Todas las personas vivimos apegadas, social, cultural y sentimentalmente a un territorio. El pueblo donde se ha nacido, el país al que pertenece, el idioma que se habla… Todo eso nos configura y genera un espacio de confort donde nos sentimos seguros. Por eso, cambiar de país por trabajo, o cualquier otro motivo, es un momento muy delicado que hay que abordar de la mejor manera.
«El modo de relacionarse con la gente de otra cultura, el reto mental de sumergirse en otra lengua, volver a crear un círculo social… Todos estos condicionantes pueden suponer un desafío emocional para una persona que comienza una nueva etapa en el extranjero», explican en Parèntesi, un gabinete de psicoleg online con más de 13 años de experiencia en este campo.
Estos profesionales catalanes destacan que abordar una terapia psicológica en la lengua materna y con psicólogos que puedan entender la situación, desde una misma perspectiva cultural y vivencia, es clave para adquirir herramientas que fortalezcan al paciente en esta nueva etapa de su vida.
La lengua materna como herramienta
Cambiar de país, sobre todo si el destino es uno en el que se habla otro idioma, es una situación llena de estrés y situaciones de incomprensión.
La lengua materna, en este caso, actúa como red de seguridad, ya que conecta a la persona con su lugar de origen y, por tanto, con un espacio que domina y donde se siente cómodo.
Además, hablar en castellano o catalán en una terapia, si son los primeros idiomas, es muy positivo para sacar provecho a las sesiones.
El síndrome de Ulises
En un contexto de cambio brusco, muchos pacientes llegan a experimentar lo que se conoce como “síndrome de Ulises”. Tal y como explican desde Parèntesi, muchos de los usuarios que utilizan la terapia online y buscan psicologo barcelona en Internet muestran algunos o varios rasgos de estrés crónico que están asociados con lo que se denomina “duelo migratorio”.
Consejos para afrontar esta nueva etapa
Se trate de casos más graves o de situaciones más llevaderas, desde este gabinete profesional ofrecen una serie de consejos que pueden servir para generar una nueva sensación de hogar en la aventura fuera de las fronteras:
- Explorar la cultura local: el sentimiento de pérdida cultural se puede paliar comprendiendo la riqueza del nuevo sitio que se habita. Absorber sus rasgos culturales, implicarse en la comunidad o participar en actividades son las mejores formas de generar nuevos lazos y reducir la sensación de aislamiento.
- Establecer rutinas: la creación de rutinas aporta estabilidad. Para ello, se debe respetar el horario de comidas, ejercicio y sueño, así como introducir actividades como pasear los fines de semana, acudir a alguna actividad, etc. que genere un ritmo cotidiano.
- Conectar con otros expatriados: mantener un contacto con otros españoles y catalanes desplazados al lugar donde se vive ahora también puede ser bueno; de este modo se generarán espacios de comprensión bilateral que supongan momentos de comprensión y apoyo.
- Aprender el idioma local: el dominio de la lengua de la zona de destino ayudará a integrarse en la sociedad en la que se va a vivir y perder, poco a poco, la sensación de extrañeza.
- Ser paciente con los propios sentimientos: es normal sentirse algo perdidos en una experiencia tan relevante como un cambio de país. Comprende que el proceso de adaptación es necesario y que los pasos irán dando sus frutos.
- Realizar actividad física: más allá de mantenerse en forma, el ejercicio físico ayuda a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo; tal vez sea el momento de dar el paso y apuntarse a esas clases del deporte que siempre se ha querido realizar.
- Llevar un diario: un diario puede ser el espacio perfecto para expresarse y poner las ideas y reflexiones en orden. Luego, se pueden llevar a terapia para explorarlas más a fondo con un psicólogo profesional.
- Practicar la gratitud: mira siempre en positivo y siéntete agradecido o agradecida con lo que estás viviendo. Solo de esa manera podrás cambiar tu perspectiva mental y asumir que lo que estás viviendo es positivo.
Con estos consejos, la etapa de vida en el extranjero puede estar mucho más cerca de ser una experiencia positiva que ayude a crecer y mejorar como persona. No descuidar la salud mental en estos procesos es del todo relevante para no pasar una mala racha y que el cambio de país se convierta en una situación completamente negativa para la persona.