso de su existencia como término omnipotente. Supongo que si fuéramos ciborgs (quién sabe si algún día), podríamos introducirnos como si de un código de programación se tratase, esas famosas frases para ser feliz que podemos encontrar por doquier en Google. Sin embargo, esto parece poco probable, aunque quizás si que podamos aprender a gestionar nuestros pensamientos y emociones de forma que pasemos de los trucos e ingredientes para ser feliz, a otro famoso término que nos cae mejor y que se llama resiliencia.
Sé feliz con lo que tienes
Durante mucho tiempo se ha relacionado la felicidad con conseguir cosas y tener éxito. Si de algo me he dado cuenta durante el tiempo que llevo ejerciendo, es que este tipo de logros si provocan un subidón de adrenalina, pero que no se mantienen en el tiempo.
Aunque sea un tópico es cierto, menos es más. Sobre el éxito vamos a tratar a continuación:
Sé feliz sí, pero a tu manera
¿Esto significa que no podemos hacer nada para sentirnos mejor?
Claro que no, las personas tenemos un margen amplio para poder sentir satisfacción. Quizás en cierta forma, el problema radique en la concepción de felicidad que nos han inculcado.
Asociar la felicidad con la alegría, el placer, la euforia es un ejemplo poco realista de lo que es la vida. Peor aún es casi, si asociamos la felicidad a la ausencia del dolor, o a evitar la parte chunga de la vida.
Entonces, mermamos nuestra experiencia vital, y sobre todo nos frustramos por no conseguir un objetivo que es del todo inviable. De hecho, si es cierto que existe la felicidad, está va a tener mucho que ver con ser capaces de sostener, digerir y asimilar la adversidad, más que con negarla.
Es necesario comprender que no existe eso que nos han vendido por felicidad y si existiese, no tendría una definición universal. La felicidad no es tener casa, piso e hijos, ni lo contrario.
Por esta razón, el mejor consejo que puedo darte es…Sé feliz a tu manera.